Mónica ha evitado en más de una oportunidad que mis hijas terminen internadas por cuadros respiratorios complicados. Y no sólo eso, sin aspirar, sólo con los golpecitos. Yo prefiero pensarla medio maga, medio manosanta. Ella dice que«los golpecitos» bien hechos hacen milagros. La conocimos cuando nos dieron el alta en el Sanatorio de Niños, después de una semanita de hospedaje con nuestra bebé de apenas 2 meses. Bronquilitis, fuerte. Desde ese momento, hasta hora, a pesar de las recaídas de ambas niñas, nunca volvieron a estar internadas. Buen trabajo y perseverancia es la clave. Mónica Buffarini ha sabido posicionarse como kinesióloga en Roldán, donde tiene un espacio hermoso donde atiende a muchísimas personas con distintas afecciones. Muchos en rehabilitación, algunos bebés con dificultades respiratorias y también llevan a cabo tratamientos de kinesiología estética. Ella tiene una calidez en el trato que es digno de destacar y siempre se ha hecho lugar en su agenda para atendernos cuando hubo urgencias. Es una mujer super dedicada, con muchísima experiencia, que va a hacer lo posible por que el tratamiento sea efectivo en el menor tiempo posible.