Don Afif

El gran contenido de cebolla* y grasa * han sido los culpables de la la baja calidad que hoy sufre esta empresa.
La ultima vez que compre me las entregaron bañadas en grasa.
quizas el crecimiento de DON AFIF o la economia del pais achicaron tambien un poco el tamaño de estas.
Que lindo seria que sus dueños se reposicionaran un poco y nos devuelvan lo que un dia eran casi las mas ricas empanadas de la ciudad —
@criticochef

Siempre me gustaron las empanadas arabes, en mi casa mi mama siempre las hacía pero nunca le salieron como las compradas y con masa casera, pero de todas formas le salen deliciosas.
Conocí este lugar ya que hace un buen tiempo atrás estuve de novia con un descendiente de árabes.
Don Afif esta re cerquita de mi casa y el que en ese momento era mi novio se conocía todos los restaurantes arabes de Cordoba, cuando nos quedamos en casa siempre pediamos empanadas y por supuesto el delicioso Baklava, era algo que no podía faltar en nuestro pedido, por lo general llamabamos por telefono y hacíamos el encargo, y calculamos el tiempo estimado para ir a buscarlo, ya que ir al local era esperar una eternidad.
Por lo general en su casa se comía siempre comida casera y hecha por la madre, pero de vez en cuando pedimos empanadas, lo único que no podíamos hacerlo ahí ya que quedaba bastante lejos de su casa.
Se caracterizan por ser empanadas bastantes grandes, por ende mas que dos nunca como mas, tengo que tener demasiado hambre para que me entre una más, la masa es deliciosa, bien casera, y el relleno ni te cuento.

Don afif es la fábrica de empanas árabes por excelencia de córdoba. Yo cuando llegue a la ciudad, hubo dos cosas que me llamaron mucho la atención, una fue que se vendían sándwiches de miga en todos los kioscos y otra que entre las primeras posibilidades en las empanaderías era la Árabe, es que no pasa en el resto del país, acá esta peleando la punta con la criolla cabeza a cabeza y hasta venden empanadas árabes en los kioscos también, igual muy pocos lugares hacen la masa de las empanadas, que en las árabes se puede decir que es una parte muy importante. Esta fábrica de empanadas hace su propia masa, y se puede ver la realización a la vista, los fines de semana se los suelen acabar, imagínense la cantidad de demanda que tienen. Yo en particular son una consumidora de pizzas y empanadas muy exigente y no son del todo de mi agrado, la ves que compre me pareció que tenían demasiado cebolla, como que habían ahorrado en carne, la masa si, muy rica y la cocción justa, solo me molesto ese detalle. También vale tener en cuenta que es muy barato

Bitácora del caminante y los sabores etnicos
Desde muy chico siempre adore la comida salada, vengo de una familia donde las culturas se mezclaron y gracias a los viajes de mis antepasados hoy puedo disfrutar de mucha variedad en comida heredada, sabores que hacen volar mi imaginación, transportarme a otras épocas a pesar de no haber vivido en ella, mi abuela paterna como buena criolla hija de árabes siempre hacia de su cocina una fiesta de sabores, cebollas, ajíes, zanahorias, ajos, perejil, sésamo y cuanto ingrediente sabroso haya a ella no le faltaba, es así como lo primero que aprendí a hacerme de comer fue empanada árabe, menú que para algunos no es nada sencillo, pero yo crecí viendo esta comida fabricarse, es así como mi afición por esta comida se hizo presente y cuando me mude a Córdoba no encontré mejor lugar para comer estas delicias que este lugar, si bien hace un par de años tengo una dieta vegana, y logre hacer una variante de estas empanadas árabes no me puedo negar al sabor de los purés que allí fabrican, hummus y el de berenjena.

Tal vez caí al lugar harta de escuchar las buenas recomendaciones de sus empanadas, lo cierto es que me cayeron bomba. Me parecieron sumamente pesadas y aceitosas, tal vez fue una tanda que salió «gorda» o mi hígado delicado de tanto comer arroz yamaní con milanesas de cereales. Lo cierto es que esa empanada sabrosa en la que te queda el gustito en el paladar varios minutos después, hechas con masa gruesa casera y una receta bien guardada no son para mi.
Una pena porque mi marido tiene familiares descendientes de sirios donde la comida árabe es moneda corriente y cuando pensamos que habíamos encontrado EL lugar, no fue así. Triste decepción. Lo que también nos llevamos esa noche fue un postre dulce (no recuerdo su nombre pero es el postre típico dulce, con nueces y al estilo mil hojas) que estaba sensacional.
Nunca más volvimos (a mi marido también le cayeron mal), bien nos hubiera salvado más de una vez de regreso a casa, parar y comprar la cena de viernes.
No todo lo rico y delicioso esta hecho para todos los estómagos :(

Que riiiicoo!!! La empanadas de don Afif son adictivas. Nunca puedo comer dos o tres, tengo que comer hasta que ya no puedo más de lo ricas que son. Me encanta que tengan mucha masa y el relleno también es riquísimo, además de ser bastante grandes. Se nota la calidad de las empanadas y no escatiman para nada en relleno.
Es lo único que probé de este lugar pero me alcanza y me sobra porque las empanadas árabes de acá son únicas. Por lo general las pido por delivery, casi nunca voy al local a comprar. Por lo general demoran bastante así que hay que hacer el pedido con tiempo, pero algo positivo es que siempre vienen calentitas. Los precios son accesibles, y por lo general atienden muy bien. Lo recomiendo no solo para comprar cualquier día si no también si tenés algún evento y no tenés ganas de cocinar para muchas personas seguramente con estas empanadas vas a quedar muy bien.

Esta es la sucursal de zona norte de la mejor empanada árabe al oeste de la franja de Gaza.
A un toque de el parque de las naciones, éste es también el más grande de los locales de la franquicia y se caracteriza por la cúpula verde en el techo a la mil y una noches.
También se caracteriza por estar siempre repleto a la hora del almuerzo, cena y aledaños, si bien no se puede ir a comer ahí y el lugar, obviamente, cuenta con servicio de delivery, éste puede congestionarse un poco, así que la gente prefiere ir a buscar sus empanadas al lugar.
De paso, ir al lugar, te brinda el (dudoso) plus de ver como manufacturan tus empanadas, como es costumbre de la marca, el horno y la mesa de armado está a la vista, ésto no hace que los cocineros se rescaten poniéndose guantes o cofia, pero de todas formas, al menos yo, nunca encontré ni un pelo, ni un dedo en la comida.
Además de las empanadas árabes clásicas, que son del tipo con masa gruesa y deliciosas a más no poder, se pueden comprar empanadas abiertas y generalmente hay Baklava, si estás tentado de algo dulce es una locura (una especie de tortita de masa filo, con nueces y bocha de almibar)
No se puede estacionar en realidad sobre Octavio Pinto, mucha gente lo hace, pero la solución civilizada sería dejar el auto en alguna de las transversales, menos transitadas.