Le Ruelle

Muy lindo local y buena atención, tuvimos que esperar para sentarnos porque es chico y hay pocas mesas, y se ve que va mucha gente de la zona. Comimos un crumble de frambruesa y un alfajor de nutella, ricos aunque nada espectacular. Linda vajilla y presentación

Desde afuera, Le Ruelle te desconcierta. Ni bien entrás al local te encontrás con sillones, mesas y variados artículos de decoración en exposición, listos para ser comprados. Las tazas, bandejas, juegos de vajilla y demás chucherías te dan ganas de sacar la billetera y decorar tu casa como si fuera a ser fotografiada para una revista de diseño de interiores. Los precios de estos artículos son variados.
Si seguís caminando, llegás a la caja de la confitería, donde te encontrás con muchas cosas dulces siendo expuestas. Me recibieron con un saludo, y preguntaron cuántos íbamos a ser para ver qué lugares podían ofrecerme. Honestamente no hay muchas opciones (tienen dos mesas en un patio minúsculo, una barra preparada para albergar unas diez personas y tres mesas atrás), así que era o treparme a la banqueta de la barra o esperar un rato. Obviamente elegí la primera opción.
Pedí un licuado de naranja y durazno. Me alegró no poder ser capaz de distinguir si el durazno venía de una lata en almíbar (detalle que odio), estaba rico. Te lo sirven en una botella, para que vayas regulando lo que vas a tomar en el vaso. Pero no se dejen engañar, tampoco te sirven un litro de licuado. Los tés son Twinings, y el café Nespresso.
El brownie de Nutella es una bomba preferible de evitar para los que no están obsesionados con el chocolate o la pasta de avellanas ya mencionada. El cuadrado de manzana estaba rico, el crumble no decepcionaba. El cuadrado de frambuesa es básicamente igual al otro, pero adentro tiene una mermelada. Cuando vi eso pensé que no me iba a gustar, pero estaba riquísimo.
El ambiente es tranquilo, obviamente si tenés a otro grupo sentado al lado tuyo en la barra no vas a poder evitar algo de ruido molesto, más allá de que quede linda en líneas generales por ahí les convendría cambiarla por un par de mesas más.
No era sorprendentemente barato, pero que un grupo de tres personas gaste menos de $ 300 es digno de ser mencionado. Seguramente si pedíamos una porción de torta no habría podido escribir esas líneas.
Volvería, es un lugar lindo y la comida está buena.

Ubicado en una zona de Belgrano con poca infraestructura (aún), este lugar es puro encanto. Lo primero que sorprende es el ingreso ya que la confitería está antecedida por un local de decoración y al fondo se encuentran las mesitas para tomar el té. Por eso, si te tentás, además de una porción de torta y un té podés llevarte almohadones, vajilla y hasta muebles (todo caro pero lindo, muy Pani style).
Llegué a este lugar porque sigo a Valu Ramallo en Instagram y sus tortas parecen ser una fiesta. Precisamente ella es la que elabora las exquisiteces de Le Ruelle además de venderlas de forma individual.
Así como al fondo están las mesitas también hay un patio bajo una escalera que si bien es pequeño también es ideal para estar al aire libre (pocas mesas ahí). Toda la decoración es shabby chic y está impoluta. Parece una gran foto de Pinterest en 3D.
Yendo a lo comestible pedimos dos porciones de torta: Chocotorta (algo seca, no me gustó) y Doble Oreo (bomba de tiempo exquisita). Acompañamos con limonada con jengibre (muy buena!) y un licuado de naranja y durazno (normal).
Pagamos alrededor de $ 300.
El lugar es perfecto para ir con amigas para ponerse día sobre cada una y de paso hacernos un auto-​regalo para decorar el hogar.

Excelentes los postres de Valu que podes encontrar en este café! Los jugos son frescos y super naturales! Queres una merienda rica y con precios bueno, anda a este café! Las chicas que atienden son amables y atentas. Tienen mas cosas dulces que saladas.

