Mi peluquería, con orgullo. Esas pelluquerías estancadas hace 40 años. Adonde no te sirven campari ni te atiende alguien todo tatuado que es «famoso» vaya a saber uno por qué. Me atiende un viejo con cara de culo que me corta el pelo en un local venido a menos con posters de galanes y sus cortes de pelo setentosos. Y te pasa canal encuentro en una tele, no hay un dj. Sabés que otra cosa no pasa? No te cobra 400 pesos un corte. Te cobra 60. Y corta de puta madre. No hace falta reservar turno ni te dan champagne. Queda en la cortada Virasoro y charcas. NITIENENOMBRE. Les quise preguntar«Che, cómo se llama la peluquería?» y me miró y me dijo«ehm… peluquería?» Seguiré yendo. Es mi Ron Swansonismo.