Cafe de la Plaza

Normal! Buena atención. Bien simple la oferta, lindo lugar bien clásico y una onda tanguera vieja. Me recordó a Buenos Aires en los años 90.
El irish coffee es muy rico! Las picaditas son buenas, bastante caras.
Piola. Nada del otro mundo, pero lindo lugar para tomarse un cafecito. Se encuentra en frente de la plaza de alta Córdoba. Aceptan tarjetas y tienen wifi.

Café de la Plaza no es un café, es una cita de domingo a la tardecita en el corazón de Alta Córdoba,
Decoraciones antiguas, carteles recreados de los ’70 (estilo Morph), viejas máquinas tragamonedas, long plays, una buena barra; mezclado con una reciente remodelación con asientos grandes de colores llamativos –medio pifiada esa última decoración-​, tvs modernas para la hora de los partidos, y mozos con una muy buena atención. Aunque, la mayoría preferimos las mesitas de afuera para la tardecita de verano o primavera tomar algo fresco, desde cerveza hasta un frapuccino.
Una gama deliciosa de cafés, licuados, y buenas picadas. Tiene un rico tostado pero recomiendo el Tostado de la Plaza, con sanguches de miga con rodaja de tomate y orégano todo gratinado. Era mi clásico de domingos.
En fin, paso obligado como dije para los que viven o pasan por el barrio.

Desde diciembre de 2015 algo (bueno) pasó con la forma de preparar café. Sé que hubo una charla/​degustación con un sommelier groso, pero además deben haber capacitado a los baristas. La espuma de la leche en su punto perfecto, la temperatura, el aroma y el sabor están en otro nivel. Hay pocas cafeterías en Córdoba en este plano. Sumado a todo lo bueno que ya tenía de antes, dan ganas de quedarse a vivir acá. Ya probé, no da.

No se que pasó pero le han dado una lavada de cara importante al bar más emblemático de Alta Córdoba. La fachada sigue igual pero ahora hay promos para los más jóvenes y se sumaron a la onda del take away con café & medialunas y licuados (si, licuados) para llevar. Siguen con sus tradicionales tostados y ahora hay promos de cervezas y nachos (nachos en el café de la plaza, me muero). Habrá que esperar a ver si los jóvenes se acercan con estos cambios pero la idea está y ya era hora de una lavada de cara. Genial.

¿queres un lugar para desayunar con mucha gente como en el centro para ver pero la simpleza de un barrio? este es el lugar. por 50p te clavas alta merienda con jamon y queso.
el mozo medio pelado es el icono de ese bar. un JENIO.

Insisto, reitero y repito: El capuchino Nutella es la perdición, el orgasmo cafeteríl, el placer de las meriendas, le suprem de salirse de la dieta… Todo eso.
Un día pasando para la oficina miré un tímido pizarrón que lo anunciaba: Capuchino Nutella. Ok, entremos a probarlo (ojo, no soy fanático de este adhereso de tostadas, así lo llamo), pero me intrigaba.
Lo definiría como «un trago caliente, de justo endulzado, acompañado de leche y un toque de café chocolateado, con una abundante porción de Nutella™ que embriaga tu paladar, decora tu aroma, saboriza tu vista y resalta sobre el resto del preparado». Hacelo etiqueta y empiecen a producirlo embotellado, otr que vinos con cuerpo, notas de frutos, dhá!
Hasta acá reseñé solo un producto, pero el lugar acompaña a la experiencia. Al ser una esquina, han dispuesto la barra al medio sobre el vértice, con lo que el movimiento y visual de los mozos es amplia y ágil, y eso divide el local en dos ambientes diferentes: el costado que da a la plaza es más clásico, de mesas con sillas, bar tradicional y tintes de barrio, ahí prefiere café negro doble el señor que con los anteojos a la altura de la nariz abre el diario La Voz y está media hora por página. Sobre el otro lado, calle Fragueiro, hay al fondo un espacio que parece más moderno, casi de reservado de boliche o bar cheto: sillones con separadores altos, todos en tapizado rojo, luz más tenue, baños cerca… NO QUIERO DAR IDEAS! sh!
La carta es amplia y variada, cafés de todo tipo, tazas de todos los tamaños, algunas opciones frías (yogures con cereales, frutas, batidos, licuados al agua o con leche), menú diario/​ejecutivo, opciones de picada (picada propiamente dicha, sanguchería fría y caliente, de miga o francés), desayunos/​meriendas completos, medialunas ALL THE DAY, servicio desde bien temprano y hasta tarde, minutas, etc.
Si bien mantiene su estilo tradicional de atención, gastronomía y decoración, no le vendría mal modernizar un poquito algunos detalles, quizás es mejor termino OPTIMIZAR (tiempo, limpieza, presentación, decorado, marketing). Las mesas de afuera, sobre la vereda, son otra historia!
SUMA MUCHO el wifi sin clave de Fibertel Zone.

