Meliá Recoleta Plaza

Conocí este fabuloso hotel porque me gané entradas para el Leo Caruso & Club Mondrian en el ciclo Jazz Voyeur. Nos recibieron en la recepción con una copia de champán y un número de mesa. La recepción es sumamente hermosa: super iluminada, con sillones muy elegantes y tapizados finisimos.
El lugar era tan pero tan fino que pensé que al momento que entrar el mozo me iba a decir:“Disculpe señorita,¿podría irse de inmediato y sin hacer escándalo?“XDDDD
Después de esperar un rato nos hicieron bajar a un subsuelo dónde nos esperaba un salón de techo bajo, con una linda iluminación (a mi me alteran esos lugares que se ponen tan románticos que no te dejan ni ver a las personas que tenés en frente), una linda barra con un plamsa de fondo y muchas mesas.
Nuestro número era el 12 pero no dieron la mesa 6 que estaba adelante de todo, así que ¡gracias! XD
El lugar tiene un piano de cola abierto que es hermoso, pero fundamentalmente la acústica del lugar es excelente ya que se escuchaba bien en todos lados y no te aturdía aunque estuviésemos adelante de todo, lo cual habla de la calidad del sonidista también.
Un ciclo y lugar muy recomendables.

Fui al Spa One, que es un spa boutique que se encuentra en el octavo piso del Hotel. En sí, el spa es de poca capacidad y creo que eso hace a su encanto. Tiene capacidad para dos personas, pero si vas solo el lugar es todo para vos, es super íntimo y de atención personalizada. Cuenta con jacuzzi, un circuito de saunas (uno seco y otro húmedo), duchas, zona de relax e hidratación, además de que ofrecen masajes (head to toe es IN-​CRE-​Í-​BLE) y tratamientos faciales.
Las chicas que te atienden y te guían son unas dulces que enfocan todo para que disfrutes al máximo y te desconectes.
Recomiendo mucho la experiencia y volvería a ir apenas pueda.
Un punto aparte para el bistró que está en la planta baja, que tiene una atención muy esmerada por parte del personal, pero que tiene una ambientación de interior oscuro color la bata de sandro (?). Posta. Al bistró no vayan, es medio deprimente.

Stayed at this hotel on a recent 3 night trip to BA. We obtained a great deal through
, and there was no issue with our reservation upon arrival. The room was spacious but in need of some updating as the hotel shows a bit of its age. However, the room was clean and the staff was attentive. An added bonus was the proximity to the Recoleta Cemetery and other tourist locations. We also did not expect the nice rooftop deck. Pro Tip — there is a market two or three blocks down the street where you can score some great wine (for a good price) and head back to the hotel to enjoy on the deck. I would highly recommend the location as some neighborhoods in BA can be a bit more dicey than others. Close proximity to great restaurants (and a Starbucks — much needed for this American). Would recommend to anyone on a stay in the area.