The New Brighton

Es un clásico de las antiguos restaurantes de Buenos Aires. La decoración es increíble, tiene una barra de madera y una maquina de hacer café que debe tener 60 años y brilla de lo pulida que esta.
Es medio caro el lugar pero el servicio es de primera, de los que no existen ya, como si se hubieran detenido en el tiempo los mozos junto con la decoración.
Los postres muy buenos, los desayunos, tostados etc también de primera. Los tragos están bien pero algo caros y como es un lugar con determinada clientela nada de 2×1 ni similar, vale la pena ir no obstante

Bar clásico. Ideal para venir a tomar algo después de la oficina. Es elegante, los mozos amables, la carta de tragos buena. El pianista de fondo le da un toque especial además de su arquitectura. En los días de semana cada trago viene con una bandeja de calentitos, que es buenísima.

Excelente ambientación, una barra divina y muy buen menú. Un poco caro, solamente para almuerzo de negocios si podes pasar el gasto

Tip 1: You can avoid a lunch wait by having a reservation or be invited back from the server via business card during a dinner meal, which is what happened us.
Tip 2: portions are very large, they can do half portions, just ask.
Tip 3: confirm if your protein comes with any sauce (in case you want it dry) a lot of the meat and fish dishes do and the menu doesn’t always say so
Tip 4: for some, this should be tip 1, free glass of bubbly for all patrons, yep there is something for free out there in the world! No strings attached. And it tastes good too, not too dry, easy and light enough to drink another.
Tip 5: Manteca is the word for butter in case you want that instead of the pâté type spread that comes with the bread baskets
Tip 6: worth a visit!
Appetizers:
Fried cheese — delicious!
Grilled Shrimp– served on a bed of mini potato sticks/​fries — excellent during the night, just good during lunch
Beef Carpaccio– delicious!
Palm of hearts — good but seemed canned/​pickled and not fresh. First time tasters enjoyed the dish, if like we you know your hearts of palm, I’d skip it.
Entrees:
There doesn’t seem to be any light or small dishes. Everything is super sized.
Lomo or beef filet is excellent. Mine was at least 16oz, at least.
There were other cuts of meat even larger, all juicy and tender. At our table there were no complaints.
Brighton beef/​kind of like beef Wellington got excellent reviews
Grilled Salmon salad was good
Seafood salad is greens with octopus, mussels, and various other seafood but main protein was pulpo. It’s a large dish, no-​one finished.
Fish dishes were great too, but they do come covered in sauces so make sure you ordered fish not because you want something light, as it won’t be, if sauce is added. But this isn’t the case for all fish dishes
Sides:
Grilled veg sides are great, I didn’t try the creamed spinach but it was a hit with others. Sweet potato looked so so, but I didn’t taste it.
Dessert:
Ice cream is not homemade, feels like store bought, it’s ok but makes sense to try something made In house
Everyone loved the orange crème brûlée.
Service is very good, we found Victor, a tall male server especially helpful. The décor is pleasant, the restaurant is immaculate and spacious and the price is reasonable, especially considering the quality of experience delivered. Our server remembered us and our drink orders on the return visit.

Hermoso bar clásico. La puerta y la barra son bellísimas. Los tragos están bien
Contra: barman se va a las 21, por lo que tiene borario restringido.
Para grupos: hay salón en el subsuelo.
EL Negroni está muy bien. Es un hermoso lugar silencioso para escribir o leer. Para tomar el té el ambiente es ideal. PArticularme me agrada que no haya bullicio ni música (en muchos lugares la musicalización es un fail enorme). Eso sí, uno se puede sentir un tanto «adulto mayor».
Atienden con mucha amabilidad.

Fan-​freaking-​tastic!!!
I dined here with 7 friends. I loved the atmosphere, although I thought it was a little too bright (but that’s how I remembered the name).
Started with a complementary glass of bubbly. Nice touch. Prompt service from friendly staff who were able to speak enough English to ensure we were served right.
The fried cheese should not be missed. Note, it’s not your standard breaded and fried cheese.
I did have to send my undercooked steak back. It was returned perfectly cooked. It was the most tender steak of my life. It was so tasty, no toppings were required, although the chimichuri sauce was pretty spectacular.
The garlic mashed potatoes were super. The creamed spinach was a hit. The salads were fresh and the hearts of palm so tender. Mashed sweet potatoes were good.
We split a dessert that was prepared at the table. I don’t recall what it was, but it was made with ice cream, strawberries and, wait for it, ground pepper! It was good, but I wished I’d talked the table into trying the crepes with tres leches.
We split the tab equally, dinner with 4 bottles of wine came to about $ 30US a person.
This was one of the most memorable meals I’ve had in a very long time and I just know when I go back it won’t be as good, but I’m going to give them the chance to prove me wrong!

