Frida Kalho Bar

Comida rica, café rico, precios accesibles, un ambiente muy buena onda y gente muy amable. Realmente es un muy buen lugar para ir a desayunar/​almorzar/​merendar tranqui, ya sea solo o con amigos.

Acá trabaja una amiga mía que es re apasionada por la cocina. Me cuenta que la dejan realizarse con absoluta libertad, que los dueños son una pareja re piola que siempre arman menú en conjunto discutiendo hasta llegar a algo que sea rico, barato y abundante.
Y así es su esencia general en cada una de las cosas que allí se llevan a cabo. Además de ser un lugar que durante la semana alberga a los trabajadores céntricos durante sus mediodías, los fines de semanas está muy bueno para arrancar la noche con cervezas, pizzas y alguna banda que se presente en el lugar. Todo muy informal, con propuesta cultural buena y atractiva.
E imagínense la decoración y la atención de un lugar que se llama Frida kalho.
¡Sí! Se lo imaginaron bien. Todo colorido, con miles de chucherás por todos lados, e iluminación re copada.
El murmullo es inevitable, eso sí. Es chico y siempre hay mucha gente, sobre todo jovencita

Tuve la suerte de conocer el lugar ya que su dueño Gonzalo, es amigos de mis primos y fuí con ellos por su recomendación, y sí, se que eso siempre tiene un plus. Pero además de contar con una atención «especial» el lugar me encantó, por esas cosas de la vida he pasado innumerables veces por el frente y jamás había entrado, grave error.
El lugar cuenta con varios puntos a favor:
— Su decoración es exquisita, toda la casona remodelada está ambientada con las obras de la espectacular artista mexicana y los colores que ilustran su fachada te invitan a entrar automáticamente, cosa que se dispersa por todo el lugar.
— Por otro lado cuentan con un patio interno para fumadores que para los que tenemos la desgracia de hacerlo siempre es un plus.
–Tienen un happy hour de cerveza artesanal que vale la pena disfrutar si no podés ir hasta el río o Pellegrini y los jueves dura hasta las 00hs! algo único.
— Cuentan periódicamente con variados shows en vivo gratuitos en dónde siempre se escuchan bandas nuevas que sorprenden.
Un punto flaco es su acotado menú, pero a veces puede resultar como algo bueno, si no podés con mucho no lo hagas, quedate con lo clásico y sabes que no vas a fallar. Pizzas y porrones de litro son la mejor opción para una mesa de amigos que van a disfrutar de un buen show.

Es un sitio muy peculiar ya que se ubica dentro de una casa antigúa que está bien conservada. El lugar es muy simpático, tiene un ventanal que da a la calle, mesitas en la vereda, y por dentro parece una vecindad (me recuerda a los llamados conventillos), tiene un patio interno central y funcionan, a veces, al rededor locales de ropa. La decoración recuerda lo mexicano y también lo parisino. Las comidas que ofrece son variadas (en general de no demasiada elaboración) y de precio moderado. Recomiendo los «happy hours» (dos por uno) de cerveza artesanal de lunes a viernes de 19 a 21 hs. y los jueves hasta las 00hs. Suele presentar espectáculos musicales en vivo. La atención es muy eficiente. Ideal para ir pareja y reuniones de trabajo durante el día ya que suele ser muy tranquilo para charlar. O también sólo o entre amigos. Te sentís como en una casa y eso es muy agradable.

Esta casona antigua está decorada magníficamente con cuadros de la famosa pintora o sobre ella. A Frida podés ir a escuchar música en vivo. Tocan bandas que hacen boleros, shows acústicos, con clásicos internacionales y nacionales, siempre tranquilo. También se puede cenar, aunque no tienen una carta muy amplia, sino todo más bien rapidito, pizzas, picadas, el clásico carlito, pero todo muy rico. Es ideal para ir en pareja, pero si querés ir a charlar con tu acompañante, te recomiendo que te ubiques en alguna de las habitaciones que no están tan cerca del mini escenario, porque cuando hay show, posiblemente moleste el murmullo. También hay happy hours de cerveza artesanal, de lunes a viernes, de 19 a 21, y los jueves hasta las 24. Lo mejor de este lugar, sin embargo, es la atención. No es de esos lugares en los que tenés que estar cabeceando para encontrar al mozo, ni hacer escandalosas señas. Una vez llegamos tarde y estaba todo ocupadísimo. Los empleados, súper amables, nos armaron una mesa en un lugar retirado y cuando se desocupó otra nos vinieron a buscar, y aunque estaban con mucho trabajo, no se olvidaron de nosotros. Estas atenciones a mí me hacen querer volver a un lugar.

Tuve la oportunidad de ir a ver una banda amiga y la verdad que me gustó el lugar. No es nada del otro mundo y el aire bohemio que se respira parece bastante autentico. Tenían buen sonido y mucha onda tanto en el servicio de las mozas como en la atención del encargado que paso varias veces para ver si estaba todo en orden. El detalle que más me asombró fue que las mesas tenían nombres propios en vez de numeración.
Comimos una pizza, que estaba bien. Y tomamos cervezas de litro. Pareciera que el proyecto está más enfocado a las propuestas culturas y en trasmitir una ideología que a la variedad de oferta gastronómica. Guarda que eso no tiene nada de malo. La primera habitación, la que da a la calle, parece ser más apta para el café, por su diseño más moderno.
Es un lugar muy bueno para ver bandas under o participar de alguna muestra artística acompañado con una botella de vino, un vaso con hielo y un par de amigos.
La decoración hace honor al nombre del local y acompaña perfectamente al espacio físico: el toldo de chapa ploteado con un patrón, un regalo para los ojos curiosos!

Es una casa reformada a bar que ofrece distintos recovecos para aprovechar la calidez del lugar. Ambientación acorde a Frida, con algunas de sus frases y otras evocaciones.
El menú tiene una presentación especial tipo un fichero, allí se ofrece variadas comidas, que son deliciosas y con precio acorde.
Incorporó Happy Hours de cerveza artesanal, dos por uno, de lunes a viernes desde las 19 a las 21hs mientras que los jueves se extiende hasta las 0:00hs.
Se destaca por ofrecer shows musicales gratuitos! Jóvenes músicos locales incursionan compartiendo su música en el generoso escenario de Frida Bar.