El dolor de muelas, es uno de los peores dolores del mundo. Si no lo sabes, espero nunca les pase. Pero así me desperté yo, con la cara hinchada y a punto de reventar por los aires. Es aquí que te vas de urgencias rumbo a tu odontólogo de cabecera o a donde puedas, solo quieres cambiar ese dolor por tu alma. Claro, cuando ocurre esto, es un poco tarde para que en un moneo quieras enderezar el rumbo de tu boca. ¡¡Qué horror! Y allí me fui a una urgencia a que me inyectaran un desinflamatorio y un calmante, ya quedarme en casa llorando hasta que eso bajara y se pudiese ver qué sucede. Fue así, con mi orden especial que llegue a ellos, especialistas en cuestiones bucales, porque allí me entere que las radiografías no son cualquier cosa fácil, son más complejas de lo que piensas. A mí me toco una de la boca entera, y allí me entere, que los aparatos que usan como deben otorgar una imagen especial donde se vean todos los dientes, no todos los aparatos las hacen. Pero había un señor que estaba peor que yo, se había fracturado el maxilar inferior y debían ver como evolucionaba todo, el pobre estaba con un vaso y un cañita, y la mujer me comentaba que teníà la boca cocida con alambre hasta nuevo aviso, el pobre hombre asentía y yo me imagine estar mejor en el acto… y no poder hablar… que mal. El trato es muy bueno, y de su experiencia profesional, nada que decir.