La Casa de la Cultura es un clásico de Ramos Mejía. Ofrece espectáculos y muestras de arte, además de talleres de una variedad enorme de temas(maquillaje, pintura, historia del arte, bordado, macramé, tejido, coro, canto, guitarra, computación, diferentes idiomas, entre otros). Los cursos empiezan tanto en marzo como en agosto así que si durante la primera mitad de año no pudiste inscribirte, podés hacerlo en la segunda. El edificio es una casona vieja y bastante descuidada, lamentablemente. En las paredes falta pintura y ciertos arreglos, lo que arruina bastante la estética del lugar que, con los detalles y bancos decorados con venecitas se la banca bastante si te gusta el estilo antiguo. El sector más cuidado y nuevo es el del teatro que cuenta con una acústica aceptable y es bastante chico, pero no esperaba más de un centro cultural de esta naturaleza. Lo mejor es, en definitiva, los cursos que, si bien podés decir«Son todos viejos» eso sería inexacto: hay gente de todo rango etario.