La Farola

Uno de mis lugares favoritos para comer cuando tengo mucho apetito! Tienen una carta muy variada y excelente relación precio calidad! Los platos son super abundantes, generalmente para compartir! Realmente lo recomiendo!

De las Farola que conozco esta es la mas linda, muy espaciosa, bien decorada y con un sector de mesas con manteles blancos.
Tienen wifi abierto que anda muy bien y dos TV bien ubicados.
Hay (a la noche) 2 menúes que incluyen todo; cubierto, panera con pan de pizza, pancitos y grisines con manteca; plato principal, postre y bebida. Uno de $ 126 con variedad de pastas; y el otro $ 159 con distintas opciones de plato principal (brochette, trucha, bondiola, pollo).
Mientras esperábamos nuestros platos vimos pasar unas pizzas muy tentadoras.
Pedimos trucha con crema de limón y puré (algo insulsa), y brochette de pollo y cerdo con papas españolas (sabroso y tierno). De postre elegimos ensalada de frutas y flan con dulce de leche y crema.
Tardaron mucho en traer los platos.

Lugar lindo y bien ubicado. Comí una milanesa tropical que estaba deliciosa con una cerveza tirada la cual estaba a buen precio. En términos generales me gusto y lo recomiendo. El valor de la comida está de promedio a caro.

Pedimos delivery desde la web PedidosYa. Antojados de una milanesa de La Farola que nunca falla.
Elegimos una milanesa individual para cada uno, uno con papas fritas y el otro con puré.
A la hora de hacer el pedido y como no venían llamé, me informan que mi moto ya había salido. A los 20 minutos recién llegó el pedido.
Pagamos $ 163.80 (91cada milanesa con guarnición) y nos trajeron una milanesa para compartir (que es más barata) y sólo papas fritas.
Ante mi llamada, me informa que va a llamar al chico de la moto porque evidentemente se olvidó un pedido en la caja.
Empezamos a cenar porque no aguantamos más… no me devolvieron la llamada, tuve que volver a llamar para que me actualice la situación, la cual fue que no se pudo comunicar con el chico de la moto por teléfono pero que la mila que me mandó es para compartir.
Le explico que más allá de eso, no me trajo el puré.
Las opciones eran (a las 23.30 hs de la noche un día de semana): esperar que vuelva el de la moto al local, me hagan un puré y me lo traigan (era para comer a las 2 am prácticamente) o que vuelva pero con la diferencia del dinero.
Quedó en compensarme cuando haga otro pedido, el cual haré solo para que me reintegren el tiempo perdido (actualizaré con lo que suceda)

Regrettably, the only vegetarian/​vegan option is the gnocchi, so your variety ends there.
In any case, the environment is nice enough, and the attention pretty good, with the waiter simling and always willing to clear our doubts and help around as much as possible.

Simplemente excelente. Me llama la atención la gente que recibió una mala atención, porque nunca me ha sucedido y eso que vengo con frecuencia. Hay tres cosas que me encantan de este lugar:
1) quienes te atienden son hombres mayores de 30/​40, no es machismo pero me da cierto sentimiento de comodidad y respeto.
2) las porciones, son colosales, llenan a los angurrientos y te deja para el almuerzo de mañana a los moderados.
3) los sabores, cada plato tiene su propio distintivo, vale la pena probar todo.
El salón en si no es gigante, pero es amigable y familiero.
Si lo recomiendo? 10 millones de veces

Es la primera y la última vez que pongo un pie en éste lugar. Fuimos a cenar 2 amigos y yo. Encontramos una mesa redonda que era para 6 o 7 comensales y antes de sentarnos le preguntamos a uno de los mozos si podíamos igualmente ocuparla y medio de mal modo nos dijo que si.
Casi enseguida vino el mozo que estaba asignado a ese sector y nos dijo que no podíamos ocupar una mesa para 6, a lo cual respondimos que su compañero nos había dicho que no había problema.
Nos responde de muy mala manera, y repitiéndolo 4 veces para que nos quedara claro, que «las mesas de mi sector las manejo yo!».
Sin dudarlo 1 segundo nos levantamos de la mesa y nos fuimos inmediatamente porque a decir verdad no creo que nadie merezca un trato así ni tener que lidiar con éste tipo de gente que trata de mal modo al cliente. Una verdadera lástima porque he ido algunas veces a La Farola de Cabildo y el trato ha sido excelente.

