Galpón de la Música

Es imposible haber pasado la adolescencia en Rosario y no conocer los galpones. Un espacio recuperado hace tiempo que fue llenándose de vida hasta más no poder. El Galpón de la Música es el 11 (que está al lado del 13, no me pregunten por qué!). Donde el rock local suena en sus versiones más destacadas. Lleno de actividades es un espacio que invita a ver una buena banda y pasar el mejor momento con amigos.
Hace poco tuve la oportunidad de conocer al que dirige las actividades del galpón y me comento algo que me parece está bueno compartir acá. El tema de la música y el alcohol siempre fue para problema. Nunca es suficiente y menos si se trata de un público joven. Para no caer en la prohibición que lo único que fomenta es la «previa» interminable tuvieron la brillante idea de dar cupos limitados para las bebidas alcohólicas. A la entrada te dan un cartón con dos casilleros que se marcan cuando pedís un fernet o medio litro de porrón. Así es el consumo controlado lo que permitió el disfrute con moderación.
Tienen un escenario tremendo, muy buen sonido y hasta dos camerinos equipados con todo lo necesario. Mucho de todo esto se debe a que este año por los festejos de su 75 cumpleaños San Cristobal patrocina el Espacio 75 como un lugar donde disfrutar la cultura.
Miren la agenda y vayan a disfrutar una banda. Siempre es bueno un poco de música!

El Galpón 11 es uno de los primeros galpones remodelados para actividades culturales de los que están en la ex zona portuaria del Paraná rosarino, en el marco del Centro de Expresiones Contemporáneas.
Qué novedosa fue entonces la creación de este espacio. El concepto es muy bueno, porque estos enormes galpones empezaron a proponerse como espacios para promover arte, ya sea en talleres y escuelas, como en espectáculos. Es verdad, los okupas debieron trasladarse a distintas casas abandonadas de la ciudad, o a sus departamentos céntricos.
De los espectáculos que fui a ver a este galpón, el que más recuerdo es el de Divididos, allá por el año 2004 aproximadamente. ¡Qué recitalazo! ¡Y qué bien se escuchaba para quienes estábamos afuera, y que disfrutamos gratuitamente del show, hasta que por unos pequeños incidentes llegó la montada, muy enojada, a sacarnos a todos a bastonazos!
Mollo se enteró y se hizo eco del asunto: detuvo el recital para pedir a la policía que deje de reprimir. Así y todo, el clima en las afueras siguió tenso, y con mi amiga nos fuimos alejando y alejando hasta que «Dame un limón» sonó susurrado.
Por suerte, yo ya había visto al power trío en vivo, en otra oportunidad.

Juventud, música (rock), cultura. Entre estos tres pilares se construye Galpón 11.
El último de los galpones (o el primero), herencia del pasado portuario de la ciudad, es un espacio para el disfrute y la buena onda. No recuerdo la cantidad de recitales a los que he ido a Galpón 11.
Un espacio enorme, trash y suburbano. Siempre se realizan espectáculos allí. Recuerdo que una vez fui a ver Viejas Locas a este lugar. La cantidad de gente desbordaba y el calor era insoportable. Sin embargo, seguía valiendo la pena estar ahí. Después del tiempo un tiempo de espera considerable, salimos junto con todo los fans y fue gratificante el golpe de fresco en la cara. El río nos regalaba la liviandad que tanto estábamos necesitando.
El Galpón 11 es un epicentro cultural por excelencia de la ciudad. Donde las personas se juntan a disfrutar de la música y de los espectáculos. Además, es un espacio muy lindo y con impronta muy particular (al igual que los otros galpones). Aunque este siempre tuvo ese no-​sé-​qué, que lo volvía diferente a todos los demás.

Conocí este galpón por la facultad, teníamos una materia que se llama Materilidad II y de proyecto final debíamos rediseñar acústicamente este galpón. Así que aquí empezó mi viaje por ese hermoso lugar. Lo más gracioso es que en el momento que los profesores lanzaron el trabajo no me di cuenta que este famoso Galpón es el templo del rock rosarino por excelencia al que había ida en varias oportunidades a ver bandas como Las Pelotas, No te va a gustar, Carmina Burana, La Rosario Smowing y algunas más que me estoy olvidando. Todos los 21 de septiembre suelen tener un amplio cronograma de bandas que tocan gratis.
Si venís caminado desde el monumento es el ultimo galpón, estos galpones pertenecían antiguamente al puerto de Rosario y han sido intervenidos uno por uno otorgándole a cada uno un identidad diferentes por eso el Galpón 11 es reconocido por todos amantes del Rock. Tengo entendido que se dicta desde el año 2006 una escuelita de rock para personas desde los 15 a 25 años con diferentes clases y disciplinas todas relacionadas con música rockera que lo caracteriza. Es genial porque no solo disfrutas de música sino que salís y tenes ahí mismo el rio que apadrina la noche junto al cielo limpio de la contaminación lumínica que nos deja la ciudad.

Ya lo dijeron Los Vándalos en su famosa canción: «Rosario es el rocanroll» y no hay dudas que es una movida que suma gente en la ciudad.
Territorio joven por excelencia, el Galpón 11 es el lugar del rock y su gente. Luego de las refacciones de toda la zona de los galpones para la conformación de Ciudad Joven, el Galpón 11 luce como nuevo y está listo para ponerle decibeles a los oídos de los rosarinos.
Las actividades del Galpón son esencialmente recitales, pero siempre pensando en promover a nuevos talentos jóvenes de la movida rockera. En este sentido se organizan concursos de bandas para tocar en el festival de primavera que se hace en ese parque y también otras competencias para acceder a grabar un disco o un video como Rosario Suena.
El Galpón es también quien gestiona la Escuela de Rock, un proyecto divino que propone un trabajo codo a codo con músicos, docentes y productores de la ciudad para llegar a ser una estrella de rock.
Hay que estar atentos a la agenda porque cada tanto hay bandas interesantes. Los Vándalos, Rosario Smowing, Los Shocklender, Bulldog, Carmina Burana, entre otras, suelen pasar seguido por ahí. ¡Rock and roll, nene!

El Galpón 11 se ha convertido en un punto de encuentro y de generación de proyectos culturales varios. Es un espacio cultural dependiente de la Dirección General de Programación Cultural.
Fundamentalmente se destaca en su modalidad de recitales, ya que Galpón 11 le brinda la posibilidad de ofrecer recitales en óptimas condiciones de seguridad a cientos de bandas rosarinas. En el marco de la cultura del rock, miles de jóvenes concurren habitualmente a este espacio, dando vida a una movida que crece día a día en la ciudad.
También allí mismo funciona la Escuela de Rock Municipal, inaugurada en 2006 y orientada a la enseñanza de todo lo relacionado con la conformación de los procesos que hacen a una banda de rock. En la Escuela pueden participar jóvenes entre 15 y 25 años, y asistir a distintos tipos de talleres, tales como: Historia del Rock, Taller de armonía, composición y descomposición de la música; Taller de canción; entre otros.
A lo largo del 2011 en el Galpón se realizaron obras de construcción y remodelación, que permiten que este el mismo siga creciendo y renovándose a cada instante.