Es un boliche con dos pistas, en la de abajo es mas cachengue y en la de arriba electrónica. El precio de la entrada es de 100 pesos para hombres y 80 para mujeres con una consumición(ambas) El único problema que tuve fue dentro del trago había pedazos de vidrio lo que me hizo dudar si otros de los que estaban presentes quizás tomaron y tragaron el vidrio sin darse cuenta. UNPELIGRO.
Laura G.
Tu valoración: 3 Buenos Aires, Argentina
Más de lo mismo. Ya sabes lo q vas a encantar a.encontrar. Esta bien para pasar el momento
Mario M.
Tu valoración: 4 Mexico City, México
Un lugar que se ve viejo por fuera y por dentro(me comentan que tiene 10 años de existencia). El asunto es que tiene una fila afuera como si fuera el último lugar en la tierra. Ya dentro como mencionan las otras reseñas cuenta con varios ambientes: electrónico(¿?) –que en este caso era puro reggaeton– y un tipo biergarten donde se puede platicar mas tranquilo. Lo que tiene de feo el lugar lo tiene de divertido. Tragos chistosos y precios amigables.
Lucía Á.
Tu valoración: 3 Buenos Aires, Argentina
Podestá es un boliche que está hace muchi tiempo en funcionamiento y siempre tiene gente. Si pasas por la puerta y ves cola no te austes, avanza rápido. La entrada sale $ 70 para las chicas e incluye una consumición que podés cambiar por una lista con bastantes opciones(cerveza, fernet, gancia, Cuba libre, sex on the beach, etc). A diferencia de casi todos los boliches tiene bastantes baños y no suele haber cola! Tiene dos pistas la de planta baja que pasan música cachengue(y disfruta porque pasan una canciones retro divinas) y una arriba donde pasan música más onda electrónica pero no pura sino q podés escuchar a shania twain. No se si es un lugar al que iría muy seguido, pero puede ser divertido si vas con un grupo de amigos.
Diego P.
Tu valoración: 3 Buenos Aires, Argentina
En una época fui habitué del Podestá. Me gustaba mucho el ambiente y la posibilidad de elegir la pista de arriba o la de abajo. Arriba pasan música electrónica y es más para bailar, aunque hay algunos sillones para sentarse. Abajo pasan rock más clásico y hay mesas y también algunos sillones: te podés sentar, tomar algo e incluso comer. Lo ideal es arrancar abajo y terminar arriba. Sin embargo, últimamente el Podestá no vive los antiguos tiempos de gloria que vivió en la década pasada. La última vez que fui dejó bastante que desear: poca gente, todo un poco venido a menos. De todas formas sigue siendo una opción decente para el que quiera bailar o tomar algo escuchando buena música en una zona no muy pródiga en boliches(hay que cruzar Juan B. Justo para eso).