Mírenme Peluquería

No puedo decir más que siendo que desde el año 97 es mi peluquero personal no se merece menos de 5 estrellas. Eso nomas.

Primero una confesión: soy muy descuidado con mi pelo. Además, un dato: tengo un pelo, naturalmente, de mierda. Crece mucho, en grandes cantidades, y para todos lados. Por años pasee por muchísimas peluquerías de Córdoba y fueron pocos los lugares donde me dieron ganas de volver y pudieron solucionar el desastre que sucede en mi cabeza. Y Mírenme! es uno de estos lugares.
Está ubicado en Illia casi Chacabuco, es un local chico pero bien llamativo y está atendido por chicos jóvenes, con mucha onda y que entienden bien qué quiere uno y saben cómo hacerlo.
Usualmente no hay mucha gente así que podés ir sin turno, nunca esperé más de cinco o diez minutos por un corte. Los precios están bien, hace un tiempo había aumentado todo y ahora bajaron los precios así que es bastante accesible.

Es «la peluquería» en lo que hace a cortes de autor. En una época trabajé en una productora y cada vez que se necesitaban peinados, recurrían a este lugar ubicado en pleno Bv. Illia, a no muchas cuadras de la Terminal. Los precios son increíblemente normales para el laburazo que hacen. Además de que tienen toda la onda, se nota que es gente que se toma muy en serio el trabajo y quiere dejar una huella. El local está impecablemente decorado de forma tal que uno ya se sienta en clima anímico adecuado como para arriesgarse a un cambio radical de look, ya que de movida sabe que está en buenas manos (gente con criterio estético, que le dicen). Lo único que tiene de malo este lugar es el tatuador que trabaja en el entrepiso (la verdad que no sé si sigue ahí, porque hace un tiempo que no voy). Es un gordo desagradable de unos cuarenta años (lookeado como adolescente, con barba, gorra y expansores) que está todo el tiempo hablando, metiéndose entre los clientes y tiroteando a las chicas –incluso delante de sus parejas, incluso a las que son demasiado chicas como para ser piropeadas, if you know what I mean-​. Es una lástima que un lugar con tan exquisito servicio (y bastante integral) le de empleo a un tipo tan impresentable y desubicado como ese. Afortunadamente, no está todos los días y uno puede tranquilamente llamar por teléfono y preguntar qué días no está así se puede ir a cortar el pelo en paz (especialmente las chicas más chicas). Lo demás, diez puntos.

Esta peluquería no puede tener el nombre mejor puesto. ¿Qué están buscando las mujeres cuando se cortan el pelo? ¿Que las miren? ¡No! Al menos, yo no. Lo que busco es sentirme cómoda y feliz con mi corte como para decir: ¡Mirenme!
Ese es el sentido que siento que transmite esta peluquería. Llegué acá por recomendación de una querida amiga. Apenas entré, el día se hizo noche. El ambiente te invita a relajarte y todo se contagia de buena onda.
Te preguntan: ¿Qué querés hacerte? Por lo general, la respuesta es siempre: mmm, no estoy segura. Por eso, los peluqueros de Mirenme ya están afilados para eso. Tienen experiencia y saben lo que hacen. Al menos esa es la sensación que tuve cuando fuí. Les pedí mayor volumen sin corte de largo. Algo casi imposible. Pero ellos lo hicieron. Quedé feliz.
La sucursal de Bv Illía es bastante más sencilla que la de Bv San Juan, aunque de tamaño no hay mucha diferencia. ¡Volveré a Mirenme otra vez!

Cortarse el pelo puede ser un embole si vivís en una zona un poco cara. Por un lado, querés un corte copado, obvio, pero por el otro lado no querés gastar tanto. Es el antiguo problema del estudiante que no tiene mucha plata, ¿no?
Como sabemos, todo es más caro en Nueva Córdoba. Afortunadamente, hay una peluquería copada no muy lejos del barrio. Mirenme queda en Illia y Ituzaingó y las veces que fui, no tuve que esperar más que 20 minutos para hacerme un corte. Nunca pedí un turno, siempre fui directamente y dije que quería un corte. Un corte para mujer ahora sale $ 150, y para hombre menos, como en todos lados.
La atención es buena y siempre hay revistas y música interesante. El espacio tiene mucha onda pop y alternativa, y los peluqueros también tienen onda. Cada vez que fui, me cortaron exactamente como yo quería. Trabajan bastante rápidos también, así que podés ir tipo 19h y estar volviendo a casa una hora después.
Una cosa que capaz puede llegar a molestar a alguien es que no tiene mucho espacio. Una pared es un espejo gigante, y tienen las sillas frente de esa pared y listo. Para algunas personas que están acostumbradas a otro estilo de peluquería, eso puede resultar un poco chocante.

Conocí la peluquería Mírenme gracias a una recomendación de mi hermana. Necesitaba un cambio de look y todas las peluquerías a las que había ido eran más bien tradicionales. Yo buscaba un cambio más radical y con onda, cosa que no lograba conseguir.
Cuando llegué al local de Mírenme el ambiente me copó de entrada: escenas de cómics estilo pop art en las paredes, un equipo de sonido genial y música electrónica de lo más chida. Me acomodé en un sillón y enseguida me preguntaron qué quería. Yo verdaderamente no estaba segura, lo único que sabía es que quería cortarme el pelo corto.
Me atendieron a los pocos minutos, así que dejé mi revista y me entregué a las manos de la peluquera Julia, a quien le sobra onda (y tatuajes copados). Ante mis dudas me ayudó a definir un corte, y como tiene experiencia y una gran intuición para el estilo, quedó genial. Ese día me fui con una sonrisa a casa.
Esta peluquería me gusta por varias razones. Por una parte los precios son accesibles y la atención es muy buena. Además todos los peluqueros tienen un estilo propio, y eso marca una diferencia en los resultados, porque se nota que tienen criterio estético. Y por último, me gusta mucho la ambientación y la música electrónica (que está entre mis géneros favoritos).