Dietética Lela Lala

Esta dietética/​almacén natural se encuentra dentro del top five de mis mejores de Rosario. Realmente el surtido y con ello, los precios son extraordionarios, accesibles y no se abusan con este tipo de productos como en otros locales.
Uno siempre que concurre a este tipo de lugares son, por lo general, chicos y con todos los productos amontonados dejando poco lugar para moviliarse. Ok, en Lela Lala pasa algo parecido pero…¡y eso que es grande el lugar! Aún así, todo está muy bien dispuesto y valoro que el orden y organización esta presente teniendo en cuenta la cantidad de productos que se ofrecen.
Cuentan con variedad de harinas, cereales, leumbres, panificados integrales, golosinas, productos para celíacos, vegetarianos y veganos, repostería y la lista sigue. No me sorprendería encontrar un respuesto para la maquina de afeitar de tantos productos que ofrecen.
Sin dudas, si les queda lejos como a mí…¡vale la pena acercarse y surtirse!

No es la dietética que más cerca me queda, pero es la que paso cuando voy para mi trabajo, que sin dudas siempre me saca de apuros. Mi elección por la comida sana y natural hace que sea clienta de cualquier negocio de éste rubro. He recorrido muchísimas dietéticas dentro de la zona pero ninguna la iguala en cantidad de productos que tiene a la venta, ya sean envasados o por peso, o sea pedís la cantidad que te sea necesaria ya sea en cereales, legumbres, nueces, especias, etc. la diversidad es enorme, no podría enumerar todos los artículos que tiene en stock, todos exhibidos, frescos y con un excelente precio. Recomiendo las barritas de cereal con frutas secas, son una delicia y con bajas calorías.
El local es amplio, muy ordenado, con un frente muy colorido que llama la atención y una entrada vidriada. Se ubica en calle 9 de julio al 800 donde la clientela es amplia debido al flujo de gente que pasa por el lugar. Ésta dietética es elegida por sus clientes por sus precios y sobre todo por la atención que brindan las empleadas, ya que siempre te aconsejan o te asesoran sobre algún producto en especial.

Me encanta esta dietética. Bueno, todos los lugares con comida sana, natural y orgánica me encantan.
Me queda un poco lejos, pero siempre que ando por la zona paso y compro algo. Dependiendo el día he hecho desde compras pequeñas para comer algo en el momento porque tenía hambre hasta compras bastante grandes para tener comida por un tiempo.
Una lástima que sólo tengan esta sucursal, porque estoy segura de que si tendrían dos o tres más en puntos estratégicos de la ciudad como zonas bien transitadas harían furor.
Una de las cosas que más me gusta es la variedad de productos que tiene. Por los barrios siempre encontramos alguna que otra dietética o almacén de productos saludables, pero los que tienen esta variedad de productos son pocos.
Todos los cereales que busquemos, legumbres, té, miel, alguna que otra mermelada, barras de cereal, crocantes, alimentos sin azúcar, para celíacos, para diabéticos, para veganos, vegetarianos, y para todos aquellos que deseen comer saludablemente.
La atención es muy buena, las chicas que atienden son muy simpáticas.
Un lugar del que sin dudas seguiré siendo clienta. Lo recomiendo.

Quería reseñar este lugar y no sabía ni la dirección exacta y menos el nombre! me costó pero lo encontré! jeje Siempre fui, porque me quedaba entre la parada del colectivo (la del 142, 9 de julio y Maipú) y la casa de unos amigos, que fue nuestro «centro de operaciones» por meses (podrían decirse años). Nos juntábamos a hacer trabajos de la facu ahí, trabajos re pesados, que hacían que nos tuviéramos que juntar mínimo una vez por semana.
Por alguna razón, la que llevaba casi siempre algo para merendar era yo. Una vez más, me las arreglé para encontrar «El lado B de la dietética» y comprar cualquier cosa menos algo light! jaja Mis amigos eran dos varones, me mataban si les llevaba algo «saludable» jaja Un par de veces compré tortas Deubel, de esas que son ideales para el mate, y otras galletitas.
De todas formas, como que lo «dietético» también me tentaba jeje sobre todo las frutas secas. El lugar funciona bastante como autoservicio, la caja está al fondo, y vos llevas lo que necesitás. La señora que atiende a la tarde (nunca fui a la mañana, quizás es la misma jeje) es muy amable.

