Viva La Crêpe

Estaba con poco tiempo y resignado a almorzar algo rápido en el escritorio de la oficina, pero pasé de casualidad por la puerta de Viva La Crêpe y entré sin dudarlo: poca gente, lindo y chiquito local (una barra en la que no entran mas de 10 personas y dos mesas en la vereda), Sinatra de fondo y una propuesta diferente.
Pedí el crêpe de espinaca, cebolla, champiñones y queso cremoso. Buen tamaño, la masa me pareció un poco gruesa (en comparación a otros crepes que comí, pero no soy experto), estaba rico pero no me volvió loco. Tal vez haya elegido mal, había otros mas contundentes con pollo o lomo pero quería algo bien liviano.
Igual, ahora que ya estoy en la oficina me arrepiento fuerte de no haber probado el de Nutella como postre (también tienen de frutillas con crema y manzanas asadas)
Ofrecen 3 líneas de crepes salados que varían en rellenos y precios: Niza, Toulouse y París que los venden en combo con bebida y postre (crêpe de dulce de leche) o café o en forma individual. Para tomar además de gaseosas tienen limonadas y licuados.
Solo pago en efectivo

Cuando entrás a Viva la Crêpe, te teletransportás por un tiempo a la hermosa ciudad de París. Es que acá adentro todo está ambientado con un toque francés y ofrecen una variada oferta de crepes, croissants y demás comidas típicas de Francia. El lugar está buenísimo para ir a almorzar, ya que además de los crepes tiene ensaladas, sandwiches y otros platos aptos para comer bien, abundante y saludable. También está bueno para tomar la merienda, tienen un café muy rico y la pastelería es increíble.
El lugar está super bien ambientado, con dibujos en las paredes y cuadros bien delicados, que terminan de darle un marco francés al espacio.
Aceptan tarjetas, las camareras te atienden rápido y son bien atentas y el lugar tiene buena conexión a wi fi, por lo que es apto para ir con la compu a trabajar o pasar un rato.

En pleno centro, te encuentras con un pequeño pedacito de Francia, dedicado exclusivamente a todo tipo de Crepes. El restaurante es chico y muy lindo, está todo decorado con cosas alusivas de parís y en las paredes blancas hay dibujos de la ciudad, además de unos cuadros muy lindos.
Para comer en el local, hay una gran barra donde puedes ver en vivo como preparan las crepes. Opciones hay miles, entre saladas y dulces. Mi preferida de las saladas son la de salmón con ciboulette y la de espinaca y roqueford, de las dulces recomoniendo la de Nutella con banana que es espectacular.
La propuesta es interesante ya que las crepes te las sirven en forma de cono, así son fáciles y rápidas de comer. Sobre todo si trabajas en el centro y no tienes mucho tiempo. Otra opción es el delivery, donde te entregan rápidamente el pedido a tu oficina o a tu casa.
El local abre solo a los medio días (hasta las 18 hrs). Tienen opciones de combos, con bebidas y algunos postres. Definitivamente el precio calidad es muy bueno.