Primero q nada personalmente prefiero frapera no la nueva moda de un bolsito donde te colocan el hielo con agua y la botella de lo q pediste, y segundo pedimos como una picada q tenia variedad de pescados, cornalito fritos, rabas, empanadas de pescado etc. Ya q fue el viernes santos y nos dieron un revuelto de todo eso, una verguenza y una desepcion…
Marien J.
Tu valoración: 4 Rosario, Argentina
Muy lindo lugar. Muy buena comida! Recuerdan las cosas de la abuela ya que te encontrás con una variada selección de objetos.
Vanina D.
Tu valoración: 4 Rosario, Argentina
Muy lindo lugar, vine varias veces y siempre quedé más que conforme. Platos abundantes y ricos acompañados de una linda ambientación.
Lucas G.
Tu valoración: 2 Rosario, Argentina
Desde el momento en que entrás sentís que estás en otra dimensión, parece como si hubieras entrado a una gran kermese ubicada varias décadas atrás. El punto alto del lugar es la decoración(vintage/cool) y la originalidad(no hay dos elemntos de vajilla iguales, todos son distintos). Las paredes están repletas de espejos, retratos viejos, jaulas, hasta se puede encontrar un busto de Perón. El tamaño y la rigidez de la carta puede parecer pintorezco pero la realidad es que también engorrosa de manejar. La decoración es un diez, el tema es que supuestamente estamos en un bodegón donde se debería comer bien… bueno, en este caso a la comida le falta para ser buena.
Antonieta F.
Tu valoración: 4 Rosario, Argentina
Amo este lugar! Desde que entras hasta que te vas, vas descubriendo detalles en todo lo que es su decoración. Mesas, sillas, vasos, cuadros; todo tiene su propia impronta y causa un gran impacto visual. Se podría describir como una ambientacion Vintage: Manteles a cuadros, vasos de colores de diferentes modelos, retratos en blanco y negro de personas seguramente ya fallecidas y una gran carta. Sí, digo gran porque es una carta enorme, asi como un cuadro. En la carta hay platos exclusivos, serán 7 u 8 nada mas, uno más rico que el otro. Cada vez que quiero comer pescado, definitivamente, voy al Oso sala la sopa, la Boga depinada es una delicia y sus precios varian entre los $ 100 a los $ 140 por plato. Aunque para mí, lo vale cada centavo. Se encuentra alejado del centro, más precisamente en el barrio Pichincha; a pesar de ello, siempre está lleno de gente, sin importar el día de la semana. La atención es buena, se puede ver la cocina desde las mesas, y puedo asegurar que la comida, en su totalidad, se elabora en el momento, Al retirarte te podés llevar un chupetin como obsequio. ¡ Los de Coca son los primeros en desaparecer !
Vanesa N.
Tu valoración: 1 Rosario, Argentina
Fuimos en esos intentos de descubrir lugares que nos sorprendan. Noche de sábado con amigas en plan de festejar un cumpleaños llegamos con todas las expectativas. El lugar está en pleno pichincha, al entrar ves paredes abarrotadas de cuadros, fotos y platos antiguos, las mesas tienen sillas de distintos diseños y colores, hay objetos antiguos desparramados por el lugar, como jarras, bidones, espejos y demás chucherías. Voy a lo importante que es la comida, que gran desilusión, un completo desastre. Pedimos diferentes platos y oh casualidad a todos le ponían la misma guarnición con una salsa que hacía de sopa… los platos eran literalmente una sopa con comida dentro, el puré sumergido y los bordes chorreando, lamentable. La comida de muy baja calidad, hacía rato que no me pasaba tener ganas de levantarme e irme. Pero la historia no termina ahí, esa cosa que tenemos que nos tropezamos con la misma piedra una y otra vez, bueno yo caí de nuevo a darle una segunda oportunidad. Esta vez con un par de amigos pedimos otras opciones de la carta, y de nuevo fallaron en todo. La comida es nula, no tengo nada para rescatar. La atención normal, los mozos evidentemente están acostumbrados a las quejas. Los precios normales pero dada la calidad de comida es un robo… Dicen que la tercera es la vencida… A MINOMEAGARRANMAS!
Federico P.
Tu valoración: 2 Rosario, Argentina
Cuando entras te llama mucho la atención la decoración del lugar, es muy extraña! Cargada de un rejunte de lámparas y cuadros, y cruces, y premios de deportes que alguien habrá ganado, sillas dispares en mesas dispares, ningún plato es igual al otro, ningún cuchillo es igual al siguiente, lo mismo pasa con cada cubierto y cada vaso y cada plato. El lugar es simplemente singular y eso es llamativo y muy simpático. Las cartas son unos cuadros enormes que el mozo traerá a tu mesa, deben medir unos 50 cm de alto por 30 de ancho, y hasta allí todo va fantástico. El problema viene cuando pedís, en mi caso no tenían gaseosas naturales(no podía tomar fría porque estaba con dolor de garganta), vinos que estaban en la carta no había en stock y eso era bastante frustrante, terminé tomando agua con gas. La comida no mejoró mucho, la entrada fue unas rabas que no estaban bien cocidas y fueron enviadas de vuelta a la cocina y luego con los platos principales paso algo diferente. Si bien pedimos 3 platos iguales y uno diferente, los 4 salieron con la misma salsa ¿? uno chorreando, muy mal presentado y los sabores estaban realmente muy fuertes, casi re cocinados. Cuando me quejé de esto al camarero, nos pidió disculpas(el mozo fue siempre muy atento, a pesar de la faltante de vino, gaseosa natural, el problema con las rabas y ahora la mala presentación de los platos) y nos trajo un voucher para ir a comer arroz con pollo gratis un día Lunes ¿? algo completamente desconcertante. En síntesis, pedimos la cuenta y nos fuimos a tomar el postre a otro lugar. Espero que mejore la comida ya que el lugar tiene mucho potencial, sinceramente la decoración puede hacer que el lugar sea cautivador pero le falta una vuelta de rosca a la cocina o un chef con un poco de autocrítica.