La Farola es difícil de reseñar, por un lado tienen unas milanesas tamaño gordo con hambre, las cuales son increíbles, muy ricas y para compartir. Si ese fuese todo el menú de este restaurante, tendría muchas más estrellas, sin embargo, cuando investigás la carta y querés probar otros platos no corrés con la misma suerte. Pedimos el matambre a la pizza con papas fritas y las rabas a la romana. El matambre estaba dentro de todo: bien. No increíble, tampoco repulsivo. Bien. Las rabas directamente eran para tirarlas a la basura, blandas, sin gusto a nada, horribles. Por lo tanto, si vas a La Farola la palabra clave es MILANESAS. Tienen igual varias cosas a favor: — Una de ellas es que tienen delivery, lo cual es un golazo de media cancha. — El restaurante si bien es chiquito está distribuido de manera tal que puedas ir en grupo y estar todos cómodos(casi que está preparado para ir en grupos). — Los mozos son atentos, no son los reyes de la simpatía, pero están pendientes de que no te falte nada y se fijan cuando los llamás. Para saciar un hambre voraz, en tu casa o en el mismo lugar, una milanga y te vás feliz y pipón.
Maria Soledad B.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
La farola siempre es un misterios, xq algunas son buenisimas y otras bastante malas. Anoche pedimos la milanesa a la napolitana xon fritas y es buenísima!!! En sabor excelente. La calidad muy buena. Es enorme, podríamos haber comido 3 personas y estar todos satisfechos! El problema, la demora del delivery. El precio es muy bueno para el tamaño de la porción.
Lelu B.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
Si venís a La Farola está clarísimo que tenés un montón de ganas de comer la mejor milanesa a la napolitana de tu vida. Sí, puede que esté exagerando pero realmente lo merece. Ubicada en la esquina de Monroe y Díaz Colodrero, La Farola de Urquiza es el lugar más ameno para saciar un hambre voraz sin caer en la mediocridad de la comida rápida. Se nota que remodelaron el local hace poco porque la decoración está bastante moderna y luminosa. Tanto como si estás en un apuro y querés comer algo rico y sustentable, o estás tranqui pero no sabés qué almorzar/cenar, no dejes de entrar. Es un restaurant muy familiar y es una de las sucursales mas pequeñitas. Las mesas están organizadas para comer de a grupos(que es lo que suele pasar en sus locales) así que, si vas solo, vas a tener una mesa enorme para compartirte. En los horarios pico se llena(la gente sabe lo que son esas milanesas, ¡por favor!) y cuesta un poquito encontrar lugar. La carta y el servicio se asemeja mucho a la de una cantina(antes los locales estaban ambientados así), así que no te dejes engañar por la ubicación: Se atiende y se come como en los lugares de antes, ¡hay que bajar la guardia y pedir una Pecsi! Admito que a veces me antojo de La Farola y sus milanesas. Porque sí, tienen bocha de amor. Milanesas.
Fleur M.
