La Quebrada

Es una pena que este lugar siga no siga funcionando, además tiene un nombre que apela a la melancolía tanguera, que la imagen la hace mas nostálgica las situación de persianas bajas.
Es una esquina, con todo el color de almagro, que hace mas notable su rasgo tradicional. Si bien Boedo es la zona de tradición asignada, la estela pasional alcanza hasta los alrededores de Buenos Aires y este local lo siente.
La venta de este néctar social e histórico, cae bajo la ruina y ofrece una imagen agorada, encima era nublado, para acentuar mucho mas el aspecto de abandono y añoranza.
Los días fueron crueles, porque un lugar como este se pierde peyorativamente su existo y capacidad de venta.
Todo es una incógnita, el dueño no la cara para contar su justificada razón, taampoco hay indicios de cual de las crisis económicas fue el que terminó por abatir y a su memoria digo salud.