Esta es una veterinaria bien de barrio alejada de muchos negocios modernos para mascotas que se pueden encontrar en capital . Es un lugar simple, está Laura la veterinaria, que es una genia total y trata muy bien a los animales, bueno algunos pacientes no la quieren tanto ya que no comprenden que los pinchan por su bien, pero esa es otra historia. Además de la consulta siempre le podes preguntar cualquier duda que tengas sobre tu mascota porque tiene la mejor onda y te da muy buenos consejos. El marido es el encargado del baño de animales y es el que te vende comida y juguetes e items varios y te recomienda que es lo más adecuado para vos, que muchas veces es el implemento más barato. Y no me puedo olvidar de la empleada más importante del lugar que es una perra hermosa de los dueños de la veterinaria que se ocupa de avisar cuando alguien está esperando para que le abran la puerta y que pone orden cuando los pacientes que están esperando se empiezan a poner pesados, dos ladridos y se calma el local, simple y efectiva. Los precios son muy adecuados, no te matan con la consulta ni con la comida. Eso sí, si están buscando un piloto exclusivo para pasear a tu mascota a la última moda, este no es el lugar.