Pan y Teatro es un restaurante para ir alguna vez, pero es más para una salida ocasional que para convertirse en habitué. Es cierto que la atmósfera que tiene es muy cálida y las glicinas de afuera convierten la esquina de Muñiz y Las Casas en un sitio muy interesante y hasta misterioso. La onda rústica siempre me gustó y eso fue lo que me hizo querer conocerlo. Lo cierto es que también es un lugar muy caro y que no acepta tarjetas. Recuerdo que la vez que fui me dolió muchísimo la cuenta. Y la atención no había sido súper. La comida es rica, bien casera, con aires campestres. El piano de la planta baja le aporta calidez de hogar al salón principal, pero la noche que fuimos sonaba tan alto que hacía imposible conversar así que nos instalamos en el piso de arriba, no tan acogedor como la planta baja. Tienen, eso sí, platos únicos que ameritan una visita a Pan y Teatro: empanadas de carne mendocinas, corazones de alcauciles, calabaza rellena con humita, verdura o carne y postres como zapallos en almíbar o dulce de alcayota.
Ayelén J.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
Pan y Teatro es un restaurant que queda en el barrio de Boedo y ya desde el vamos te atrapa por la mística y el arte que tiene el lugar. Una señora mayor es la dueña con su hijo y ella se encuentra ahí, siempre que vas, amasando una nueva pasta para deleitar a los clientes. El hijo es artista y sus obras cuelgan de las paredes del lugar. Hay un piano y un pianista, claro, que toca música mientras vos disfrutas de la comida del lugar. Pan y Teatro no solo es recomendable por la música, el arte, la comida y la estética de ésta equina, también hacen las personas que trabajan ahí que te sientas como en tu casa. Recomiendo dos cosas. Uno, si el día está lindo, comer afuera, ya que hay muchas plantas y suma a todo lo que ya mencione antes. Y dos, pedir el pan relleno de cordero.