El bar del Negro, está buenísimo. La comida es rica, y al estar al aire libre, es un bar abierto a fumadores. Es muy común ver grandes grupos de amigos en el patio. Esos son todos los puntos favor que tiene. Ahora vamos con las contras. La primera es que me pone muy mal cuando veo un mal trato de los dueños hacia sus empleados, yo fui moza en mis épocas doradas, y siempre que me gritaron o tuve alguna mala contestación por parte de mi empleador, me fui por el mismo lugar por donde entré. Lamentablemente fui testigo de un par de gritos del señor de atrás de la barra hacia la chica que no estaba atendiendo. Esta se ve que no se dejó pisotear, y al tercer grito le revolió la bandeja por la cabeza. Así como les cuento. Parecía una película en vivo y en directo. Nunca me imaginé que esa chica iba a tener ovarios. Bueno, los tuvo señores. Claro que las miradas de las otras mesas disparaban contra el señor de la barra, dándole a la pobre chica un guiño de complicidad. Las otras veces que fui, no viví ningún episodio similar, pero sí admito que la comida tardó demasiado. Luego el postre y para finalizar la cuenta. Es una lástima, porque al tratarse de un bar que utiliza la figura del emblemático Negro Olmedo como ficha de publicidad, tendría que al menos hacerle honor al personaje con la buena onda y las ganas de vivir. Pero se ve que este señor es la antítesis al Negro que no robó cientos de risas, y hasta nos hizo llorar de alegría con sus actuaciones.
Rocío E.
Tu valoración: 4 Rosario, Argentina
Recuerdo haber ido a un espectáculo a este bar. Hacía frío afuera, la noche resultaba hostil, como para un tango. Adentro, sin embargo, una esmerada calidez recibía a los visitantes. Tiene un patiecito adelante, un salón principal abajo, y una sala arriba, donde se dan los shows. El espacio destinado a shows no es muy grande, es como para recitales íntimos, acústicos. Suelen escucharse acá músicos populares, canciones ciudadanas, covers de la trova, tangos, cantautores. A la sala de arriba se sube por una complicada escalera, situada en medio del salón principal. Los baños están afuera, en el patio. Tengo ese recuerdo de que, quizás, era un poco incómodo dejar de ver el show, bajar la escalera, cruzar el saló de manteles blancos y salir al baño. Quizás esa sensación se deba a que hacía frío y, además de todo el periplo, había que ponerse camperas y bufandas para salir a hacer las necesidades. Pero fuera de eso, el lugar es lindo, es diferente. Diferente por ser clásico y tradicional, igual a sí mismo. Es ideal para una velada tranquila y retro.
Ana I.
Tu valoración: 3 Rosario, Argentina
Tan rosarino como el Negro Olmedo, este bar está situado en el corazón de Pichincha, barrio que supo ser cuna del gran humorista. El bar rinde homenaje a Olmedo en todo, desde su nombre, su decoración y el mini santuario con un busto de éste rodeado de platos de bronce que recuerdan sus personajes, justo en la ochava. Como parte de este homenaje y recordando la figura del artista, el bar tiene la categoría de cultural, ya que se realizan obras de teatro, recitales y lecturas. Es un bar para tomarse un buen café o ir a desayunar. También tienen almuerzos ejecutivos con menúes accesibles y buenos platos y para la noche se puede optar por pizzas o sandwichería aunque también tienen apetecibles platos elaborados. Es un bar más bien tranquilo, de un público de adulto de mediana edad(de 40⁄45 para arriba), para grupos o reuniones sociales. Tiene un patio muy lindo que ocupa la esquina que lo hace altamente agradable para las noches de verano o las tardecitas de primavera. Este bar es parte del circuito de Olmedo por Pichincha donde también se puede visitar su escultura montada en un banco de plaza, recorrer los bares y locales nocturnos para tomarse una copa y observar a las señoritas, que sería lo que seguramente hubiera hecho el Negro.
Jorgelina Luz S.
Tu valoración: 3 Rosario, Argentina
Este resto bar también conocido también como la Esquina del Negro, es la casa donde vivió Alberto«Negro» Olmedo. Se encuentra en el Barrio de Pichincha(Algunos lo reconocen llamándolo el barrio de Olmedo) y nos habla de la historia reciente Rosarina, en particular hace homenaje a este gran artista local que genero miles de risas a todos los argentinos. Este lugar rinde tributo a este humorista y a todos sus personales interpretados, se pueden ver imágenes del inolvidable Capitán Piluso, el Yeneral Gonzáles, el Chiquito Reyes, Rucucú, el dictador de Costa Pobre y el famoso Manosanta, entro numerosas creaciones que el Negro Olmedo imprimió en el imaginario colectivo y popular. En este lugar el humor es el condimento especial de todas los días. Ofrece menús ejecutivos, minutas, especialidades en pizza. Está abierto todo el día. Por las noches en la planta alta(que tiene salón climatizado) se ofreces espectáculos teatrales, humorísticos, stand up, músicos en vivo y otros. A pocas cuadras, en Rivadavia y Pueyrredón, está la plazoleta de homenaje, con el banco con la estatua en tamaño real de Olmedo donde casi nadie se resiste a sacarse fotos sentados junto a él. El mínimo homenaje de bronce para Olmedo que en temas de humor siempre se ganó todas las de oro!!!