Tu valoración: 5 Buenos Aires, Argentina
Siempre lo dije: la tristeza y el hambre eran más fácil de combatir cuando vivía en Villa Urquiza gracias a La Farola. Lo primero que pensás cuando te dicen de éste restaurante es: ¡MILANESASTAMAÑOPIZZA! Que no solo tienen un tamaño bestial sino que son muy buenas, y los conocedores de la *música de ángeles* milanesa sabrán que no es fácil encontrar lugares donde las hagan bien bien. Hace unos años La Farola era un restaurante«bodegón», con el aspecto de comedor de geriátrico y lleno de abuelitos urquizenses. Funcionaba bien y siempre tenía gente por la calidad y cantidad de sus platos: bandejas con guisos enormes, pizzanesas, carne al horno bien cocinada, salsas ricas. La palabra clave era ABUNDANTE. Harán tres años atrás decidieron reestructurarlo y convertirlo en una Farola tanto más moderna como espaciosa: pusieron mesitas afuera, farolitos bastante lindos, agregaron mesas para formar mesas familiares en el interior, pantalla plasma para ver partidos, etc. Resolvieron la cuestion estética y no hay vez que pase por ahí que no esté repleto de familias, gente joven, los abuelitos de siempre, etc. ¿Por qué? Porque no se olvidaron de lo más importante: la comida. La carta de comidas sigue siendo igual de extensa que antes y se centra más que nada en platos«hogareños»: no vas a encontrar cuestiones super elaboradas y decoradas,(para eso ir a Pindal, a una cuadra), sino buenos estofados, excelentes guisos, carne al horno con papas y salsa criolla, pizzanesas(fritas o al horno) con puré hecho con papa real, locro cuando corresponde, pastas caseras, etc. Muy buena carta de vinos, gaseosas línea Coca, cervezas Quilmes. Destacable: los mozos siempre están corriendo de acá para allá para que la atención sea buena. Son todos super amables y trabajan en La Farola hace muchísimos años. Hace año y medio que me mudé del barrio pero cada vez que vuelvo se acuerdan de mi nombre y de mi plato preferido(milanesas con puré, tampoco tan dificil). Gracias por eso. Cuestión: en horario de almuerzo, a veces cena, viernes a la noche, sábados casi durante todo el dia y domingos TODO el dia, el restaurante colapsa. Mozos hay fácil cuatro o cinco, igual suele no haber lugar, suelen tardar en atenderte o pasa tener que ir a una mesa que todavía no limpiaron. No es descortesía ni mala atención, es solo que realmente es un lugar muy frecuentado. Vayan a La Farola, coman una buena milanesa, sean felices(:
Mariana H.
Tu valoración: 1 Buenos Aires, Argentina
El horror. Desde que entramos estuvo todo mal. Había un poco de espera pero no se acercaba nadie a anotarte o decirte qué demora había. El salón estaba super mal organizado. Viernes a la noche con espera, y personas solas sentadas en mesas de 4. Al margen de eso, la gente que esperaba se empezó a sentar en el piso y escalera(simios) y nadie les dijo que no podían hacer eso. Una vez que nos sentamos, la carta era acotadísima y con precios ridículos. Sale lo mismo comer un pescado en La Farola que en Elena del Four Seasons. La panera consta de pancitos pebetes en bolsas plásticas, pero eso es lo de menos. Pedí ravioles y eran un ASCO. Eran bolas de masa más que ravioles, algunos duros y otros desarmados. Y la salsa era engrudo. Lo quise salvar con queso, pero la quesera tenía queso viejo y seco de paquete. La milanesa napolitana que pidió mi novio estaba muy bien, pero al día siguiente amaneció con vómitos. No puedo asegurar que haya una conexión, pero… Además, la pidió con papas españolas, se la trajeron con fritas y el mozo le dijo de mala forma«ah se, no había». La atención fue peor que la comida. El mozo casi me apuñala con un cuchillo por levantar la mesa a la bruto y apurado, nos habló mal, no me sirvió los ravioles que llegaron en una fuente, ni las bebidas. Una experiencia olvidable. Fui hace un año y había estado todo bien. Una baja tremenda de calidad.
Ana L.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
No es como otras Farolas, especialmente se nota en la carta(acotadísima). Pero lo que ofrecen es de muy buena calidad, con los tamaños típicos de esta línea de restaurantes. Además ofrecen pastelería y café, aunque yo suelo ir para almorzar o cenar. Por la tarde la atención es mucho más amena, los mozos son los clásicos señores atentos –pero con pocas pulgas– de cualquier restaurant con historia. Las milanesas son increíbles, especialmente las napolitanas que son una bomba. El lomo a la mostaza es muy rico, y las cazuelas y pastas son cargadas y tienen sabor casero. Sobre postres, la copa Farola es una aventura para animarse de a tres o de a dos, si van a comer eso solamente. Rango precios, un poco altos pero en relación con la calidad, muy acordes. Aceptan tarjetas de débito y crédito y tienen lindas mesitas en la vereda, que no incomodan a los peatones y son ideales para el verano. Recomendado especialmente para ir con familia o amigos a comer bien como en casa, abundante y rico.