Wrangler’s Saloon

Muy copado el lugar. un poco raro pero interesante! No creo q haya algo similar en todo Belgrano. :D

Mi amiga ya conocia este lugar hacique nos dirijimos todo el grupo para alla, es dificil llegar a aca porque solo ves una puerta abierta con unas escaleras todo escondido .
Entramos hay varias mesas de pool alrededor mesas y mas al fondo mas mesas, demoraron un buen rato en atendernos （eramos los unicos en el salon tal vez era algo temprano para estar）.Lo que si el lugar es hiper oscuro me gusto la decoracion hasta el techo tambien.
El menu contiene mucho para tomar con nombres raros y algo poco para comer basico.
Lo bueno hay wifi anda barbaro.
Es un buen lugar tomar algo, jugar al pool, salir en pareja o amigos.

Que decir. Uno entre y espera encontrar una cosa, pero lo que hay es lo opuesto. Mitad del bar tiene una decoración interesante, el otro, lo definiría como bochornosa. Tragos de los ’90, si vas buscando un destornillador o un sex on the beach, es tu lugar. La comida, medio pelo. La musica, rara. Pasas de un metallica a un luismi sin tapujos.
La atencion mas o menos, si te miran, se acercan.
Son 2 estrellas porque tiene pool, si hay un incendio, no salis.

Semi-​escondido trás una pequeña puertecita de madera, en un primer piso sobre Juramento se esconde Wrangler’s, el bar más extraño, raramente increíble y bizarro al que haya ido. Subiendo las escaleras alfombradas, te vas a encontrar con un pinball de Terminator, una gran sala con tres mesas de pool y mesitas de madera a los costados, arañas colgando, un maniquí de un cowboy que parece que te va a matar, luces azules, ajedrez, posters y vasos en el techo, luces rojas, señores de traje negro atendiendo la barra, dardos, posters de minas en semi-​bolas, etc. Música excelente, casi siempre rock clásico, metal tranqui.
Carta: muy simple. Hamburguesas varias, pastas, pizzitas, churrascos (si), el fuerte es la picada Wranglers que viene con salchichitas, queso, jamón, sanguchitos, aceitunas, papas, etc. Cerveza Quilmes u opción de choppera de 2lt, línea Coca, tragos varios, todo en excelente precio pero no aceptan tarjeta.
Atención, las mozas están todas vestidas con traje blanco de cowgirls y suelen ser simpáticas.
Es un excelente lugar para ir con amigos a jugar unos partidos de pool o juegos de mesa, o simplemente a charlar y pasarla bien. NO es para plan de cita. NO es para ir con la familia. SI es el lugar a dónde ir si estás por la zona.

Voy a dividir esta reseña en tres partes: Expectativas, Realidad, y Desenlace.
Expectativas: «re vamos a un saloon del viejo oeste! va a estar re copadoooh! Seguro van a haber bocha de puertas vaivén, y las chicas te atienden con sombreros de cowboy, vamos a jugar al pool con rednecks, poner fichas en una rockola y escuchar música re cool!!!»
Realidad: Subís por una escalera alfombrada, pensás que estás entrando a un lugar clandestino donde hay poker y señoras que cobran por sus servicios (lo cual es bueno!). Luego doblas a la izquierda y te encontrás con un salón de pool, un cuarto intermedio con mesas, y un salón al fondo que parece una sociedad de fomento donde festejaron un 15. De Saloon no tiene nada, y honestamente, mientras tomás una birra, el fondo de tu mente piensa que ojalá no se prenda fuego nada porque está todo alfombrado en un primer piso y sin salida de emergencia.
Desenlace: Tomamos gin tonic en vasos de plásico con meseras que mucha idea no tenían de los productos que ofrecíà la carta (aunque sí tenían buena onda), escuchando un random mix de canciones que incluían desde Sinead O’Connor y Nickelback, hasta Creed y Los Ramones. Muy random todo. Más random aún las decoraciones del techo… chicos, si van a pegar cartas de poker y fichas de ajedrez a los paneles del techo, asegurense que la decoración sea acorde… saquen al menos las sillas de plástico y pongan madera.
En fin, bizarro. No creo que vuelva porque además de aceptar solo efectivo, las los tragos son super estandar, y de la música ni hablemos.

A pocas cuadras de Jurabildo, y casi desapercibido (es simplemente una puerta) está Wrangler: Ya un clásico del barrio.
El bar es un primer piso al que se accede por unas pequeñas escaleras y está ambientado al estilo western.
Tiene un salón principal donde están las mesas de pool, un salón más pequeño pegado a la barra (donde hay dardos) y un tercer salón que a veces se abre cuando el lugar está lleno; por lo que casi siempre vas a conseguir lugar.
La atención es muy buena: Con la birra siempre te traen palitos, maní y papas! Y hasta a veces se copan cambiándote el vaso para traerte uno frío.
Los precios son normales, pero están bien para la zona. Sólo efectivo.

Si bien no pude parar de decir «tengo miedo» durante toda la noche, este bar realmente es una opción bastante diferente.
El lugar es grandísimo. Ambientado en estilo Western, tiene 3 salones para disfrutar. Uno de ellos cuenta con mesas de pool y pinballs para entretenerse.
La carta es algo simple, va desde picadas y hamburguesas hasta pastas y pizzas. Nosotras elegimos la picada homónima y estaba muy rica; entre 3 y con poco hambre, va bien. En cuanto a bebida elegimos una chopera de 2 litros, comodísima para servirnos sin necesidad de llamar a la camarera y cortar nuestra charla.
Los precios son moderados y no aceptan tarjetas.
Calculo que Clint Eastwood iría. 4 estrellas.

