Barquito de Papel

El monumento del barquito de papel es hermoso en su simpleza. Para mi, que pasó muy seguido por esa rotonda, representa la recuperación de la costa, poder habitar un espacio que antes estaba perdido. Además que todo ese sector nuevo tiene un aire a nuevo y necesita sumar anécdotas, recuerdos e historias de personas. Algo así como si fuera un auto en su primer viaje que busca sumar experiencias y ganar comodidad.
Puerto Norte es un barrio totalmente renovado que todavía tiene un largo camino para recorrer. La brecha entre clases está muy marcada y la cercanía llega a separar a tan solo 15 metros realidades extremadamente diferentes. Para mi el barquito de papel podría ser el símbolo que se utilice para intentar unificar voluntades en pos del progreso. Falta mucho para lograr conciencia de barrio, sentido de pertenencia y solidaridad entre vecinos, pero habría que arrancar por algún lado.
Hay otros temas más delicados detrás de toda la esperanza que uno pueda tener. La inseguridad que se vive en la zona debido a la proximidad cotidiana entre personas que van y vienen a su trabajo con lo que sigue siendo una zona liberada para los traficantes de drogas. Conociendo el lugar, poco cambio el ambiente después de que desmantelaran el bunker más conocido de la ciudad (reitero. a tan solo 15 metros de las oficinas).
Sin comprometer el cuerpo con nuestro tiempo y trabajo, es muy difícil lograr cambios que no sean más que superficiales y buscar un crecimiento general para los vecinos de la zona.

El barquito de papel tiene un lugar privilegiado, esta ubicado en el cruce de una avenida que bordea la costa y el parque norte con el mitico y viejo conocido bv francia. La verdad que si ese barquito representa todos los barcos de papel que hemos hecho de niño y que soñamos con que flote sobre los charcos de agua luego e fuertes lluvias… la realidad es que esta muy lejos de lo que uno puede realizar como manualidada. La prefeccion que muestra el barquito dan ganas de empujarlo y dejarlo caer por la barranca hasta que llegue al rio, que se encuentra frente a el.

La verdad que a mi el Barquito de Papel me encanta, mientras lo construian esa era la ruta que tomaba para volver del laburo en bici y cada día que pasaba veia como iba tomando forma de a poco, tratando de adivinar en que lugar iríà la nueva parte que pondrían al otro día, y muchas veces vi a los artistas que la hicieron como se quedaban avanzada la noche para poder hacer un poquito más.
Veo que hay algunos que no les gusta, otros que manifiestan todo su descontento contra esta obra diciendo que es intelectualmente mediocre… yo creo todo lo contrario, por suerte los rosarinos ya se la han apropiado como indentidad de la ciudad, y también les gusta a los turistas y visitantes (una amigo italiano que anduvo por Rosario y al que no lo llevamos por ahí se quejó luego al ver el barquito en un spot sobre nuestra ciudad).
Quizás se le achaque lo de «intelectualmente mediocre» por su sencillez, pero bueno eso ya es una postura frente a la vida, frente al arte y frente a todo. Yo creo que es justamente al revés, los artistas consiguieron con una obra de una sencillez absoluta –que creo que no hay algo así en otra parte del mundo, ¿cómo no se le ocurrió a alguien antes? Esto tadavía lo engrandece más– generer significancia en la gente, con poco decir mucho, vincular al río con la ciudad, un elemento fundamental en la rosarinidad, clavarlo enseguida en la identidad de quienes lo frecuentan. Es tan poderoso, universal (en que parte del mundo nunca hicieron barquitos de papel cuando eran chicos; que otra cosa que atraviese las clases sociales sin dejar a nadie afuera), y hermosamente simple que hasta un noruego que visite la ciudad se puede identificar con el barquito.
Por otra parte no entiendo cual es el disvalor de que lo haya financiado una empresa, la cosa fue así: Arnet ya ha organizado varias veces este concurso en diferentes ciudadades del país, los artistas presentas sus ideas y el ganador se lleva una una cantidad de premio, en este caso fueron $ 60.000, que según informaron los organizadores no alcanzaban para que los artistas completaran el monumento, de manera que tuvieron que poner la diferencia de su bolsillo para poder plasmar la obra que habían diseñado. Brindo por ese gesto de artista genuino. Ah, y ojalá las empresas financiaran más obras de arte!

