Heladería Furchi

No puedo creer haberla conocido recientemente. Todos los sabores que probé son espectaculares. Los de agua están muy bien hechos y de super calidad. Recomiendo el de Naranja, jengibre y albahaca y anana con perejil. El pistacho es delicioso.

Si queres probar helado artesanal con sabores ÚNICOS en serio, vení a Furchi.
En casi pleno corazón de Belgrano está una de las heladerías más tradicionales de Buenos Aires en donde vas a encontrar sabores originales y únicos (no están en otras heladerías).
Su ambientación parece la escenografía de una peli de los 80, que sumado a la atención de los heladeros, hacen que tu experiencia sea deliciosa.

Muy rico helado. El local no es gran cosa porque está sobre Cabildo y es muy ruidoso pero está bueno para comprar y seguir caminando.

Me encantan las heladerías viejas, de barrio, con historia. Esta no es la excepción.
Tienen variedades que salen de lo común, como ananá con perejil (me encantó) o Gancia con Limón (quedó pendiente para la próxima) ¡Hay mucho para probar! Una amiga pidió un milkshake y estaba increíble, con la cantidad justa de todo.
No exageran en tamaños o porciones, eso está bueno.
El lugar en sí es de típica heladería vieja, tiene su atractivo, la música no está mal y es muy limpia, incluido los baños. Definitivamente vale la pena ir, pedir algo rico y salir a pasear por Cabildo, sobre todo estas noches de calor.
¿Por qué 4 estrellas y no 5? La atención es bastante mala… sobretodo el de la caja, que parece estar muy apurado todo el tiempo. Por lo demás, ¡muy bien!

Furchi me lo recomendó un amigo como «la heladería de mi niñez». Queda en pleno Belgrano y tiene un local enorme. Supuestamente es una de las heladeras originales de Buenos Aires (1959). Los sabores varían entre lo común y algunos más creativos como higo con roquefort, manzana con perejil y dulce de batata y queso. Incluso tienen uno de pan dulce para las fiestas — la mejor manera de disfrutar de la tradición de países fríos.
Yo no suelo pedir esos sabores y creo que solo los he probado. Pero para mí lo destacable son los sabores de fruta y chocolate. Los helados realmente tienen sabor al ingrediente que le ponen y el chocolate se nota que es de buena calidad.
Casi nunca pido de Furchi, aunque en general no pedimos mucho. Para mi es más un lugar para pasar a sentar y tomar un helado. Es divertido mirar todos los sabores raros y, si sos aventurero, probarlos!

¿Viste el mito de la heladería de barrio llevada adelante con esfuerzo por una familia, que compite día a día con las grandes cadenas? Bueno, eso es Furchi.
A mí particularmente me trae muy lindos recuerdos de mi infancia y adolescencia, ya que quedaba cerca de mi colegio y era fija ir ahí cuando queríamos tomar un helado.
Los precios están muy bien para lo que ofrece. Es bastante rica y, a diferencia de otras heladerías barriales, en ésta se la juegan y tienen gustos fuera de lo convencional. Otro clásico que la distingue es su típico pan dulce helado que venden en épocas navideñas.

Furchi es una de la heladerías más tradicionales del barrio de Belgrano, desde 1959. Un cartel certifica en la fachada «En FURCHI tomar helado es fácil. La mejor calidad al mejor precio, SIEMPRE». Aqui el helado es DE frutas, crema y chocolate, no «con sabor a».
Bien tano el asunto. Mercurio Furchi, nieto del fundador, deja bien en claro lo que tomar un helado en su local significa. Es un comercio súper de barrio, con clientela fija. Mercurio, nunca deja de monitorear todo desde la caja, donde cobra por sus más ricas creaciones. La familia que sostiene el local, lo hace tipo hormiguitas, en conjunto y trabajando duro día a día para que su negocio no deje de ser competitivo.
Lo loco de los helados, son sus gustos de nombres graciosos como el ananá con perejil, naranja con albahaca, moreno ardiente (fuertísimo con bayleys de por medio!), crema de higos con requefort y los típicos frutales donde la natura y el azúcar son perfectos ingredientes que dan origen al maracuyá, mandarina, manzana, frambuesa, duraznos con naranjas y ¡muchos más!
Pagás y obtenés mucho más que una crema helada deliciosa, vas a estar a punto de consumir historia, esfuerzo y eficiencia logradas por las manos de los que más saben, ¡Aplauso fuerte a la familia FURCHI!