Tupe

We ate here on the advice of a local porteno. The café is small and cozy with a friendly staff. We ordered the rib eye steak, grilled vegetables, and baked potato. It was enough for the two of us (even though the waiter was trying to get us to order more). All of it was delicious. Next time we will omit the baked potato and order a salad as the grilled vegetables had a two big potatoes. Since we were sharing the bill came to $ 415AP without wine. Very reasonable.

La verdad es que caímos un mediodía solo porque hace un tiempo, un supermercado daba tickets de descuento para los almuerzos. Sino hubiese sido un lugar que seguiría sin registrar. Esta parrilla es un misterio. Es la típica que podrías ver en un barrrio bien barrio porteño tipo Almagro, pero a pasos de un local de Mini Cooper, frente al imponente edificio del ACA, a metros de una de las intersecciones más prestigiosas de Libertador por la población de embajadas y en la misma cuadra que se encuentra un restaurante donde la ostentación es la consigna.
Sin embargo Tupé es lo más intrascendente y bajo perfil que podés encontrar. Al menos por su fachada y ambientación. Aunque la experiencia en aquella oportunidad no fue la mejor (las porciones eran ridiculamente chicas y más que asado parecía osobuco hervido) volvimos un par de veces para darle otra oportunidad. Ni fu ni fa. Estándar. Casi siempre está llena, pero es perceptible que la clientela adulta-​mayor son los fieles de siempre.
La carta tiene un poco de todo, comidas regionales y argentas. Milanesa con papas fritas, revuelto gramajo, pastas y parrilla por supuesto. Empanadas o achuras de entrada y los clásicos cortes y acompañamientos. No es mala, pero tampoco un manjar. Los platos de minutas y pastas son «correctos» y para asado está bien pero prefiero otros lugares. Las porciones son justas, nada de regalo, y los precios te regalan menos. Creo que se paga más por la ubicación que por el producto.

Un muy buen lugar para comer por la zona del A.C.A de Libertador, sobre Tagle, casi llegando a la esquina, tiene mesas con unas lindas sombrillas para almorzar afuera (aunque a veces los autos te pueden zumbar medio cerca). Cuenta con excelentes opciones de menú para el mediodía, generalmente pudiendo elegir entre algo de parrilla, pastas y algún plato «light» como milanesas de calabaza y cosas por el estilo.
No es el lugar más barato de la zona, pero cuando trabajaba por ahí era donde siempre terminabamos recalando los días de pago, como si fuera una especie de «permitido» para los participantes de Cuestión de Peso.
La parrilla es realmente muy buena y para mí siempre es la mejor opción. Los platos del día suelen ser muy ricos pero a veces no tan sustanciosas si se las compara con el inapelable bife o lomo con papas fritas o puré, que nunca falla.
De postre recomiendo el flan, siempre casero y condulce de leche repostero como para terminar de estallar la bomba y declararle la guerra a muerte a la dieta.