Impactante escultura urbana.
EL BARQUITO DE PAPEL
Pienso en el nombre y recuerdo esta canción:
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«Barquito de papel, sin nombre, sin patrón y sin bandera, navegando sin timón donde la corriente quiera. Aventurero audaz, jinete de papel cuadriculado, que mi mano sin pasado sentó a lomos de un canal.
Cuando el canal era un río, cuando el estanque era el mar, y navegar era jugar con el viento, era una sonrisa a tiempo, fugándose feliz de país en país, entre la escuela y mi casa, después el tiempo pasa y te olvidas de aquel barquito de papel.
Barquito de papel, en qué extraño arenal han varado tu sonrisa y mi pasado, vestidos de colegial. Cuando el canal era un río, cuando el estanque era el mar, y navegar era jugar con el viento, era una sonrisa a tiempo.» JMS
Esta maravilla arquitectónica se encuentra en puerto norte, construido completamente de metal blanco de un largo de 10 metros por 4.50 de alto.
Nos remite claramente a la infancia, da la sensación de inocencia y como dijeron sus autores (Gustavo Augsburger y Daniel Kosik) habla de la relación entre el río y esa zona de la ciudad que alguna vez fue portuaria.
Brinda un paisaje espectacular y bello, algo distinto en Rosario, un lugar para visitar y sacarse fotos!
Lamentablemente fue vandalizada a poco tiempo de inaugurarse años atrás, con un grafitti de protesta política. Pero olvidado ese incidente lo podés observar en la rotonda Av. de la Costa — Tres Vías y Av. Francia.

La escultura, de los arquitectos rosarinos Gustavo Augsburger y Daniel Kosik, obtuvo el Premio Arnet a Cielo Abierto 2012 y fue premiada con 60.000 pesos para poder llevarla a cabo. El Barquito de Papel simboliza la relación entre el río y la ciudad. Está emplazado en la rotonda de Av. de la Costa y Av. Francia de Puerto Norte y tiene un largo total de 10 metros por un ancho de 5.60 y una altura de 4.50.
Está realizada integralmente en metal, sobre una estructura tubular forrada en chapa ondulada. Al construir el barco con chapa blanca, que evoca al papel, los arquitectos utilizaron un material que facilita el mantenimiento posterior y la durabilidad de la obra. Esto es importante ya que lamentablemente ha sufrido actos bandalicos que probablemente se repitan.
Apenas la vi me encanto! Entiendo que el barquito de papel es un ícono cuasi universal, tan sencillo, simple y potente que supera fronteras, idiomas, culturas y geografías. Nos remite a buenas sensaciones de la infancia. El barco es un símbolo de la relación entre el río que combina perfectamente con esta zona de la ciudad, con un pasado portuario (de barrio industrial y cerealero) y un presente de nueva transformación urbanística que mira al Parana.

Arte básico para la zona adecuada. Puerto Norte y toda la movida menemista que se esta armando sobre la costa de nuestra ciudad, donde la política de abrir nuestra ciudad al río para disfrutarla todos ha perdido –justo– el norte.
El bar quitó de papel es una escultura hecha en una rotonda de este circuito relativamente nuevo. La iniciativa fue (nunca menos) llevada a cabo por una empresa, y aunque la promesa era llenar de arte la ciudad, el resultado es una intervención intelectualmente mediocre que maquilla una de las corridas empresariales de tierras mas macabra de la historia de nuestra ciudad.
Mas allá de todo eso, el barquiti se ha convertido en un mojón urbano para todos, yo coorro todas las mañanas hasta ahí, y somos muchos los que en esa rotonda pegamos la vuelta.
Por supuesto no puede faltar la selfie con el barquito, un lamentable clásico de nuestra época :-(

Pusieron un barquito, yo hubiese puesto una balsa (como la de Lito) Es una zona en la que hay contraste, mi mente intenta esquivar la metáfora de su significado, pero a fin de cuentas no puedo.
El barquito parece separar dos realidades muy distintas a un bulevar de distancia. Por un lado las majestuosas, modernas, grandilocuentes y ostentosas torres que se imponen frente al río.
Del otro, uno de los tantos humildes barrios de Rosario, «en una zona privilegiada están…» diría alguien que solo piensa en la vista al río. Vista al río que quienes viven ahí desde hace más de 20 años fue tapada por el complejo edilicio.
El barquito, una obra modesta pero sencilla, desarticula un poco la realidad cuando uno transita y se lo encuentra de frente. Blanco pulcro lindo… un barquito de papel que no es de papel. Si fuese un poco más chico cabria en el loft de quienes habitan las torres.
Si el bulevar fuese un río y el barco de papel, los vecinos más humildes lo usarían para cruzarlo del otro lado, donde todo parece más fácil…
No se si es un adorno, no se si lo pusieron ahí porque si, pero como toda obra de arte cada uno la puede interpretar como guste. Para algunos una reminiscencia a su niñez (porque dejamos de hacer barquitos?) para otros un símbolo de la distancia que puede haber a tan solo 50 metros de distancia.

