El Club de la Milanesa

La comida espectacular. Vine un martes a la noche con otras 10 personas y ni tuvimos que reservar.
Lo malo es el nivel de ruido del local y que le ponen mucho de cada ingrediente a la milanesa (ej. La milanesa de barbacoa es pura pura barbacoa). Sin embargo es riquísimo.

Fuimos a comer con amigos y pedimos las entradas mix de mar, pollo y del club. Debo decir que las porciones son bastante chicas y la calidad no fue buena. Le falta sabor y por ejemplos los cuadraditos de milanesa eran una goma.
En cuanto al local es lindo y agradable y la atención del personal fue buena.

Empecemos con lo bueno del club: sus 3 sucursales en Rosario son hermosos, re modernos, la decoración del de Puerto Norte es particularmente original. Las vaquitas por todos lados que son su marca registrada le agregan mucha onda, mis felicitaciones al diseñador. Las milanesas son ideales para compartir y nunca te vas a quedar con hambre. La atención mas o menos.
El gran problema del club es el delivery! Pido al de pichincha porque lo tengo cerca y sinceramente un par de veces llegó el pedido completo y a tiempo, pero la mayoría de las veces no. O se olvidan la mitad del pedido, o la ensalada viene con 2 de los 4 ingredientes que pedí, o algo. Las milanesas siempre son más chicas que en el restaurante (qué onda esto? no le encuentro el sentido) y los toppings así nomas. Por ejemplo pedimos una caprese y venía con un poco de queso y dos rodajas de tomate — la albahaca ni idea. Es una lástima que le den tan poca bola al delivery porque sus productos son riquísimos pero esto les re baja.

Hacía mucho tiempo que no iba a comer al Club de la Milanesa. Volví a ir la semana pasada, y recordé lo buena que era la comida en este lugar.
Pedimos una super picada, todo frito, y con el MEJOR rebosado!!! Además, vino con dos chopps de regalo! Muy recomendable!
Los precios están acorde a la comida, la atención fue muy buena y el lugar y la música agradables!
Lo único, si vas un día del fin de semana, es recomendable hacer una reserva, porque se llena!

Este Club de la Milanesa fue mi adicción por bastante tiempo. Era mi lugar favorito para ir a almorzar y quedarme luego con mi compu trabajando. Las milanesas me las probé casi todas! Tienen infinidad de variedades y combinaciones para que no te aburras nunca de comer milanesas.
Los manúes ejecutivos de mediodía además de ricos son muy accesibles, e incluyen papas fritas o ensalada para acompañar, bebida y postre o café. Las últimas veces que fui descubrí las milanesas de soja y de calabaza, rebozadas con semillitas de chía que son realmente un placer! No todo el mundo las prueba, ya que se supone que si vas al «Club de la Milanesa» no podés pedirte otra cosa que no sea una milanga! Para bajar un poco las calorías, no vienen nada mal :)
El lugar es muy cómodo, podés encontrar mesas abajo y en el piso de arriba. Casi siempre elegíà la parte de arriba porque había menos gente y podía estar más tranquila trabajando. Tienen wi-​fi gratis, y la atención de los mozos y mozas siempre es muy cordial y atenta.
Para tener en cuenta es que también realizan delivery!!! Las milanesas en este caso siempre son gigantes, vienen en una caja de pizza!!! Pedimos varias veces con mi novio la porción «medium» que sería indicada para 2 personas y nunca la podemos terminar!!! Siempre queda un pedacito para que la ataquemos al día siguiente.

Tuve un tiempo de adicción importante a este lugar, creo que tuve que sentarme y charlar muy seriamente conmigo si me convertía en una milanesa o empezaba a comer un poco mas sana, SON MUY RICAS, va eran como toda marca que abre sus puerta al publico y las despliega con todo, después terminaron mostrando la hilacha. Hace un tiempo que deje consumirlas porque cada vez venian mas chicas y con menos salsitas arriba, cosa contraria a sus inicios que eran super milanesas.
Recuerdo cuando hace ya varios años, una amiga me dijo que había cerca de sus casa un local que se dedicaba solo a vender milanesas, como buena Argentina que soy amo comerlas, estas particularmente son muy grandes y de diferentes sabores tipo pizanesas, así que arrancamos, bien gordas las chicas, pedimos un de salsa blanca con cebolla de verdeo, una bomba de sabor!, desde ese momento mi vida cambio y cada vez que podía y encontraba la escusa me iba o pedí una mila.
Cuando vas al local, muy pintoresco, ubicado en el famoso barrio de pichincha, puedes optar por sentarse, adentro, en la vereda o si tenes suerte en la terraza que tiene que es muy acogedora. En una época no se si siguen haciéndolo, por que supere mi adicción y hace varios muchos meses que no voy, te traían como entrada un pan con algún salsa para compartir.