Este lugar es un clásico. Todo el mundo en la ciudad lo conoce o al menos ha escuchado hablar.
La verdad que es una opción buena porque tienen una oferta muy amplia y variada. Para tomar hay licuados, gaseosas y cervezas. Algo que me gusta mucho de este lugar, es la yarda de cerveza, te traen a la mesa y de ahí vas sirviéndote vos mismo. En cuanto a la comida venden ensaladas, pizzas, carnes, pescados, etc. Las porciones son bastante consistentes y la comida esta buena, es casera, pero no es nada que te deslumbre.
El lugar es muy amplio, tiene un gran salón muy sencillo con varias mesas. Afuera en la vereda, también hay un par de mesas. En cuanto a la atención, depende del mesero que te toque. Yo la verdad que no tuve suerte, no sé si era la hora o el día, pero no me sirvieron con mucha gana. En cuanto a los precios son bastante accesibles.

La Farola no falla nunca. Si lo que estas buscando es un rico licuado de banana con leche con un tostado de jamón y queso para merendar o una milanesa napolitana con papas fritas a caballo para almorzar, este es tu lugar. La Farola siempre es una opción donde podes estar seguro que vas a comer bien y abundante.
El menú es tradicional y se ofrecen combos para el desayuno, para el almuerzo y también para la merienda. Todos muy variados, desde café americano con cuadrado dulce hasta tostadas light con jugo de naranja para el desayuno y carne al horno o un plato de pastas para el almuerzo. También se ofrecen menues infantiles y cuentan con opciones light.
El estilo del local no es el fuerte, es un espacio grande, con poca decoración, pero cuenta con televisores para mirar partidos de fútbol y las mesas son super cómodas. El espacio se puede adaptar para armar mesas grupales también. Lo bueno es que nunca esta rebalsado de gente, y el nivel de ruido es moderado como para sentarse a charlar en familia o entre amigos. Hay algunas mesas en la parte de afuera, sobre Avenida Santa Fe donde pueden ir los fumadores o quienes quieran sentarse con sus perros.
Los mozos pueden ser medios gruñones, la mayoría son mayores y que trabajan allí hace muchos años, pero tienen muchísima cancha para traer los pedidos de manera rápida y atender todas las mesas del lugar eficientemente.
Hay wifi libre en el lugar y un par de mesas con un enchufe cerca donde cargar tu computadora mientras te sen tas a terminar algo de trabajo. Durante la semana se pueden encontrar varios chicos de la universidad reunidos estudiando. El publico del lugar es super variado, uno puede encontrar allí desde los señores mayores del barrio que se quedan leyendo el diario durante horas, hasta familias jóvenes con hijos chicos que hicieron una parada salvados por el menú infantil para sus hijos y un matambrito a la pizza para los padres hasta un grupo de amigos que se junta a mirar el partido acompañados de una rica pizza casera con cerveza.

Me encanta ir a comer a La Farola. Siempre que anda mi familia de visita los llevo para este restaurant. El local es sencillo pero prolijo y por lo general suele haber bastante gente (sobre todo los fines de semana). Sin embargo no es un lugar donde el exceso de gente moleste; de todas maneras uno come tranquilo en un ambiente muy familiar y sin música fuerte o ruidos molestos.
Los platos son buenísimos y muy variados. Desde pastas, minutas, parrilla, menú light, pizzas y empanadas, pescados… en fin, hay para todos los gustos. Mi favorito es el wok de vegetales y pollo, ¡una delicia! Las porciones suelen ser abundantes así que es conveniente compartir.
Además de la comida excelente, los precios son bastante buenos. Se come muy bien por precios razonables. A veces hay que esperar un poco hasta que te traen el pedido pero vale la pena la espera.