Urban Crepe

JAMAS VOY A VOLVER, ATENCIÓN PÉSIMA ENCIMA ME MIRABAN MAL DESPUÉS DE QUE ELLOS PERDIERON MI PEDIDO. DESORGANIZADISIMOS
Fui a Distrito Arcos mas que nada para comer en So Bagel pero me tentó esto por su larga fila (si hay tanta gente debe ser bueno).
Tenia un pibe adelante que fue con sus padres y 4 hermanos. O sea que delante mio estaban entregando un pedido grande, fue ahi que perdieron mi ticket y estuve esperando 1 hs LITERAL y jamas llegaba mi turno ! Le dije al flaco que estaba atendiendo que estaba esperando hacia 1 hs y que no podía ser que espere TANTO.
Si, habían perdido mi ticket/​pedido. Estuvieron 4 min fácil buscándolo y cuchicheando entre ellos (como que no me creían, pensaban que me quería hacer la viva y sacar un crêpe mas porque no controlaban) El flaco me pide el ticket copia, el que le dan a los clientes y finalmente comí despues de una infinita espera. Tenia tanta hambre que lo devore casi sin degustar.
Repito: jamas voy a volver, la próxima SO BAGEL SIN DESVÍOS !

Como concepto, está perfecto, aplicado impecablemente.
Hablamos de un crêpe gigante, que podes customizar a tu gusto, a un precio accesible, dentro de todo porque posta te re llenas, es una bomba.
¿Ya compraste?, así es la propuesta, una isla, en formato container, con mesitas redondas, sombrillita, al sol, todo lindo, que verano Teté… digo Distrito Arcos! (Me siento giordano, daaaale leelo con tonito… ok, la corto.)
Me pedí el de espinaca, parmesano y champigñones, pero le sumé pollo porque no puedo conmigo misma, que se yo, no les voy a mentir. El original, sin el pollo $ 70, con el agregado $ 90. Pueden agregarle lo que quieran de una amplia lista, y de verdad es gigante, y rico, además hay dulces, que no probé porque tampoco la pavada chicos, que pretenden de mi?
Pero parecían mega tentadores.
Algo re malo? La atención, perdón pero eran lentas, como muy lentas, muy eh MUY, y tenias que preguntar y repetir todo, pero bueno pongamosle onda.
Volvería claramente, porque es así la vida, con crepes y al aire libre es mejor.

Fui a pasear a Distrito Arcos, de tanto caminar y de mirar ropa, agarra hambre y las opciones para comer en el shopping al aire libre no soy muy variadas, decidimos probar los crepes.
Me pedi el de Chocotorta (viene con dulce de leche mezclado con queso crema, pedazos de chocolinas y confites) es una bomba, pero la verdad me encanto! los precios normales, al rededor de $ 60 cada uno, las bebidas si un poco caras $ 20 aprox una lata de gaseosa.
La atencion es buena, son muchas chicas en un lugar mini pero sacan los pedidos bastantes rapido, te llaman por nombre para no tener que estar ahi parada esperando.
volvere! recomendable

Fui una tarde de sábado a Urban Crêpe. El stand está ubicado dentro del Distrito Arcos, las opciones para comer ahí no son muchas y los crepes parecían una de las mejores. Hay crepes salados y dulces, con gran variedad de ingredientes para rellenarlos. Pedí uno de manzana acaramelada, crumble y crema. El tamaño de los crepes es grande pero el relleno, por lo menos en mi caso, dejó mucho para desear. La crema era apenas unas cucharaditas en el borde del crêpe cerrado, por lo que luego tuve que comer el resto del crêpe seco sin crema.
Mi amiga se pidió uno con mascarpone y frutos rojos y el mascarpone apenas se veía.
Otra cosa que no me gustó fue que en la pared detrás del mostrador no hay precios y el menú no podía encontrarlo por ningún lado hasta que una chica que trabajaba en Urban Crêpe apareció dando vueltas y le pedí uno. Deberían ponerlos a mano o agregar los precios en la pared del fondo.
No son muy caros, la masa está buena pero no sé si volvería. No me gusta cuando son reticentes a poner mucho de uno u otro ingrediente.

Una crepería adentro de un container en el patio del Distrito Arcos. Suena medio raro pero así funciona Urban Crêpe, una de las opciones gastronómicas que tiene este centro comercial a cielo abierto.
¿La especialidad del container? Y sí, crepes, dulces y salados. Fui para el almuerzo y me pedí el S7, de salmón ahumado, rúcula, philadelphia y alcaparras. Pagás, dejás tu nombre te llaman cuando está listo y te lo entregan doblado para que quede como un conito. Para sentarse el lugar tiene mesas y sillas –cómodas– propias. Me gustó que, por la temperatura de la plancha, el crêpe era crocante por fuera y aireado por dentro, muy rico. El relleno me pareció correcto, cuando lo terminé de comer estaba satisfecha. Para tomar pedí una ginger, algo así como una limonada con jengibre.
Hay de J y Q, 4 quesos con albahaca, jamón crudo, ave ahumada, queso y tomate con aceitunas. Variadito. Y entre los dulces me parece que hay una oferta mucho más original. Algunos gustos: Mermelada de maracuyá, ananá, coco rallado y salsa de chocolate. Manzanas caramelizadas, crumble, pasas y crema. DDL, chocolate, Vauquita y crema. También hay paninis (con rellenos similares a los crepes salados), algunas galletas, yogur, granola y café espresso Illy.
No soy fan de los crepes pero debo decir que me gustó. Es una buena opción liviana para el almuerzo, aunque con lo que pedí la cuenta daba $ 122 (los crepes salados salen entre $ 55 y $ 77 y la ginger $ 45, hay aguas y gaseosas por $ 25). Depende del pedido, obvio, es el precio final. Pero sin dudas prefiero un crêpe para el mediodía antes que un paso por una cadena de hamburguesas o un sanguchito así nomás.