Cuando me mudé a Villa Pueyrredón, lo primero que hice fue recorrer el barrio en busca de una buena peluquería para arreglarme un par de desastres que me habían hecho en el pelo. La peluquería de Gabriel me llamó la atención desde afuera por sus colores, fuccia, y la decoración en general, así que entré. Adentro las cosas se pusieron aún mejor, las revistas super actualizadas, la sala de espera con sillones cómodos y el salón de peluquería atendido únicamente por su dueño lo hacen sentir a uno bastante exclusivo. El servicio es excelente, por ahí hay un poco de espera, pero vale la pena esperar por Gabriel. La atención que te brinda es excelente, hace cosas increíbles con el pelo, parece que te leyera la mente. Un dato importante para las chicas, te corta HASTADONDEVOSLEDECIS, no se ustedes pero yo estoy harta de que me corten más de lo que quiero. Gabriel tiene una gran ventaja, si ve que algo no te va a quedar bien no te lo hace, por más que el pierda plata. Eso vale oro. Cabe destacar que en la misma peluquería podemos encontrar un servicio de depilación a mano de unas chicas divinas. También hacen tratamientos corporales, limpieza de cutis, peeling, manicura, pedicura y mucho más. Lo más importante de todo, los precios. Es un salón SUPER económico, todos sus servicios están a precios más que competitivos en el mercado.