El primero de los Club de la Milanesa y el que marcó mi adicción!
Ubicado en una esquina, con mesas en la vereda y con un salón dentro con dos pisos, el Club siempre (mediodia y noche) repleto de gente hambrienta y a la espera de darse una panzada!
Ofrecen varios tipos de tapeo como croquetas, daditos de muzzarela, papas fritas, etc, pero quien cae en ese lugar es para probar la variada cantidad de milanesas que ofrece este lugar.
En su carta, extensa, tenés para elegir milanesas al horno o fritas con papas puré o arroz o ensalada. Para uno o para compartir.
Con la variedad te volvés loco, te parecen una más rica que la otra (y lo son). Entre sus variedades más tentadoras están:
— fondeu de queso
— napolitana
— barbacoa
— crema cheddar
— napo picante
— suave
— a caballo
–mostaza
— capresse
— clásica
— panceta a la crema
— liviana, entre muchas otras más!
Los precios son bastante buenos, teniendo en cuenta que son porciones grandes.
Si optás por el delivery podés entrar a la página de internet que además de la variedad de milanesas encontras los precios y sus variantes. Esta es una genial opción para comer rico y en casa.
Cuenta con un menú light que consta de milanesas de soja y de calabaza. No las probé pero su pinta es tentadora!
Cervecería normal, como el resto de los bares. A mi me gusta el tubo de chopp. Su precio es bastante elevado en consideración a su contenido pero es tan novedoso que me encanta!

Este fue el primer local del Club de la milanga, el de Pichincha. Ahora tienen dos más, uno por calle Pellegrini y otro en Puerto Norte. Pero toda la magia empezó acá, en la esquina de Jujuy y Alvear.
No hace falta aclarar mucho cuál es la especialidad de la casa. Cualquier milanesa que se pida va a estar muy bien. No se le va a errar. Los platos son muy abundantes, así que siempre hay que ir con la idea de compartir. La atención es correcta y los precios son aguantables. Estamos hablando de milanesas algo más gourmet, no son las comunes y corrientes que fritamos nosotros en casa. O sí. Bueno.
La carta es muy variada y siempre van agregando nuevos gustos. Eso está bueno. Las hay fritas o al horno, de pollo, ternera o soja.
La particularidad de este local lo hace la terraza. Siempre hay que intentar conseguir mesa ahí. Está todo muy bien ahí arriba. Ah no, paren. Primero hay que tratar de conseguir mesa, donde sea. Digo esto porque siempre, pero siempre, está lleno de gente. Lista de espera y todo. Así que paciencia.
Me gusta mucho este lugar, lo recomiendo un montón.
Ah, el delivery no juega. Una vez pedí y me llegaron crudas.

Siguiendo con la búsqueda de expertos que me den su opinión profesional busqué a la persona idónea para hablar del Club de la Milanesa de Pichincha: mi novia. Ella es la cliente número uno del restaurante. Más específicamente del delivery.
Su milanesa preferida es la de crema cheddar, después viene la de espinaca con salsa blanca. Y para completar la terna la patagónica (tomate confitado, fiambre ahumado y rúcula. Según ella las papas fritas para uno son la mejor guarnición, pero si es en grupo se puede pedir las papas rústicas con crema de ciboullete y panceta. Para mi no hay con que darle al puré.
Su recomendación es alejarse de las otras opciones de menú. La mayoría de las entradas no son convenientes. Las porciones son chiquitas y están bastante caras. Las croquetas de papa y los bastones de muzzarella especialmente.
En general, para la gente del barrio es más fácil ir a buscar las milangas antes que esperar al delivery. Si vas a comer al local, te recomiendo el misil (chop frio servido en la mesa). No es lo más económico para tomar cerveza pero es una experiencia recomendable.