Free Shop

Los helados son mi debilidad, mi pasión, los como en invierno, a 30 grados bajo frío, con torta, en tragos, me dan felicidad, son mi terapia en los días tristes, nose que mas! Puedo estar comiendo helado durante un día seguido sin ingerir algo un poco mas solido.
Por eso voy probando heladerias en todos los lugares que vivo, desde las reconocidas marcas pasando por las de barrio hasta los helados que se compran en los parques por parte de los vendedores ambulantes al grito de «helado heladooo»
Vamos a esta heladería que es lo importante.
Con freeshop he disfrutado de grandes helados, abundancia es lo que no falta. Variedad de gustos la normal, nada exótico ni original. El helado en si es rico, un 8 le pondría y llenar te llena.
La ubicación es especial por que es una esquina de barrio donde la tranquilidad es moneda corriente.
No es mi mejor opción si tengo que llamar y pedir delivery pero si estoy cerca no dudo en elegir un helado de freeshop.

FreeShop es una de las tantas heladerías que hay en Rosario, no es de mis favoritas, porque su calidad es muy inferior respecto a las marcas líderes de helado artesanales de la ciudad, pero hace un tiempo, tenía un local de la misma, en la esquina de casa y cuando uno se tentaba, venía bien para solucionar ese problemón de querer algo dulce YA.
Los gustos son de estilo clásico, dulces de leche, chocolates, de fruta y alguna que otra crema. No esperen extravagancias tipo «mousse de maracuyá»; sin embargo, zafan y tienen a su favor que sus locales a diferencia de otras heladerías de la ciudad, no están abarrotados de gente, por lo que en diez minutos, a más tardar ya estás disfrutando de tu helado, que las porciones son muy grandes, como que exageran y al cuarto lo hacen casi medio kilo y así. Y por último pero no menos importante, otra de las cosas que tiene de bueno, es que los precios son un poco más económicos que heladerías de más renombre, como Marbet o Esther, por lo que si andas a fin de mes y con antojos, aquí van a saber cuidar tu bolsillo.
A la hora de pedir delivery a tu casa, te recomiendo hacerlo a alguna otra heladería, pero si andas por la calle, pasas por FreeShop y te antojaste de un helado, entra que tampoco te van a defraudar.

Esta heladería tiene de positivo que todo lo que te sirven es muy abundante. Esto hay que tenerlo en cuenta para comprar lo más chico y no gastar de más.
Esta sucursal es bastante nueva, tiene espacio para sentarse adentro o afuera, yo elijo afuera siempre porque es más bonito.
Este lugar me da una buena sensación porque de las heladerías que explotan de clientes a toda hora, esta es re tranquila, limpia, con poca gente, se puede hablar y ser escuchado en paz, no tenes que estar tres horas haciendo fila para todo.
Además de eso, yo trabajo los sábados y domingos en un jardín, por lo cual cuando estoy yendo a la tarde a mi lugar de trabajo paso por la heladería, los días que ya comí aprovecho y me tomo un candy.
Los primeros días me compraba el candy mediano y me di cuenta que llegaba un poco tarde por quedarme comiendolo. Así que incorporé el chico, es un poco menos pero igue siendo mucho, es riquisimo.
No es la mejor heladería en el sentido del gusto, porque yomo o esther me parecen helados mucho más cremosos, pero igual estos son muy ricos y tienen a favor lo del local tranquilo.
¡Viva Free shop!