Ladobueno

No es una experiencia extra-​sensorial, no es el local más lindo de la historia, no es de esos helados que te hacen recordar un momento emotivo de tu infancia.
Es, simplemente, una gran heladería.
Ladobueno tiene un muy, muy buen helado y a precio bastante coherente. Mano a mano con muchas de las artesanales de la ciudad y un escalón arriba de todas las otras heladerías del barrio.
La calidad está, la calidez también. Los que atienden siempre con una sonrisa, siempre con un comentario gracioso a mano, hasta te saludan si pasas paseando a tu perro.
Nunca tuve una experiencia abajo de 8 puntos acá. Súper recomendado.

Se las hago fácil: la mejor heladería de Buenos Aires. Y miren que me tomé el «trabajo» (si se lo puede llamar así) de visitar unas cuantas de las que recomendaron por acá como buenas heladerías, pero ésta la supera.
¿Sabores? Todos excelentes, con cremas base de gran calidad, es decir que aunque elijas crema americana o vainilla no te vas a decepcionar. En los sabores más elaborados no escatiman en ingredientes ni en extras como chocolate, galletitas, confites, avellanas… El sambayón Ladobueno, con almendras acarameladas y cerezas, es para liquidar un kg. de una sentada. Y la canela, un gusto poco habitual, es espectacular para comer sola o acompañando algún postre.
Precio a junio de 2015: más o menos en $ 140 el kg. incluyendo un ¼ de regalo, lo que es súper razonable a comparación de heladerías con más fama y menos calidad como Freddo.
Conclusión: una heladería im-​pres-​cin-​di-​ble.

Típica heladería artesanal de barrio. Los helados son riquísimos, mucha variedad de sabores y excelente calidad.
Además, ofrecen servicio de cafetería y pastelería, con ricos brownies, tortas, cookies, medialunas y demás. Todo increíble.
Tiene mesas, tanto dentro del local como en la vereda.

Excelente helado artesanal. Si comprás 1kg te regalan ¼. Las variedades de dulce de leche son todas buenas. El chocolate blanco es mi favorito de toda la ciudad.

Una heladería buenísima de la zona de Colegiales, a algunos metros del puente de Jorge Newbery.
Además de heladería, Ladobueno también tiene cafetería, menúes para el almuerzo y muchas cosas ricas para la hora del té. Tiene mesitas a la calle (aunque esa cuadra es justo bastante transitada y en hora pico se llena de autos que justamente cruzan el puente), pero es ideal para sentarte un rato con el perro un fin de semana tranquilo. Además sus precios están totalmente dentro de lo razonable.
Justo queda en frente de un lavadero de autos donde solemos llevar el auto, así que esa media hora que tenés de espera es ideal para cruzarte y pedirte un cuartito de helado y un café.
Yo no soy muy fanática del sambayón, pero en Ladobueno tienen uno muy copado, con almendras acarameladas y cerezas. También tienen un sabor que se llama Ladobueno Kids, que es de crema de vainilla con confites de chocolate, muy rico.
La pastelería es buena y variada, e incluye alfajores, muffins, cheesecake, lemon pie, apple crumble, chocotorta, budines, brownies, pastafrola y todo eso que necesitás para engordar un poco y ser feliz.