El Cafetín

Cuando paso por calle Mendoza a la altura de Sarmiento siempre noto que, pasando el teatro, se ve una ventana que se alza por encima de mi altura que ‘contiene’ personas tomando café. Siempre me pregunté si es una oficina particular o cuál es la entrada de ese lugar.
Tardé un tiempo en corroborar que se trataba de El Cafetín. Un lugar para la dispersión que a cualquier espacio cultural no podría faltarle. Ubicado dentro de la Plataforma Lavardén, este café sigue con la dinámica artística que acompañà la sala que está a su lado y el mundo mágico que lo ve desde el primer piso (buscar en mis reseñar anteriores).
Desde un paño fijo alargado se deja ver la exhibición de obras de la sala contigua. Una segunda ventana, deja ver el movimiento de las calles rosarinas en las horas agitadas del día. (Esa era la ventana que me llevó hacia su interior). El lugar es chico pero acogedor. Me siento a tomar un café, por puro placer de esta ahí.
Una de las paredes está ocupada, casi completamente, por una obra de arte emblemática del arte rosarino, «La Chola» de Ángel Guido. Me maravillo con esa pintura. Podría quedarme mirándola horas. Ese día, la miré el tiempo que dura un café, segura de que volvería a ese lugar para ser buscar esa complicidad una vez más.

En Mayo del 2012 abrió El Cafetín ubicado dentro de la plataforma Lavardén. En ese momento yo trabaja allí, en el edificio del Ministerio y protestaba por el polvo cuando lo estaban armando pero una vez abierto fue mi gran compañía en días de mucho stress.
Se trata de un pequeño bar, muy pequeño perfectamente diseñado que nació como un proyecto del Ministerio de Innovación la Provincia y que luego con la revalorización del edificio por la creación de la Plataforma Lavardén, fue creciendo en popularidad y se convirtió en un nuevo espacio de interés.
El Cafetín contiene la magia pura de un edificio centenario, se siente como un lugar puro y sus detalles son de alta categoría, su diseño es distinguido de estilo Europeo donde prevalecen los colores blanco, negro y oro y su diseño revive de manera pura a este lugar.
Está abierto todos los días desde la mañana hasta la noche y en el mismo encontrás servicio de cafetería clásica, bebidas y delicatesen dulces y saladas.
Es un espacio ideal para el té y un intervalo perfecto con el mayor confort.

Antigüamente en 1943 fue el «Cafetín de Rosario», en la base del edificio de la Sala Lavardén. Actualmente está restaurado, forma parte de la Plataforma Cultural Lavardén y sus paredes conservan parte de su historia. Un entorno moderno y antigúo a la vez con detalles de categoría. Presenta un diseño distinguido grandes molduras, colores oro, blanco y negro. Cuenta con servicio de cafetería clásica bebidas, cocteles y delicatessen dulces y saladas. Está abierto todos los días por la mañana, el mediodía y la noche. Un espacio ideal para eventos, agazajos de todo tipo y servicio de breack para los intervalos de las funciones del teatro y eventos que tendra el edificio. Me encanta ir y sentarme al lado de la ventana y mirar la gente pasar. Tiene una cálida atención y buenas revistas para leer.