El Hotel Madrid es uno de los 3 clásicos hoteles de Calle Trejo, frente al mítico y por todos conocidos Hotel Trejo(conocido de nombre, de pasada, también recuerdos de pasión y lujuria en sus habitaciones), y en lado de La Reserva, otro alojamiento. Este es, a mi gusto y las habitaciones que me han tocado hasta el momento, el más bonito y ambientado: algunas habitaciones tienen espejo más grande y otras más chico, todos en una pared lateral y a la altura de la cama para una visión amplia y casi panorámica de lo que es de interés en ese momento de intimidad. Las habitaciones tienen una decoración con directa relación a lo que se ofrece, nada de estilos clásicos y sobrios: paredes pintadas de colores en gama de rojos y negro, algunos con texturas, camas de colchón duro y resistente a las arremetidas del amor y versatilidad a diferentes ritmos de apasionamiento, pocos muebles: los justos, un sillón para dejar la ropa o algunas poses creativas del kamasutra(para dejar la ropa, claro, si es que no vuela por toda la habitación), unas mesitas de luz con el teléfono que sonará al acabar el tiempo del turno, una consola de luces y sonido funcional, aire acondicionado y ventana que solo permite ingreso de luz y aire(abre el vidrio, no la persiana). Se nota, y me consta, que en este hotel realizan limpieza de habitación y cambio de sábanas después de cada uso, en especial durante los horarios diurnos(y en los nocturnos tienen refuerzo de personal para dicha tarea), al igual que la higiene y desinfección intensiva periodicamente como política del hotel. Sí resulta diverdido, entretenido y hasta con cierta adrenalina al llegar, ese paso por la recepción donde pedimos un tirno con la misma timidez que, aún hoy grandes tenemos al comprar preservativos(y los pedimos en voz baja casi inaudible al farmacéutico de confianza), pasamos por su patio interno y pasillo que conecta las demás áreas e instalaciones, subimos al chape furioso por el ascensor y entre desvestida y la mirada de la mucama que limpia una habitación vecina procuramos colocar bien la llave en la cerradura de la puerta, pensando que no sea la misma suerte con otro tipo de colocaciones de llaves en cerraduras(valga la alegoría, claro está). Entrás, prendés el aire, las luces, ducha rápida y… ¡Continuará!