Lejos de las tendencias gastronómicas actuales, The New Brighton se erige como un emblema clásico, elegante y con un toque británico en el centro de la ciudad. Un lugar ideal para vivir una experiencia diferente (no vayas de short ni ojotas, te vas a sentir un poco fuera de lugar).
La magia se siente al ingresar al ver la gran puerta, la extensa barra, los muebles de madera y el pianista interpretando las más variadas melodías.
También llama la atención los precios de la carta (80 pesos una cerveza parece mucho, ¿no?), pero todo adquiere sentido cuando ves cómo llega acompañado lo que pedís para tomar. Cada botella venía con un plato repleto de diferentes delicias saladas para picotear: sanguchitos de miga, chips, empanadas, tortilla (que se llevó todos los aplausos), carnecita con una salsa increíble, arrolladitos y más. Increíble.
Entonces: buen ambiente, buena comida… y buena atención. Bah, excelente. El mozo que se encargó de nuestra mesa era de esos que se nota a kilómetros que experimentado, fue muy simpático, atento y siempre listo para llenar las copas.

Service was really slow and not to recommend. Waiter was not friendly and food was very average. Nice traditional décor but really would not come back.

Uno de los bares más antiguos y clásicos de la ciudad de Buenos Aires, especialmente en la parte el micro centro.
Uno imagina que rebalsa durante los almuerzos ejecutivos, con empresarios llenos de plata que van a codearse con gente como uno. Sinceramente es carísimo. Todo te fajan. Fuimos con 2 amigos, tomamos 1 gin tonic, 1 fernet y una cerveza y 270 pesos. DOSCIENTOS SETENTA PESOS.
What’s the catch? Con todo lo que pidas te traen cositas para comer. Medio random, a veces maní y papitas. A veces picadas. A veces sandwuchitos. Depende de lo que hayan preparado en la cocina en el día.
Con eso en mente TAN mal no está. Igual digamos que la onda es ejecutiva y tirando a gente grande. Jamás iría ahí para divertirme. Pero si sos turista, la decoración, atención y productos del local seguramente te pueden atraer.
La atención es superlativa. Con mucha clase, educación y siempre dispuestos a ayudarte con una sonrisa. Acompañan los precios.

La verdad, esperaba mucho mas de este lugar. Fui por un almuerzo laboral, eramos un grupo relativamente grande. La atención de los mozos, paso de buena a abrumadora, había uno 4 mozos, constantemente en el medio de la charlas al punto que interrumpían. Uno de los mozos me hizo un comentario completamente racista y fuera de lugar, si los dueños leen esto, sepan que no todos los que van a comer ahi son «Ricos», y la mayoría trabajamos después de las 2 de la tarde. Al menos, ese es mi caso.
Paso la comida. Mi pedido fue un Risotto Tartufo (con hongos), la verdad que estaba horrible, sobre todo en relación al precio del plato, que superaba los $ 200.
El lugar es muy bonito y prolijo, la música, deja mucho que desear, sobre todo después del 6to bals.
En resumen, no volvería a pisar ese lugar ni aunque me paguen.

Clásico, elegante, sofisticado, sublime; así es el restaurant y bar de estilo ingles al que concurren principalmente altos ejecutivos del microcentro.
A media cuadra del tumulto de la calle Florida, es posible encontrarse con una atmosfera verdaderamente especial, uno de esos tesoros excelentemente preservado de una ciudad que no deja de sorprender.
El bellísimo lugar, da la bienvenida a los sentidos con una barra de madera refinada y sorprendentes vitraux, así como también con música interpretada por un pianista que nos transportan a otras épocas y contribuyen a comenzar a generar un ambiente perfecto. Posee, también un amplio salón principal y otro para eventos privados en el subsuelo.
Cuentan con gran variedad de platos muy bien presentados, tanto las carnes y aves (muy recomendable el lomo Brighton) como los pescados y mariscos. La carta de vinos cuenta con los mejores exponentes argentinos, y el nivel de atención es realmente de excelencia.
Lógicamente, los elevados precios son acorde al nivel del lugar, pero créanme que la experiencia amerita darse el gusto alguna vez.