Viejo Mundo

Durante 25 años en Villa del Parque vi pasar un montón de negocios en esta esquina sin que prosperen demasiado. Hace relativamente poco, en el 2010 aproximadamente, se instaló Viejo Mundo, con una estética y propuesta muy particular.
No abundan los restaurantes con comidas exóticas por el barrio, y esto es lo que propone Viejo Mundo. Ya sea yacaré, conejo, ranas, llama, cordero, HUMANOS (esto último es mentira, no se asusten), todo tipo de carnes, están acá.
Y eso no es todo, también hay una gran variedad de mariscos, pescados y una enorme diversidad de platos.
Peeeeero, (sí, siempre hay un pero) claramente, al ser una casona gigante, de dos plantas y con comidas tan raras, barato no es.
En cuanto a mí experiencia, la comida no te vuela la cabeza y podría ser muchisimo mejor, la atención es apropiada pero nada a destacarse, la ambientación está linda, pero es más lindo de afuera que de adentro, y como ya dije, es caro.
Si podés almorzar por ahí, está bueno para aprovechar el menú ejecutivo, si no podés, como yo, andá abriéndote de piernas porque vas a gastar bastante.
No sé, a mí no me atrajo lo suficiente como para volver, con una sola vez me alcanzó.

Pintoresca casona donde se encuentra el restaurante tiene una buena parrilla, pescados, carnes exóticas y también pastas. Es linda para ir en grupo. Los postres son bastante ricos

Es una opción para de vez en cuando, no me convenció para hacerme habitué.
Fuí un viernes a la noche (en la puerta anuncian show de bossa) al llegar nos recibieron bien, pero allí ya tuvimos el primer inconveniente con la elección de la mesa. El Show se desarrolla en la Planta baja y la sugerencia fue ir a la planta alta, tras varios minutos de «negociación» (había mesas vacías que decían estar reservadas) nos armaron una mesa al lado del dúo. No lo recomiendo llegue a pensar en un momento ¿cuando termina esto? Lo peor de todo es que las mesas «reservadas» jamas se ocuparon. En fin fue algo que no sumo demasiado en la estadía.
En cuanto a la carta hay de todo un poco, yo no soy amante del pescado y mariscos pero la tabla que paso de ellos para la mesa contigua prometía.
En cuanto a los medio dias es una buena opción ya que tienen un menú ejecutivo y posibilidad de comer al aire libre.
La atención es buena, las mozas le ponen mucha onda, aunque se nota que les falta un poquito de experiencia (al menos conocer la carta) pero la cordialidad y espero hace que uno pase el detalle por arriba.

Está hace 4 años maso o menos y siempre hay gente. Algunos días hay cena show con cantantes en vivo que acompañan durante la cena pero no invaden.
Es una propuesta interesante del barrio, a veces no es necesario irse a Palermo para poder disfrutar de una comida diferente.
Para los carnivoros tenes todo aquello que camina va a parar al asador, cordero, bifecitos de llama o Yacaré.
Los amantes del pescado tienen opciones tentadoras, trucha con milhojas de verdura, ravioles de salmón, etc. Un mix interesante que no suele encontrarse con frecuencia.
Ubicado en una esquina, cerca de la zona comercial esta casona antigua también ofrece menú al mediodía para los que se encuentran trabajando en la zona.