Este es uno de los cafés más clásicos de la ciudad de Córdoba ubicada frente a la plaza de Alta Córdoba, punto central y más famoso del barrio.
El café está ambientado como si hubiese quedado en el tiempo para no perder lo clásico e histórico que lo caracteriza. La parte superior de la barra está decorado con unos vitrales preciosos de las que ya no se ven. Y el resto de los mobiliarios son un balance entre modernos y antiguos, haciendo juego con las publicidades viejas de bebidas que decoran la pared.
Durante primavera y verano es la mejor época para sentarse a tomar algo. Como el techo es bien alto (característico de las construcciones más antiguas) el bar es super fresco y desde las ventanas o la vereda se puede apreciar los colores de los árboles y las flores de la plaza.
La atención no es excelente pero no es mala. Tienen menús ejecutivos y la típica carta de cafetería. Los precios son un poquito más altos que otros bares pero pasables.
Este es el típico bar donde mi abuela, sus amigas y el resto del PAMI se reúnen por las mañanas o tardes para tomar un cafecito y ponerse al día con la lengua.

Un lugar que no perdió las costumbres argentinas. Está ubicado en el barrio de Alta Córdoba, al frente de la plaza principal del barrio. Es uno de los clásicos bares en córdoba, continua funcionando con el mismo respeto de siempre y el compromiso a los clientes, esos bares de barrios antiguos a los cuales la gente de los alrededores, y los mas grandes, le tomó mucho cariño.
Desde adentro podes ver la plaza y todo lo que pasa en ella y en las calles, mientras disfrutas de un café o una comida. Cuentan con menús ejecutivos y platos un poco mas elaborados. Del lugar me gustaron mucho las medialunas, pero los precios son caros. Ademas tienen cervezas y promociones 2×1 todos los días durante la tarde– noche.
El lugar recibe tarjetas, pero no es un lugar al que iría a comer. Siempre que fui o fui a merendar o a tomar una cerveza, y en los dos casos la atención fue muy rápida, eficiente y respetuosa.

Para mi, el café perfecto. Mesas afuera para disfrutar la tarde, mesas adentro para resguardarse del frío o el calor, mozos old school, buen café y buena comida. Todo decorado con un estilo bien de café tradicional.
Sí tengo que decir que las facturas y medialunas del desayuno no son la locura pero no están mal y los desayunos que ofrecen son completitos.
Los menús ejecutivos parecen muy ricos.
Me gusta de este lugar que los mozos atienden como mozos hechos y derechos, de la vieja escuela. No sé como explicarlo, pero es algo que se hace evidente en la forma de tomar el pedido y de servir.
En cuanto a precio, no es barato, en todo caso tirando a caro, pero creo que no en toda la carta.

Hace varios años que conozco esta cafetería de vista, pero nunca se me había ocurrido entrar ya que su estilo es más bien de lugar tradicional y antiguo, y por lo general casi nunca me atraen los lugares así.
A decir verdad, lo primero que me llamó la atención del Café de la Plaza fue un cartel que una vez ví al pasar volviendo hacia mi casa. «Happy Hour 2×1 en Chopp de cerveza todos los días de 18:00 a 22:00hs». Nunca habría imaginado que esta cafetería de aspecto lindo, pero bastante antiguo ofrecería nuestro querido servicio de hora felíz.
Es por eso que una tardecita sin saber a donde ir, se me ocurrió ir al Café de la plaza y me llevé una agradable sorpresa al ver que la palabra anticuado tiene también muy lindas connotaciones. Al entrar al bar, uno siente haber vuelto en el tiempo, repleto de gente bastante gente mayor pero elegantemente vestidos disfrutando con amigos o parejas, lo cual siempre es lindo de ver, y un baño cuidadosamente limpio.
La parte exterior es muy tranquila. Las mesas y sombrillas respectivas con vista a la plaza, los faroles redondos colgados de las paredes y la buena atención y predisposición de los mozos (hasta para ayudarme a instalar el wifi gratuito que hay en la zona) fue una grata sorpresa.
Definitivamente es un lugar para ir a disfrutar, no solo de la tranquilidad de un lugar tradicional de Alta Córdoba sino también de ricos desayunos y meriendas, o aprovechar las promociones en cerveza o fernet :)
Tienen gran variedad de tortas, jugos y alfajores como así también meriendas en una versión más light para aquellos que se están cuidando con tostadas y queso. También tiene fama de tener muy ricos sandwiches que todavía no tuve la oportunidad de probar.

Lo más parecido a un cafetín porteño en Córdoba.
Fileteados en las ventanas, mozos de moñito y camisa blanca súper atentos y mucha gente tomando café y nada más.
Recibe tarjeta, wifi es zona fibertel, anda decente, abre a las 7 y cierra cuando se va el último. Café Cabrales, buena atención y los almuerzos ejecutivos están bien decentes (si, re bien la verdad).
El lugar es amplio, tiene muchas mesas y al fondo, entre cuadros de Branca de una exposición de hace años, bancos grandes con sillones por si queremos pasar una jornada de trabajo. Al fondo hay enchufes.
El desayuno no tiene mucho brillo, las medialunas están bien, pero en este lugar uno esperaríà la perfección en ese panificado tan único. No sé si seré yo, pero un cortado a $ 23 me pareció un poco mucho.