Torino Helados Artesanales

Hacía literalmente años que no pasaba por Torino y me decepcionaron un poco, si bien son muy ricos, los gustos ya no son lo que eran. La heladería es genial porque posta re recuerda a heladerías de las viejas, pero le falta un poco (bastante) mantenimiento, si le pusieran un poco más de pilas sería un lugar muy lindo para quedarse a tomar un helado, pero actualmente no te dan ganas de quedarte ahí.
La atención muy bien, super piolas los empleados y predispuestos, así que en eso 5 estrellitas.
Espero volver pronto y que levante el aplazo ^_^

No puedo resolver mi dilema con este lugar ¿Sera que mi condición de niña de los 90 mi impide apreciar su sabor artesanal? Si artesanal significa textura acuosa y gusto a yema de huevo en todos los sabores que no son de fruta, digo «No, gracias». Los sabores de fruta son un verdadero desastre, si quiero comer jugo de frutas congelado lo puedo hacer yo misma en mi casa, no tengo necesidad de pagar los elevados precios de la Torino. Le pongo 3 estrellas porque reconozco que incorporan buena materia prima, pero creo que hay algo en la fórmula que falla. Como dice Karina Olga: lo dejo a tu criterio.

No puedo ser objetiva con este lugar porque es mi heladería favorita en el cosmos. Es un clásico de Zona Norte que ha sabido mantenerse en pie pese al boom de heladerías de cadena.
El helado es realmente artesanal, de hecho a veces puede sentirse el olor de la crema.
Mis sabores favoritos son frutilla al agua, dulce de leche y chocolate granizado.

Los Helados de la Torino del Cerro son legendarios, desde hace muchísimo, muchísimos años están en el mismo local.
Desde chiquito había 2 grandes heladeras en el cerro, la Soppelsa y la Torino.
En el caso de la segunda, los helados artesanales de la Torino hacia furor los sábados a la tarde preparando muchas veces los pinitos bañados en chocolate, siendo estos enormes y muy ricos, en aquella época estaba de moda y era muy top comerse un bañado alpino con las heladerías que te lo prepararan Hoy ya caso no se prepara y en muy pocos lugares saben como hacerlo bien.
Recuerdo que la atención era muy amable y eran no tan rápidos, pero en ese momento vivimos menos apurados que ahora, parte éramos chicos y nos quedábamos viendo tooooodos los helados que iban saliendo mientras esperábamos el nuestro.
Lo helados son muy ricos, la verdad que vale la pena detenerse y probarlos una vez, no son parecidos a ninguno.

¿Cuántos años tendrá esta heladería? Recuerdo que cuando era chica, habré tenido unos 6 años mi vieja me cargaba en una Honda Vespa y enfilábamos para la Torino. Muchas veces en la noches tarde, sobre todo las de veranito donde el sol castigó intensamente todo el día. Recuerdo como si fuera ayer esos helados empinados tan perfectamente diseñados que la punta quedaba intacta. Mi preferido era el de crema americana y chocolate y el de mi vieja era verdecito, intuyo que pistacho y vainilla.
Qué crocantes eran esos cucuruchos y bien dulces. Qué lindos recuerdos para reflotar y compartir con mi hijo que no conoce mucho más que la Grido.
El lugar es bien chiquito pero dispone de una sillas para disfrutar de ese súper helado. Para mi no hay nada mas rico y placentero que comer el helado en el lugar.
ah! Espero encontrar ese bebedero que tanta gracia me daba disparar el chorrito de agua… toda la diversión jajajaja