Lugar pensado para almorzar con mucha tranquilidad. Hay que ir sin apuro. Es una casa de campo vieja reciclada, muy linda. Tiene una galería donde recomiendo especialmente sentarse a comer y escuchar el viento entre los árboles. Es menú fijo. Entrada con embutidos regionales excelentes, queso y fiambres. Buenas empanadas fritas. Después hay pastas caseras rellenas también excelentes. Como tercer plato: parrilla a la leña. Muy bueno. Sólo chorizo, morcilla, asado, vacío y lechón pero de calidad y perfectamente hecho. Para tomar podés pedir gaseosa grande(un gran Plus a mi parecer). Los postres que son ricos son los caseros: flan y budin de pan. Lo único criticable es que la carta de vinos es casi inexistente y no tienen ninguna opción de cerveza. Una pena porque el bucólico ambiente de la galería y el patio pueblerino es una hermosa invitación a tomar un rico vino o cerveza y disfrutar de la experiencia. Sin duda para volver.
Sarah C.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
Una hora y media de distancia desde capital. Un pueblito chico(cerca de Mercedes para ubicar un poco más) de calles semi asfaltadas(o casi nada). Una plaza y varios restaurantes-parrillas. Vale la pena el viaje? Pos claro! Varias personas que habían ido me insistían en que tenía que ir a éste lugar que es casi como la meca del asado, y desde ya, tenían toda la razón. Cuando empecé la difícil tarea de buscar a cuál de los restaurantes ir, Santa Victoria es el que más me llamó la atención. Así que, reserva de por medio, partí hacia allá. Te ofrecen un menú fijo por $ 260(diciembre 2015, sólo aceptan efectivo) que consta de una entrada con empanada de carne frita(una bomba), fiambres, queso y berenjenas en escabeche; como platos principales pastas caseras(tallarines, sorrentinos de ricota y jamón o raviolones de verdura, con varias opciones de salsas para elegir) y parrilla(vacío, asado, lechón, chorizo y morcilla –acompañados con ensaladas clásicas-) los cuales podés repetir las veces que quieras(la entrada y el postre son lo único que no se puede repetir) aunque llega un momento en que te das cuenta que tu capacidad estomacal es menor a la de tus deseos de alma obesa y llega el triste momento de decir basta. Para el postre tenés las opciones clásicas de cassata, almendrado, queso y dulce, budín de pan, zapallos en almíbar y flan con dulce de leche y crema. Para acompañar la comida e ir tratando de bajar todo y hacer lugar para más, las bebidas que tenés son vino de la casa(bastante digno), gaseosas en botella de litro y medio, soda y agua mineral con o sin gas. No tienen aguas saborizadas. Una cosa para destacar es que también tienen un menú especial para celíacos y al parecer son el único restaurante de ahí que brinda éste servicio, así que me parece súper valorable. De la comida y el servicio no hay nada para decir que no sea que TODOESTUVOEXCELENTE. Las mozas son señoras grandes muy amables y simpáticas que están atentas constantemente, pasan seguido a preguntar cómo va todo o si necesitas algo. La comida: un manjar. Las pastas con ése sabor casero real(recomiendo los raviolones, una gloria); la carne se nota de muy buena calidad en terneza y sabor, el lechón se deshacía, ni hacía falta cortarlo, y el vacío también muy tierno(son los dos cortes que recomiendo). El lugar es agradable y muy espacioso, incluso entre las mesas, aunque tiene una amplia capacidad y se llena tanto adentro como en las mesas de afuera bajo los árboles o bajo techo en una galería que rodea el restaurante. Y aunque el exterior es llamativo, en pleno verano recomiendo comer adentro que tienen aire y ventiladores porque afuera se puede tornar un poco pesado el tema del calor y la abundancia de la ingesta. Por suerte tenes a una cuadra la plaza donde hay una feria artesanal con productos típicos de campo y comestibles, dulces caseros y artesanías varias, muy útil para ir a dar una vuelta e intentar bajar un poco tooodo lo que comiste. Todo aquél que fue y me lo recomendó, es reincidente. Mi caso no va a ser la excepción ;)
Mauro J.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
Tomás Jofré es un pueblito que se encuentra antes de llegar a Mercedes. Sólo hay restaurantes, posta. No hay casas ni comercios ni nada, solo restaurantes todos con un estilo similar, bien de campo parrilla, pastas caseras y vino. En este caso fui a Santa Victoria y me gustó, lo principal, que es la comida se lleva 5 estrellas. El menú consiste en pagar 220 pesos por persona y después es comida y algunas bebidas libres. Entrada con empanadas y fiambres, después chorizo, morcilla, asado, vacio, lechón, ravioles, sorrentinos y varios postres. Si, todo eso fue el almuerzo, con gaseosa y vino all inclusive. Una estrella menos porque no tienen servicio de te ni cafetería, para hacer la sobremesa viste. En fin, más alla de este restaurant Tomás Jofré es un lugar para pasar el día en alguna de las tantas opciones que ofrece. Te llevas el mate, vas a la plaza del pueblo que tiene una feria de productos artesanales de campo y después volves relax al quiolombo de la ciudad. Si, queda en la loma del orto pero bue