La Casa del Tatich

Hasta acá, la mejor comida mexicana que probé en Cba (y probé varias!). Todo es rico, sabroso, bien presentado y con sabores originales. Precios normales, pero la relación precio-​calidad aprueba ampliamente.

Conocí hace 1 año esté lugar, y realmente me dejo asombrado.
Es un restaurante de comida mexicana, su cocinero le hace un gran honor a su tierra natal, ya que cada uno de los platos que ofrecen en este restaurante tienen el mismo sabor que los que se comen en México. Son platos que no se encuentran en todos lados, y sumado a esto su hermosa decoración y buena atención hacen que sea un lugar al cual siempre dan ganas de volver.
Ahhh y otra cosa el cheff da clases de cocina. Tengan en cuenta esto aquellas personas amantes de la cocina.

Fui en dos oportunidades, y la verdad que nunca defraudó.
La carta es pequeña, pero no tiene sentido que sea más grande con lo ricas que son las cosas. Siempre que fui pedí los nachos, y un mix de tacos, salbutes y sopes. Una cosa más rica que la otra, la verdad es que si así es el sabor de las cosas originales, en cualquier otro lugar de «comida mexicana» te estafan.
Lo bueno que tiene es que a veces hay algunas sorpresas como un agua de flor de hibiscus (que ellos le llamaban de otra forma pero no recuerdo), era magenta intenso y super dulce, yo pasé pero los que probaron quedaron encantados.
Crítica si puedo hacer es que no vi mucha cerveza mexicana para acompañar los platos, no me va la budwaiser+salbutes. Cuestión de reveer para mejorar la experiencia mexicana.
El lugar de afuera no le das dos pesos, llovía una vez que fuimos y parecía que estaba cerrado pero por suerte no! Adentro es más amplio de lo que parece, me gustó el mobiliario pero creo que el resto de la decoración podría mejorar para que sea menos bolichito, me sale el diseñador de adentro. Tal vez es la impronta que se le intenta dar no sé, de todas formas si la cocina sigue así volveré sin dudarlo!

Genuina comida mexicana. Todos quedamos sorprendidos por el sabor exquisito. Súper recomendado. Recomiendo si es la primera vez que pidan el paseo por los platos.

Me gustó mucho este lugar, fui con un grupo de amigos, quizás por ser miércoles en la noche eramos los únicos comensales.
El lugar esta lejos de ser pretensioso, es modesto, agradable, lo que si, para mi gusto estaba muy frío dentro de la casona, pero se nos olvidó cuando empezamos a comer.
Están ofreciendo un menú para 2 personas por $ 220 pesos que incluye una cerveza grande y postre para compartir. Todo muy rico y de generosisimo tamaño! El quien asumo es el dueño por su tonada mexicana nos atendió muy bien, nos explicó los platos y nos brindó algunos datos de color.
Solo hay una cosa que me decepciono un poco y es el guacamole! Fue un poco decepcionante ya que era pura cebolla, quizás se hace de esta manera en México (?) pero no me gusto! Y eso me tiro abajo un poco la experiencia pero ya estamos haciendo planes para volver así que tan triste no me fui!

Nunca fui a México, pero mis amigos que fueron dicen que es el lugar de comida mexicana más auténtico de Córdoba. Un poco adaptado está porque nosotros no estamos acostumbrados al picante que se consume en méxico, y acá lo único picante es una salsita que acompaña a los tacos.
La carta no tiene muchas cosas, pero son todas excelentes: tacos de pollo, cerdo o vaca, salbutes, sopes (mis favoritos), nachos con porotos negros y guacamole.
A veces tienen menúes especiales en el que probás cosas fuera de la carta, en especial siempre recordamos un helado de choclo que comimos acá y que era increíble.
Por ahora solo se acepta efectivo, pero la última vez que fuimos había un cartel de VISA (próximamente, no por ahora).

Comer en La Casa del Tatich es como escaparse a México por un par de horas !! Juan Montalvo cocina y atiende, haciéndote sentir como si estuvieras comiendo en su casa (de hecho, vive allí mismo… jeje).
Todo es muy gustoso, con un picor atenuado (que agradecemos los argentinos que no estamos muy acostumbrados a la comida ‘fogaratosa’).
Recomiendo los tacos de res a lo pastor y los de cochinita pibil.
Precio muy accesible. Súper recomendado !!