Me encanta Wrangler’s porque es súper random y descontracturado. Cuando no quiero preocuparme por nada ni pensar a dónde ir, salir de los lugares y barrios de siempre, vengo acá con mis amigas.
El bar está ambientado con la temática wéstern y cowboy, todo es de madera y las mozas tienen sombreros de cowboys. Siempre hay música sonanado y tienen pantallas donde pasan videos que no tienen nada que ver con el lugar ni la ambientación, pero bienvenidos sean. También podés jugar a los dardos o al pool. Hay varias mesas.
El lugar es todo cerrado, pero se puede fumar. Es bastante grande y se llena más o menos a partir de las doces de la noche, antes, si querés ir a comer, vas a estar tranquilo. Los precios son re accesibles. La carta es típica, no tiene gran variedad: hamburguesas, picadas, pizza, tragos, cerveza.
Recomiendo la Picada Wrangler’s que tiene de todo y es ideal para dos. Y tenés pedir la cerveza en una choppera tirada de dos litros.

Salimos de after con la gente de la oficina. No había demasiada gente, la atención fue buena. El ambiente zafaba pero no era wow. La picada estaba rica y no era cara. Bien para tomar con una cerveza y después jugar una partida de pool.
Pasamos un buen rato en líneas generales.

Si Queres hacer algo tranquilo con amigos te lo súper recomiendo! Tiene precios accesibles y buena onda. La música está bien y podes jugar al Pool toda la noche. No se calientan mucho por la indumentaria

Wranglers cuenta con mesas de pool y dardos por si se quiere jugar. Tiene cervezas presentadas de una buena manera.
El lugar es un tanto dificil de encontrar, ya que solo se ve una puerta del tipo de las casa antiguas. Hay que subir una escalera alfombrada y es todo en el primer piso. El salon es bastante grande y es un lindo clima de bar. La musica es un tanto alta para mi gusto y si bien da espacio a la charla, a veces se complica un poco. La atencion es un tanto pobre, porque los mozos no te dan mucha bola.
Con respecto a los precios, no es ni muy caro ni muy barato, esta en la media.

Es un bar que está en un primer piso, si pasás caminando por la calle Juramento no te vas a dar cuenta de que está ahí porque es tan sólo una puerta con una escalera alfombrada, al lado de una confitería muy antigua y conocida del barrio de Belgrano.
Si bien sólo fui en determinadas oportunidades con compañeros de trabajo, he probado el misil de cerveza –un tubo muy largo que tiene una canilla en la que te servís en un chopp– y una picada.
Tienen mesas de pool y el salón es bastante grande si uno no quiere jugar.
El precio es normal, ni muy caro ni muy barato.

Desde el bueno, el malo y el feo, Volver al futuro III, así podemos seguir con la lista de imágenes que tenemos impregnadas del mundo cowboy.
Tiene el fin de conocer un lugar con esta temática tan particular. Es mas curiosa aún, cuando te acercas al lugar, porque con un escalera de paño rojo y su sonido bajo, pensás que están entrando en la casa de una familia. Pero te encontrás con está decoración de antaño y todo lo suficiente para pasar una buena noche.
Especial para grupos, también para una cita de alguien que no conoces mucho sus gustos.
Las bebidas tienen un precio, $$, en términos Unilocal y como suele suceder con el alcohol y las escaleras, la salida se puede convertir en esa caída del cowboy al final del video «Don´t tell me» de Madonna.

En una época este era mi bar de cabecera. Si vas caminando por Juramento, vas a encontrar una escalera larga que a simple vista no dice nada, pero si subís vas a encontrar a este bar, Wrangler.
Es un lugar para ir con amigos, pareja, primeras citas. Tiene mesas y sillones, es bastante grande, dividido en sector fumadores y no fumadores. Además hay mesas de pool, dardos, y juegos de mesa.
El bar está ambientado con la temática cowboy, todo de madera y las mozas están vestidas con sombreros de cowboys. Está buena la música y tienen pantallas donde pasan videos.
Se puede ir a tomar y a comer algo. No tienen grandes cosas para cenar, pero sí algunas picadas, papas fritas, hamburguesas, no es comida muy elaborada. Para tomar hay tragos de todo tipo y cerveza.
Una particularidad de este lugar es el «misil» de cerveza. Son 2 litros de cerveza tirada en un tubo. Los precios son normales.

Había pasado mil veces por la puerta de este bar sobre Juramento y nunca me había dado cuenta de su existencia. Hasta que un día me invitaron a ir y lo descubrí: subiendo por una escalera alfombrada hay un bar ambientado al estilo western donde te recibe un maniquí vestido de cowboy.
Sirven tragos, cerveza y algunas comidas para acompañar, como en todo bar. La música está buena y tienen algunos juegos para amenizar la noche. También tienen un sector lleno de mesas de pool, que siempre se llena. Los fines de semana va bastante gente, por eso me gusta más como una opción para ir en día de semana.

Más de una vez habrán pasado por esta fachada sobre Juramento, con una escalera de alfombra roja que no se sabe a dónde va. Cuando llegás al bar te sorprendés: imágenes de cowboys, luces bajas, buena música, una barra iluminada, relojes y cartas de póker en el techo, antigüedades, dianas en las paredes.
Es genial para ir a tomar unas cervezas con amigos despreocupados. Tienen que pedirse «el misil»: un tubo de 2 litros de cerveza para que se vayan sirviendo 5 ó 6 personas.
Lo que diferencia a Wrangler’s de otros bares es que es un excelente ambiente para quedarse jugando al pool, a los dardos o a los juegos de mesa que pueden alquilarse ahí mismo. La diversión está asegurada y sin preocupaciones, cierran bien tarde, cuando se va el último cliente.