Un lugar favorito para comer y muy«de Buenos Aires»: riquísimos cortes de parrilla y muy buenas pastas; la selección de vinos es infalible y a muy buenos precios. Lo mejor de todo: la atención de los mozos y de todo el personal. Para volver siempre.
Diego P.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
Aunque la joda de Buenos Aires ya se mudó definitivamente a otros barrios, la calle Corrientes todavía sigue teniendo ese halo porteño nocturno teatral de otras épocas. No sabemos por cuánto tiempo más, pero así es todavía. Y en este ambiente, no se puede esquivar este gran lugar, ideal para comer a la salida del teatro o del cine(si es que alguien todavía va a los cines de Corrientes, cada vez más feos y escasos). Si vas a Lalo te vas a encontrar seguro con los actores que salen de trabajar, o que están por entrar, y con una fauna de lo más entretenida: viejos que probablemente en los ’70 se encontraban en las antípodas idológicas, hoy devoran su plato de fideos a una mesa de distancia. Los mozos parecen haber nacido en ese solar de la calle Montevideo y son eficientes hasta la desesperación. La comida es normal y abundante, estilo bodegón. Mi plato de cabecera ahí son las mollejitas al verdeo, pero todo está bueno. Lalo es ideal para comer un viernes a la noche con un vino medio pelo y alargar la sobremesa para fundirte en la fauna porteña y después salir y caminar por una Corrientes fantasmal que va camino a desaparecer.