Es un lugar chico, bueno para almorzar con un grupo de amigos o compañeros de trabajo. Su ubicación pasa desapercibida entre tantos locales de la calle Marcelo T. De Alvear, sin embargo eso no quita que la comida sea buena. En mi caso, pedí una milanesa a la napolitana con fritas la cual venia con una bebida, todo por el valor de 90 pesos. Mis compañeras se pidieron ensaladas a 83 pesos, tartas al mismo precio. La atención fue buena, ya que íbamos en un grupo grande de 18 personas a festejar un cumpleaños. Imagino que para un grupo pequeño la comida llegaría más rápido, ya que nosotros tuvimos casi 45 minutos de espera y faltaron platos, cuando los volvieron a pedir, trajeron totalmente otra cosa. Más allá del mal momento, la comida es rica, el ambiente es agradable y nos hicieron una atención por el cumpleaños. Como servicio para antes de la comida, dan una panera con un recipiente de queso chedar para untar. Sólo aceptan efectivo.