Fuimos a cenar con mi mamá y el novio y la experiencia fue más tirando para abajo que para arriba pero le pongo 3 estrellas porque soy buena. El ambiente es familiero y está bien. Los baños en buenas condiciones. Los precios son normales, nos atendieron rápido pero no con mucha onda. Para picar te traen una mayonesa, paté y unos frijoles con pan y tostaditas. Yo pedí un pollo con crema de espinacas y papas españolas, mi mamá unos camarones fritos con papas españolas y cebollas y el novio unas milanesas con papas fritas. Este último todo ok, era muy simple. El plato de mi mamá era muy rico la verdad y el mio en vez de crema de espinacas me lo trajeron al verdeo, decí que me gusta pero ya había comido ayer y fue un garrón, asi que terminamos compartiendo los platos con mi mamá. Los platos son individuales, no para compartir, se pueden terminar tranquilamente. Ofrecían buenas opciones de parrilla que parece que es su fuerte pero no es de lo que más me gusta. Dentro de todo estaba rico.