Hay quienes dicen que esta escultura es genial, para mi es horrible… puede estar bueno el concepto del barco de papel junto al rió que no lleva a recordar la infancia y que se yo, pero siento que el artista no entendió la tensión vertical que tiene el lugar. y puso algo chato en lugar de alto alto.
Es la escultura ganadora del premio Arnet a Cielo Abierto 2012, ubicada en la rotonda de Avenida de la Costa y Francia, en su espalda se hallan las imponentes torres dolfines y demás edificios que conforman el imponente complejo económico, mientras por delante, esta la presencia de la barranca del rió.

El barquito de papel de Rosario ya es una sensación. Esta instalación en Av. de la Costa y Francia de Puerto Norte, se levantó en abril del 2013 para reflejar la memoria portuaria que encierra la ciudad. La obra lleva la firma de dos arquitectos locales, Gustavo Augsburguer y Daniel Kosik. El Barquito de papel está hecho en hierro y forrado en chapa. Mide diez metros de largo, seis de ancho y 4,5 de alto.
Esta obra llama la atención porque es un barco sólo, sin ninguna inscripción ni referencia, y al aproximarte a él, parece realmente de papel. Algunos frenan para ver de qué se trata, o para sacarse alguna foto. Causa intriga.
Pero aquellos que ya sabemos de qué se trata, es lindo saber que hay un monumento a la historia de nuestro puerto y que mira a su Río Paraná. Esta mezcla de juego infantil con ícono universal causó buenas sensaciones entre los rosarinos. Aunque ya ha sufrido algún acto vandálico (grafittis en aerosol), hoy ha recuperado su impronta.
El concepto de la obra fue tomado del un certamen, Arnet a Cielo Abierto 2012, organizado entre la secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario, y el Museo Castagnino– Macro.
La obra ya ha sido instalada en lugares referenciales como ciudad de Buenos Aires, Tigre y Córdoba, pero hoy elige a Rosario para condecorar una postal de la ciudad.

El pequeño monumento al barco de papel que se encuentra a metros del Puerto Norte de Rosario es uno de esos monumentos que están colocados en el lugar justo de la ciudad.
El barco de papel, pequeño ante los grandes edifcios, es probablemente una de las construcciones y manualidades más básicas que existan. De hecho son pocas las personas que no saben (yo, por ejemplo) hacer uno.
Detrás, las impactantes Torres Dolphin, una construcción altamente compleja y que se puede dar el lujo de nombrarse a sí misma como la construcción más alta de la ciudad.
El barco, para mí, marca la evolución de una ciudad que probablemente empezó como el sueño de unos pocos que empezaron con pequeñas construcciones, como un barco de papel, y nos tienen hoy frente a una de las ciudades más hermosas y avanzadas del país.

Me encanta este barquito. Será que cada vez que paso frente a el es para ir al río?
no se, pero me encanta!
Es como ver uno de los juguetes de tu infancia enorme! el barquito de papel, uno de esos juguetes que podías hacer en cualquier momento con cualquier papel: en blanco, rayado, usado, cualquier papel. Además no es como el avioncito, también de papel pero con instinto asesino, nunca faltaba el zarpado que clavaba en avioncito en la cabeza, el barquito emblema de libertad, siempre pacífico. Bueno, no siempre, mas de una vez en un ataque de bronca le hice un bollo al barquito a mi hermano, pero en ese caso la violenta era yo.
Creo que el barquito realza una parte de la ciudad que no me gusta ni un poquito, la torres horribles. Al menos les otorga cierta ternuda.

El Barquito de Puerto Norte de Rosario.
A orillas del Río Paraná contemplaba este imponente lugar de desarrollo económico y urbanístico, al mismo tiempo que la figura del barquito me devolvíà la frescura e ingenuidad de maravillosos momentos de la infancia, ambas situaciones me hacían sentir la inexorabilidad del crecimiento.
Rosario te recibe y da la bienvenida en sus accesos con monumentos, iconos emblemáticos de la ciudad, en esta zona andaba faltando alguno y fue solicitado a los arquitectos que diseñen uno, luego de un concurso éste fue el modelo seleccionado.
¡Visiten este monumento urbano, tómense la foto típica y sientan sus propias emociones!