Mi lugar preferido de todo el Barrio Chino es este, en el que comes al paso y sentado abajo del árbol, en un banquitos mientras te tomas una Tsingtao bien fría. Llegas, pedís y listo: pinchos de langostinos, kanikama, rabas, CHORIZO, pancitos a la plancha, cerdo en todas sus variantes y pollo también. Además hay croquetas de vegetales pero ninguna opción es light, todo es frito. Además tienen los helados Melona que son un gol para el veranito que se nos viene.
M. Victoria M.
Tu valoración: 3 Buenos Aires, Argentina
Hace no mucho bromatología hizo una redada en el Barrio Chino y se llevó puesto a más de uno. Gran parte de esos locales a la calle, que venden pinchos y similares, fueron clausurados bajo algún lema higienista que no recuerdo. No fue el caso de la Esquina. Ahí el primer punto a favor. Para comer en el Barrio Chino hay dos opciones: o restaurante chino [precios normales, calidad normal, restaurante tradicional, mozos, sobremesa & co.] o comprarse un palito de cosas fritas y comerlas en la calle. Dos pinchos son alrededor de $ 40 y con eso, alguien con hambre está lleno, no porque sea una cantidad muy abundante sino porque, al ser todo frito, no hay hígado que aguante. Calamares, arrolladitos primavera, albóndigas de cerdo, buñuelos de verdura o unas pelotas de zapallo, todo metido en una freidora y clavado a una palo que se come de parado o mientras das la vuelta por el barrio y te llenás de chucherías baratas. Para ayudar a tragar esa cantidad de aceite, venden aguas, gaseosas y unos jugos con semillas a los que nunca me animé. Y, de postre, un Melona, por supuesto. Los fines de semana se llena, así como todo el resto del Barrio. Pero, como dicen los que saben, cuanta más gente haya, es porque mejor es la comida.
Daniela R.
Tu valoración: 3 Buenos Aires, Argentina
El Barrio Chino suele abrumarme por sus opciones. Hay una seguidilla de locales que venden chucherías, otros tantos restaurantes con carteles similares en la puerta, muchos puestos de comida al paso que ofrecen exactamente lo mismo. ¿Cómo elegir, entonces? Prueba y error. Me había antojado con comer unos pinchos, snacks, panes, ALGO de lo que vendían esos mostradores de negocios a la calle. Porque no podía ser que solo comiera Melona o algo que compro en los mercados cuando camino por ahí. Después de un par de intentos híper aceitosos y con consistencias que no fueron de mi agrado, encontré La Esquina. Está Mendoza y Arribeños, es de origen taiwanés y tiene un par de bancos en la vereda para sentarse a comer. Cuando llegué, había mucha gente esperando su almuerzo y tomé eso como una buena señal. Probé un tempura de calamares tiernos y bien cocidos, otro pincho de langostinos rebozados y los tradicionales panes a la plancha(elegí el de vegetales cocidos al vapor, con el picante justo). Me fui conforme con lo que probé y me anoté como pendiente volver a probar el resto. El otro detalle que me gustó de La Esquina es que el chico que atiende está bien dispuesto a explicarte, recomendarte, guiarte para elegir algo que te guste, según lo que le cuentes. Yo pedí un agua porque tenía mucha sed y no quería empalagarme, pero también tienen una amplia oferta de gaseoas y jugos orientales.