Peluquería de barrio si es que las hay… todavía existen! Ya lleva cuarenta años rondando por la zona, con mudanzas de pocas cuadras, pero siempre con la misma clientela. Cuenta Bárbara que sus clientas son las de hace muchos años, la mayoría señoras mayores que la han seguido con rigurosidad. Ella viene todos los días de un barrio más céntrico y no le molesta viajar porque se siente tan cómoda en Villa del Parque que lo ha adoptado como su segundo barrio. Los sábados cuenta con una ayuda para avanzar y satisfacer la demanda de sus clientas. El local es modesto. Tiene un secador de pelo de pie que ya no usa y los muebles son antiguos. Hay un cierto aire de «dejadez» pero la comunicación con las clientas llena de alegría el espacio y se charla de todo: de la familia, de los hombres que quedaron en la casa esperándolas, de las noticias de las revistas de actualidad y de lo que almorzaron antes de venir a lavarse el pelo. Un cartel hecho a mano y con marcador negro nos cuenta los precios de los distintos servicios: lavado, corte de pelo, tintura, secado, etc, etc…