La Ventola Restaurante & Bar

Como me gusta comer frente al rio! Son pocos los lugares que ofrecen eso en Buenos Aires, y sin duda en la zona de Martinez /​San Isidro este es uno de mis preferidos. Ofrecen una vista hermosa y una carta bastante amplia y rica.
La Ventola tiene estacionamiento con su respectivo tramito te cobra algunos pesos a la salida, eso es choto, me parece que lo mínimo sería que el restaurante se haga cargo de eso, pero bueno, lo dejamos pasar. Tuvimos suerte de estar ubicados en primera fila sobre el pasto, muy bello todo.
Pedimos unas rabas de entrada y estaban barbaras, poco frito y mucho calamar, como debe ser. Después de plato principal pedi trucha con papás, la verdad que estaba bien presentada pero no era muy sabrosa, estaba bien digamos, mi hermano pido costillas de cerdo con cerveza y miel, eso si estaba más rico y mi novio un ojo de bife con pure de lima. El pure de lima es un engaña pichanga, es pure de papas con lima, lo cual es muy distinto. Según el fue el mejor ojo de bife que probo en su vida.
La atención fue bastante chota. Los mozos tardaban en atendernos y casi no hacían sugerencias. Después al momento de la cuenta te cobraban un 10% menos si pagabas en efectivo, esto mismo debería aplicarse con tarjeta de debito pero los señores no lo hacen. Eso no me hizo gracia.
En fin, más escribo sobre el lugar más ganas me dan de bajar la calificación. Muchas cosas a mejorar, volveré en el futuro.

Es de esos lugares al que iria a comer todos los fines de semana si pudiera. Como amante de los pescados y mariscos este es uno de mis restaurantes preferidos.
Entrada obligada un plato de rabas y calamaretis, y luego podes pasar a cualquiera de los pescados que ofrecen como merluza, salmón, abadejo. Si no sos tan amante del pescado las chuletas de cerdo la ventola son muy ricas. Nunca las pedí pero le piqué a un amigo de su plato y estaban buenas.
Tiene una excelente variedad de vinos. Redondo para una comida completa!
El ambiente es muy bueno, y la atención mejor. Ideal para ir con tu pareja o una pareja de amigos.

Una de las primeras salidas con mi actual novio, cuando todavía empezábamos a salir, fue a este maravilloso lugar. Un mediodía de una semana laboral nos escapamos para disfrutar del río, y recorriendo al costa de Martinez decidimos entrar para ver qué tal era. De más está decir que a los dos nos encantó.
Al entrar vimos un restó muy lindo, muy bien decorado con antigüedades varias de estilo marinero, y con mesas y boxes que tienen una espectacular vista del río. Allí podías ver a la gente haciendo kitesurf o pasando en veleros. Elegimos dejar atrás el salón y sentarnos en una de las mesas de afuera que están literalmente alos pies del río.
Acá comimos las mejores rabas de nuestra vida. Si son amantes de los frutos de mar, este local va a ser su perdición, porque estar al sol cálido y comer estas cosas mientras tomás una cerveza debería calificar como un paraíso particular. Y si lo que buscás es comer sin vueltas, la carta te ofrece muchísimo: ceviche, salmón, langosta, calamares, paella, cazuelas, pastas con peces o si querés algo más tradicional carnes, pollo o algunas pastas más. Hasta tienen un plato vegetariano para los que lo prefieran.
Además, la carta de vinos es un verdadero placer para los conocedores. Seguro vas a encontrar la combinación perfecta para maridar con tu plato. ¿Qué más te puedo decir? Que vayas. Ojo, los precios son elevados pero lo valen

Si tenés ganas de una cena inolvidable junto al río, La Ventola es una buena opción, ubicada en el barrio de Martinez.
Abierto de martes a jueves y domingos, «Fuerza del viento» (significado real de La Ventola), fue inaugurada en 1989, y es un lugar hermoso para disfrutar de buenos platos costeros, rodeado de un paisaje perfecto para relax y buena compañía.
Lo llamativo del lugar, son los rinconcitos decorados con detalles marítimos y ribereños. Los elementos, como lámparas, salamandras y viejas espadas conforman un grupo de antigüedades, que le agregan al lugar un touch histórico y distinguido. Muchas, pertenecen a la Fragata Sarmiento, o provienen de distintos lugares alrededor del mundo.
Al mismo tiempo, la vista se deleita con reproducciones artísticas de sirenas y piratas del pintor Luis Sánchez.
Las entradas son más que ricas, yo recomiendo los bastoncitos de pollo crocantes y empanaditas de mejillón aunque también las rabas y mejillones a la provenzal la rompen! ¿Más entradas?: cornalitos y gambas al ajillo, entre otras.
La carta ofrece como primer plato exquisiteces del mar como Cebiche de salmón rosado, langosta (con crema de camarones y papas perla) y, para los no tan fanáticos del pescado, también está la opción de Parrilla con variedades de carnes.
Un dato importante es que si buscás una cena intima, el restó esta armado de boxes y mesas con vistas al río. En días de verano, hay una terracita bien ambientada a lo natural, para disfrutar de lindas sensaciones, brisas cálidas y los más ricos platos.