Rockabilly 50’s

Es un buen lugar para conocer y probar alguna vez, y no mucho más. Está bien ambientado pero hay demasiado olor a frito para mi gusto.
Pedimos 2 licuados, de frutilla con leche y frutos rojos con menta y agua, éste último estaba mal licuado tenía pedazos grandes sin triturar. Además pedimos 2 waffles y se equivocaron con el gusto de uno y tardaron en cambiarlo.
La atención de los mozos dejó un poco que desear.
El precio está bien porque todo es abundante.
En fin, no mucho más. Considero que hay lugares mucho mejores pero hay que venir al menos una vez.

Buenisimas hamburguesas y panchos!!! Genial la atención. Buenos precios y buena música

Y con Rockabilly 50’s arranco la busqueda de LA hamburguesa platense.
Ubicado al toque del micro-​centro platense, este lugar no da más de la onda que tiene.
Medio escondido, no llama tanto la atención, pero MENOS MAL.
Al parecer, tienen una clientela cautiva, porque no lo veo lleno nunca de todas las veces que pasé, y definitivamente no hay motivo para que eso pase, salvo que pase desapercibido, porque después, es todo un golazo de escorpión desde media cancha.
La ambientación es genial. Hay desde juguetitos, hasta cuadritos, almohadones, una máquina simuladora de dardos, un fichin hermoso de Pac-​Man, etc, todo rememorando viejas épocas. Y ahí es donde me hace un poco de ruido todo: si supuestamente es un local de los 50’s, ¿por qué tanto cambalache? Quedate en los 50’s que te sobran cosas para ambientar! O no lo cierres a esa época desde el nombre, y listo! Que sea medio una capsula del tiempo, pero la mezcla de cosas retro vintage y demás, más allá de que me parece una estética copada, me molesta un poco la mescolanza…
A lo importante:
— La atención fue buena. El pibe que me atendió, no la rompió con la onda, pero fue correcto y no tengo nada para reprocharle. Bien. Lo justo, es justo.
— Tomé una malteada (si, había que probarla, más que nada porque la ambientación y bla bla bla, te lleva a querer probar la experiencia completa de malteada + hamburguesa + Elvis de fondo) de Cookies & Cream. Estaba bien, un poco demasiado dulce por la grana que le tiran arriba (en un momento me sentí un poco mi sobrino de 3 años tomándola, pero bue, nunca viene mal volver a ser un infante por un rato), pero en lineas generales, bien. Se puede elegir con qué sabor de helado te la hacen. Todo al módico precio de $ 45. Un poco menos que ¼ de helado en una heladería más o menos como la gente.
— La vedette que fui a buscar, la hamburguesa: pedí una Rockabilly, que son dos medallones de carne picada casera de 240 gr. con doble panceta, doble cheddar y salsa BBQ. La verdad, cuando la pedí, esperaba más a nivel imagen. No sé por qué, me la hacía más grande, más vistosa que lo que era realmente, pero no decepcionó a nivel sabores. La posta es que vino con el pan calentito, apenas crocante, las hamburguesas calientes y en su punto justo, la panceta bien cocida pero no pasada y el queso derretido lo suficiente como para unificar un poco toda la cuestión. Y la verdad, no me quedé con hambre, algo que, antes de darle el primer mordisco, pensé que iba a pasar. Todo por 75 simoleans. Bien.
¿El veredicto? Volveré a probar las otras hamburguesas, pero no creo que la que probé sea LA hamburguesa platense. La búsqueda continúa.