Visité la Casa del Tatich gracias a un amigo, que vivió en Méjico muchos años y extraña los sabores de allá. Y los colores. El lugar hace honor a ambas cosas.
Festejó su cumpleaños en este lugar y fui una de las pocas invitadas.
No tengo mucha tolerancia a lo picante así que fui al lugar con un poco de miedo, pero salí súper satisfecha.
La carta está llena de nombres que desconozco: huevos motuleños, brazo de reina, pie de limón con gelatina de mosaico, pibil. Si bien está explicado que es cada cosa, yo preferí la traducción de mi amigo.
Pedimos muchas cosas, todas distintas. Me gustaron mucho los «malbutes», una tortilla de harina de trigo y maíz frita con carne de pollo, lechuga, frijoles, cebolla morada y palta. También el menú «al mojo de ajo», langostinos empanizados con arroz, frijoles y guacamole.
El dueño vivió muchos años en Méjico y trajo todas las costumbres con él.
Se acercó a conversar con nosotros y nos contó que frecuentemente hacen comidas especiales como tacos de carnitas, entre otros.
Me quedó pendiente probar el «agua de Jamaica», es la que vende el Chavo del 8!
Luego de esta visita, entendí que el sabor mejicano es otro, no necesariamente lo picante.

Si, somos fans desde cemento y más.
Y es que tengo un vínculo especial con la Casa del Tatich por haber vivido exactamente al lado del local original, sobre la calle Fragueiro.
El dueño no se llama Tatich ni mucho menos, sino Juan Montalvo, originario de Yucatán, y por eso la comida tiene un sabor distinto a la de la mayoría de los locales que ofrecen alimentos de este tipo.
Supo comentarme alguna vez que a pesar de es difícil conseguir los condimentos e ingredientes de las recetas originales, por medios de locales de importación (El almacén de Mario por ejemplo) o familiares, tenía el stock necesario para conservar las recetas originales.
Mis recomendados, son los sopes de masa de maíz con salsa de tomate, pueden resultar raros, es como comer bocaditos de polenta medio crudos, pero son deliciosos. En las recetas abundan los frijoles negros y la carne de res desmechada junto a los salbutes son un paseo por el verdadero sabor de México.
Además, podés acompañarlos con cervezas mexicanas, como la Sol, o la Corona.

Me enteré de este lugar por una publicidad de radio en la que dos chabones mexicanos (y no dos argentinos haciendo de mexicanos) hablaban de lo bien originalmente mexicano que se come en La Casa del Tatich, así que un toque picado por la curiosidad, fui.
El lugar está decorado como lo que me imagino será una casa colonial de la península de Yucatán un toque intervenida por hippies, paredes, mesas y sillas coloridas y con dibujos y pinturas que dan muy «bar de playa»
La comida es, esto es innegable, diferente a la típica «comida mexicana» que todos conocemos y reconocemos como falsa pero nos hacemos los giles. No hay fajitas ni pelotudeces de ese tipo, sí sopes, salbutes, muchos frijoles negros y carne desmechada, comidas que, al menos por lo poco habituales, se perciben como más auténticas.
A mi, sinceramente no me gustó, las tortillas de maíz y la «base» también de maíz de los sopes esos me pareció súper pesada, medio cruda incluso. Ojo porque es muy probable que se haya tratado simplemente de falta de costumbre, después me dio fiaca volver a ir para darle una segunda oportunidad, pero la atención y la «originalidad» de la carta (lo pongo entre comillas porque si bien son, aparentemente, platos tradicionales, en Córdoba al menos es original probar «verdadera» comida mexicana) ameritan otra visita.
De postre podés pedirte un helado de choclo o de palta, pero me parecieron una picardía efectista y preferí no caer.
Se estaciona en la calle sin problemas, dale tranqui.

Siempre que buscamos comida específica de otros países nos preguntamos cuanto se asemeja esa comida en sabor y presentación a la de su lugar de origen, puedo afirmar que en La Casa del Tatich uno tiene la sensación de estar comiendo en México.
Los tacos de pollo, carne, cerdo, son los mejores que se pueden probar en esta ciudad. Al ingresar nos encontramos con una casa humilde con una ambientación que no dice mucho y si de ir al baño se trata, quizás la experiencia se derrumbe un poco.
Pero si lo que se quiere en esta ciudad es comer merluza al horno con verduras, una preparación q desde luego tiene secretos que desconozco, pero que trasforman a este plato en una experiencia única y un dato no menor es que la cerveza corona siempre esta helada.
Juan, un mexicano que llegó a Córdoba para quedarse se empeña en que sus comensales se lleven a México en el estómago y en la cabeza. Altamente recomendable.
Comer un taco en La casa de Tatich no es igual a hacerlo en ningún otro sitio. De este lugar se pueden decir muchas cosas que las sillas son incómodas, que los baños no son adecuados, que las mesas se tambalean y que la decoración es pobre. Pero lo que nunca se podrá decir es que se come mal, ya que pusieron especial atención en hacer poco pero bueno.