Si sos tanguero de alma, no podés dejar de visitar El Levante. El arrabal está metido ahí. Una pista digna de ser bailada, se brinda a los bailarines aficionados y profesionales. Todos despliegan sus artimañas tangueras en ese lugar, con gusto. También con gusto miramos los de afuera. Todas aquellas personas que no nos animamos a bailar(porque no sabemos o por incomodidad) pero que de todos modos, tenemos el privilegio de mirar. Siempre quise aprender a bailar tango, pero nunca pasé de la primera consulta en días y horarios. Así conocí este lugar. Todavía no sé bailar. Me quedé en el bar, tomándome una cerveza, con algunos bailarines que hacen un break antes de volver a dibujar firuletes en el suelo. Por el momento, sigo siendo espectadora, pero muy pronto…
Juane M.
Tu valoración: 3 Rosario, Argentina
El Levante es otro de las clásicas milongas que muestra la ciudad, en este caso sobre barrio Pichincha, cuándo no. El ambiente que se genera es muy bueno, invita a cualquier pata de palo a intentar tirar sus primeros y tímidos pasos en el baile del 2×4. La música acompaña en todo momento y no decepciona. Pero no sólo ofrece esta oportunidad de milonga bar, también hay muestras artísticas, bandas en vivo y performances artísticas de todo tipo. Su pista de baile se ubica en el lugar central, muy amplio y cómodo para desplegar todas las habilidades. Pf si claro. Alrededor de la misma se ubican todas las mesas, medio escondidas por el entrepiso que rodea a todo el recinto. La carta es simple pero efectiva, no es el lugar para ir a buscar el plato gourmet vegetariano. Su fachada ya muestra ese aire de bodegón y el tango florece al momento que pasamos el umbral. Tuve la suerte de trabajar como mozo en algunas oportunidades. Perdón a todos aquellos que serví. Lo recomiendo muchísimo, para los que les guste el disfrute de esta música, así como también aquellos con ninguna experiencia pero con ganas de probar, por lo menos una vez, de qué trata todo este mundo del tango y la milonga.
Paulina A.
Tu valoración: 5 Rosario, Argentina
Otro de los lugares donde podemos ir a bailar tango y a brindar es El Levante. Es una casona antigua, enorme con una pista de baile muy amplia donde los viernes sacan a relucir sus dotes muchos y muchas varones y mujeres. Los viernes hay una clase para los novatos y después se arma la milonga. Una vez que empezás a tomar clases todos los viejos bailarines te recomiendan que empieces a frecuentar las milongas porque ahí es donde verdaderamente aprendés a bailar, la relación que tenemos con nuestro cuerpo y como nos disponemos a recibir el cuerpo del otro. El Levante es un bar lleno de mesas abarrotadas de bailarines. En general en las milongas pasan 4 pistas seguidas y 1 para descansar, ahí nos sentamos, nos tomamos un vino y nosotras las mujeres esperamos a que nos inviten a bailar. Bailar es solo empezar. La entrada no es gratuita.
Fernando G.
Tu valoración: 5 Rosario, Argentina
Barrió plateado por la luna, rumores de milonga. Es toda su fortuna. Cultural El Levante, otro viejo rincón del barrio Pichincha, que guarda lugar para todos los tangueros y tangueras de la ciudad. Su imponente pista de baile espera todas las noches de Viernes por la llegada de hombres y mujeres de diferentes edades y generaciones, que se acercan a tomar clases y compartir vivamente este tradicional baile. Mientras tanto, hay numerosas mesas que rodean el recinto con botellas de cerveza o tinto aguardando para cuando la música da un tiempito de descanso para parlar. Las pocas veces que fui, fiel a mi estilo de observador(y espíritu poco bailarín) opte por ubicarme en el entre piso y gozar desde ahí una hermosa vista a la pista de baile. En Cultura El Levante siempre va haber un fuelle que rezonga, mientras que una pebeta, linda como una flor, espera coqueta bajo la quieta luz de un farol.
Jimena A.
Tu valoración: 3 Rosario, Argentina
Este es otro de los espacios clásicos a la hora de bailar tango en nuestra ciudad. En su vida pasada, el lugar donde funciona Cultural El Levante, ha sido un depósito. Hoy con sus paredes de ladrillo a la vista, terracotas, techos altos y el toque de los muebles de madera, acoge a un público bastante heterogéneo, de edades bien distintas, pero que comparten una pasión: el tango. Ese baile popular, poético, sentido, que despierta pasiones en todos los rincones del mundo. Mariana Sanchez está a cargo de la musicalización. Sube una escalerita para tomar posesión de la cabina que se encuentra suspendida en el aire y comienza la milonga. La selección de temas es clásica. Grupos de amigos se acomodan en las mesitas, donde conviven la cerveza, el cortado y el wisky. Desde el entrepiso se puede tener una vista privilegiada de la pista de baile. También suele haber espectáculos, no sólo de tango sino de otras danzas como flamenco. Si te interesa tomar clases, todos los viernes antes de la milonga, tipo 22 hs, hay grupos de principiantes e intermedios. Dejá de apolillar! si te gusta el gotan pasá por El Levante, donde guapos, mozos y minas disfrutan al compás del dos por cuatro.