Excelente lugar, escondido en el barrio de belgrano. Muy tranquilo, ideal para trabajar o estudiar. Chiquito y exclusivo, vale la pena darse una vuelta por aquí!

Es un local de decoración. Apenas entras, te reciben un montón de sillones y mesas con hermosas decoraciones. Seguís al fondo y ahí encontrás este oasis. No tiene muchas mesas, pero es lo suficientemente grande. También tiene un patio para los días de calor. La atención es super amable y atenta.
No tienen promos, por lo que pedimos cosas separadas. Pedimos un tazón de café con leche. El café re rico! Y el tazón puso una sonrisa en mi cara. No es común ver tazones, así que eso les suma muchos puntos! Pedimos una porción de tostadas caseras (son blancas) con mermelada de frutilla y queso crema. Son 4 tostadas, si bien un poco finas, nos llenaron a las 2. Muy ricas por cierto. Lo que más nos gustó fue la limonada! Era de verdad!!! Tenía jengibre y mucha menta. Estaba super fresca y se notaba que estaba hecha en el momento. Super recomendable!
Es un lugar que está escondido y tiene una excelente pastelería y ambientación. Voy a volver seguro!

Encantada con este nuevo lugar. Es un local de decoración y diseño muy bonito. Con precios acordes ala zona… un tanto elevados. Igualmente me llevaré un par de tazas de té en mi próxima visita. Del pequeño espacio que tienen para tomar y comer algo diré que me enamore desde el piso hasta el capitone del sillón, ni hablar de la presentación de lo que pidas o del aroma a jazmín en los floreros de cada mesita. Hasta el baño me pareció bellísimo. Esa mezcla de estilos reciclado, rústico y siglo XX sumado a la música francesa de soundtrack sencillamente me hizo sentir muy a gusto. Pasemos alo importante: el té! El lugar sirve Twinnings y Tenían mucha variedad de ellos (ya se ganó mi) y al mismo precio que te cobran un green hills en cualquier cafetería del barrio!!!
Después pedí la panera… omg debería hacer un post solo para dedicarle poemas a ese pan horneado en horno de leña: crocante y riquísimo. Fresco y con ese dejo de harina que me vuelve loca! 4 rodajas que equivalen a 8 del pan lactal del super. Para que se den una idea del grosor. Venía con queso crema y dulce de moras. Muy rico también. El café que pidió mi hermana se veía rico y era un super tazón. Lo que le robe de su sándwich también me pareció excelente. El pan claramente lo hacen ellos o no se. Es algo mágico. La pastelería parece increíble así que sólo me resta volver a por ella!

Local de decoración/​Bazaar/​Cafetería.
Todo en uno.
En la parte de adelante, apenas entras, tienen toda la parte de decoración y vajilla.
Tienen cosas divinas, muchas tazas y juegos enteros de vajilla, cuadros, bandejas, y algunos muebles.
El rato que estuve ahí entraba mucha gente del barrio a ver o a comprar cosas, sobre todo señoras grandes, comprando de a poco y armándose el juego completo.
Las chicas que atienden son super amables y te muestran las cosas, te averiguan precios de lo que no tienen, y te muestran otras cosas del estilo si tenes ganas.
Hay cosas bastante caras y hay otras que no son caras para nada, esta para darse una vuelta y aprovechar.
Mas atrás esta la parte de la cafetería, muy linda parece también, me quede con ganas de probar algo pero no andaba con mucho tiempo, prometo volver a probar algo.
Por lo que vi sirven Nespresso.
Me llamo mucho la atención que fui a las 19:00 Hs, media hora antes del cierre, y el sector de cafetería estaba lleno de chicas de escuelas de la zona y grupos de amigas, y mucha gente entraba y salia viendo y comprando cosas, un éxito.
Importante: Aceptan tarjetas

Un lugar super acogedor … Con un diseño único. En la parte de adelante Deco, bazar y asesoramiento y proyectos de Deco y atrás un café/​casa de té con la mejor pastelería del mundo, de Valu Ramallo.