Es una dietetica que lleva años en el barrio y muy buena por cierto.
Tenes de todo, asi como se escucha. Semillas de todo tipo, cereales, frutos secos, etc. Una gran cantidad de productos para comprar sueltos y también paquetes de galletitas, barras de cereal y alfajores. Dieteticas o no aca podes encontrar todo tipo de alimentos. Cuando se me ocurre hacer alguna receta medio rara y necesito ingredientes que no sabes de donde sacarlos este es un buen lugar para ir.
Canela, azúcar negra, semillas de lino, harina de mandioca, pistachos, bananas secas, son algunos de los ingredientes que compre alli.
Comprar galletitas de animalitos es siempre una vuelta a la niñez, o cualquier tipo de ellas que venían en esas cajas grandes que se vendian por peso.
Los precios son buenos y la atencion es muy buena también, son esos locales donde te podrías quedar conversando media hora comentando la receta que vas a hacer y escuchando consejos de cocina.
Me agrada el lugar, la amabilidad con la que te tratan hace sentirte que seguís en un barrio por mas que la ubicación sea tan centrica.

«Disculpame, ¿cómo se llama esta dietética?» le pregunto a las dos mujeres que están (casi escondidas, detrás de pilas de cosas) del otro del mostrador. Es un viernes al mediodía y fui a comprar cereales para tener para el fin de semana. Tía y sobrina se miran y se ríen.
«La verdad» dice la tía «que no tiene nombre. Pero mi nieto quería hacerme una página de Facebook y necesitaba ponerle alguno, así que le puso ‘Lela Lala’, que es como él me dice a mí. Es como un trabalenguas, como el de los tres tristes tigles»
Y vuelven a reírse las dos, y yo me río con ellas.
La dietética «Lela Lala» (no puedo dejar de canturrear el nombre desde que me lo dijeron) es una dietética enorme ubicada por calle 9 de julio, casi esquina Laprida, en una zona llena de locales de barrio: un súper chino, un bar de barrio, una rotisería, quioscos que venden desde chicles hasta mochilas, localcitos de ropa, un par de verdulerías, dos lavanderías, una agencia de quinielas, un jardín de infantes…
La primera vez que entré fue porque iba con hambre (acababa de salir de una clase de danza) y era muy mediodía y quería picar algo en el viaje en colectivo hasta mi casa. La vidriera es enorme, dos ventanales lleno de cosas, y fue inevitable entrar y mirar a ver qué podía llevarme. Desde entonces al menos una vez por semana entro, compro algo y me voy contenta.
La variedad de cosas que tienen es impresionante y siempre descubro algo que hasta ese momento no había notado, aunque probablemente siempre haya estado ahí. Para empezar (por algún lado hay que empezar) tienen galletitas en caja, que se venden sueltas; como de todo lo demás, los paquetitos ya están armados, de 100 o 200 gr por lo general, y tiene su cartelito con el precio para no tener que andar preguntando nada. Lo mismo con los cereales; yo suelo llevarme las bolsitas de 200 gr. de aritos de avena y miel o de copos azucarados (niña, lo sé).
También tienen productos Deubel envasados (tipo budines y pan dulce), galletas de arroz, tarteletas para rellenar, frutos secos, yogures, ensaladas de frutas, panes lactales, esencias, fécula de maíz, harinas, barritas de cereal naturales, productos libres de gluten, chocoarroz… La lista es interminable.
Además de la cantidad de productos y los buenos precios, a mi me gusta ir a esa dietética y no a otra porque todo está envasado y fresco, por lo que te podés servir sin inconvenientes (salvo algunos productos, como los frutos secos, que hay que pedirlos), y por lo buena onda de las personas que atienden. Una dietética 10 puntos.