Maria Grebol

Empecé viniendo x una clase de automaquillaje y no me fui mas. Venden unos productos hechos naturalmente y la calidez de las chicas que atienden es lo mas. A veces se arma tipo una sesión de terapia grupal femenina para hacer catarsis y distender con minas que ni conoces, pero el ambiente es super amigable. Aparte de clases de maquillaje ofrecen servicio de limpieza de cutis, punta de diamanté, radiofrecuencia, todo acompañado de unos masajes al final para relajar que son baaaarbaros. No es económico pero aceptan tarjetas y cuotas y los productos son muy buenos, ojo si son de las que no les gustan los productos perfumados porque estos tienen todos aromas fuertecitos pero riquísimos. SI O SI CON CITA PREVIA, por teléfono o por facebook que se manejan también todo el tiempo.

El estudio de María Grebol tiene la calidez del living de una casa. Cuando llegás, ya sea para maquillarte o para hacerte algún tratamiento facial, te sientan en unos sillones geniales. Primero te ponen un gel con olor a uva riquísimo y después una crema exfoliante y una máscara de barro que te tensa la piel. Sentís que te vas a levantar con la cara de Celeste Cid. Tanto María como las chicas que trabajan en el estudio están todo el tiempo atentas a que te sientas cómoda y relajada.
Siempre hay flores frescas y un olor muy agradable. Nunca se olvidan de ofrecerte jugos naturales y budines o brownies que hace una clienta que son un espectáculo. Además venden maquillajes y cremas. Es imposible no tentarse con comprar algún producto. Recomiendo el contorno descongestivo de ojos, que te salva de las ojeras a la mañana. Lo mejor es que cuando terminan con el tratamiento te regalan un masajito descontracturante.