Como suele ser usual las review de Unilocal tenían razón. Fuimos a almorzar el sábado con mi novia y varias de las cosas que se plantean acá se cumplieron. De entrada pedimos chorizo y unos buñuelos de acelga. Ambas cosas estaban correctas. Plato principal pido vacío y la respuesta fue: «No hay más» ¿Cómo tenes una parrilla abierta un sábado al mediodía y no tenes vacío? Medio que te conviene replantearte el rubro. Mi novia pidió pechuga de pollo y nos encargamos de preguntar si tenían. La respuesta fue«Sí, claro, ya sale». Cuando traen la comida llega el matambre que finalmente terminé pidiendo y… pata muslo! Oh, sorpresa! no trajeron lo que habíamos pedido. Luego de reclamar se produce ese momento incomodo entre te lo cambio y al otro se le enfría el plato mientras espera que traigan el plato originalmente pedido. Dicho sea de paso la carne estaba bien. De postre pedimos flan y panqueques de dulce de leche. Que fue lo mejor del almuerzo. Si en una parrilla lo mejor son los postres el rumbo del local esta errado. La frutilla fue a la hora de traer la cuenta nos quisieron cobrar 3 cervezas cuando habíamos tomado solamente dos ¿Que ocurrió? La moza nos cargó una que nunca trajo y como nunca trajo vino otro mozo a traerla. Luego de insistirnos que sí nos había traído la cerveza terminó accediendo que no fue así de mala manera. Lo siento La Dorita pero ya no eres chevere. Has perdido un cliente.
Belén S.
Tu valoración: 3 Buenos Aires, Argentina
La Dorita es una parrilla medio pinta de bodegón. De decoración informal pero planificada, con mucha madera oscura pero detalles de mucho color. La carta no es de lo más variada, es bien clásica y Argentina, donde predominan carnes y platos potentes como milanesas con de todoooo. Hay parrillada para dos personas, que tiene un popurrí de cortes, y también tienen una solamente de achuras que está bastaaaaante buena, le agregas una ensalada y podes ser muy feliz. Con mi novio solemos pedir la milanesa La Dorita, que es para compartir y trae papas fritas(no muy buenas) y puré de papa(es excelente) junto con aderezos y ajo fresco. La milanesa es de gran calidad, y podes elegir entre varias opciones de topping. Siempre pido napolitana o caprese. Lo mejor es que es una opción bastante piola si no estás con mucha guita, y te diría que pueden comer hasta 3 personas. La atención normal, a veces te toca algun mozo nuevo y primerizo y tenes que recordarle las cosas, pero en general bien. El ambiente siempre es bueno, muy familiar, para ir con niños también.
Renata G.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
La Dorita no tiene una gran variedad de platos(parrilla y pastas son sus fuertes) pero vení tranquilo que cualquier cosa que pidas es deliciosa. Es buenísimo para venir con amigos: la ambientación es muy tranquila, la música está baja y los mozos son muy atentos. La selección de vinos es muy buena. Recomiendo la bondiola laqueada con batata y puré de choclo. Se deshace en la boca, no usé cuchillo para cortarla. ¡Deliciosa! Lo único que falta son más opciones de ensaladas; sólo vi la caesar en el menú.
Mauricio B.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
La dorita es mi parrilla de cabecera, no es nada del otro mundo pero al fin al cabo está bien y estamos hablando de asado, nada muy preparado. Me gusta el ambiente y la ubicación, aceptan tarjeta por lo que eso tmb le da unos puntitos extra. Me encanta la «provomingo», una provoleta con huevo, morron, cebolla, etc. Me parece injustamente castigada con 3 stars.
Carlos M.
Tu valoración: 3 Buenos Aires, Argentina
Nada del otro mundo, todo correcto. Me gusta mas la de Palermo H.
Leticia F.
Tu valoración: 3 Buenos Aires, Argentina
Una buena opción cuando se quiere comer a lo argentino simple y caserito. La deco es de bodegon alegre.
Ceci J.
Tu valoración: 2 Buenos Aires, Argentina
Nunca estuve tan impaciente por hacer una reseña como lo estoy con esta… Jamás había ido a comer a este lugar antes y una amiga me dijo«Es buenisimo, vamos, te va a encantar». Llegamos al lugar, había espera y la verdad conseguimos mesa afuera(teníamos un perro) con bastante facilidad. Nos atendió un mozo medio pelado y muy histrionico, Alberto. Nos atendió simpaticamente y cuando vio a Lola, la perrita, enloqueció de amor y prometió traerle huesos y agua… Y cumplió, a los quince minutos la perra tenía comida y agua, la nuestra demoró más de una hora. Cuando trajo la comida le erró en parte, una de las guarniciones estaba mal y volvió a traerla a los quince minutos helada como corazón de ex y a una de las parrilladas le faltó ingredientes… Pongamosle que poniendo MUCHA onda eso zafe porque la carne estaba buena, había sido sumamente atento con la mascota de mi amiga y demás pero lo realmente desconcertante fue cuando se paró al lado de la mesa a quejarse al lado de nuestra mesa de una«vieja de mierda que se queja de todo pero que por suerte se soluciona escupiéndole la comida» para esto nosotros ya habíamos comido, obviamente postre no pedimos después de semejante declaración, hicimos una risa de compromiso y pedimos la cuenta. Pagamos cerca de 230 por cabeza, no tomamos alcohol y si bien la carne era buena dudo que vuelva ya que la atención y la espera pesan más que la calidad en este caso.
Tomás R.
Tu valoración: 2 Buenos Aires, Argentina
Fui anoche por primera vez. El ambiente esta bueno, bien decorado con muchas lucecitas y tenía cierta ambientación por el mundial. Por lo visto, el lugar es muy elegido entre grupos de amigos/compañeros y la disposición de las mesas hace que sea más fácil ese reacomodamiento. La atención fue rápida(día de semana a la noche), y mientras esperas la comida te sirven la clásica canastita de pan con algo para untar. Nada especial. Pedimos una tabla de carnes, que son tres cortes a elección entre matambrito, entraña, vacío, colita de cuadril, asado y bondiola. La porción esta bien, comen dos personas acompañando con una guarnición. Uno de los cortes estaba seco y a los otros dos les faltaban unos minutos más. Se deduce que un corte ya lo tenían listo y los otros dos los apuraron para sacar todo junto… Lo único que trajeron fue sal(se supone que no deberían a menos que se pida) pero no ofrecieron chimichurri o salsa criolla. Los precios acordes a la zona. Como en muchos lugares, te traen el «falso» ticket con el detalle de lo pedido, pero que no es válido como factura.
Jennifer D.
Tu valoración: 2 Buenos Aires, Argentina
Fui a almorzar un mediodía con un grupo grande de gente. Nos prepararon la mesa sin problemas y comimos carne para compartir. La sensación que me dió es que el lugar es correcto pero no hay nada por lo que sobresalga. La atención estuvo bien y el lugar tiene buen ambiente pero no hubo nada que me atraiga especialmente.
Natalia V.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
La Dorita es una parrilla con aires de bodegón, que gracias a sus distintos detalles de decoración le aportan mucha personalidad. Como por ejemplo, los característicos pingüinos de cerámica en donde sirven el vino. También se merecen una mención especial las lámparas elaboradas con botellas de vidrio de distintas bebidas. Las porciones son abundantes y la carne siempre de muy buena calidad. Hay varias tablas para compartir que combinan las achuras para arrancar y después seguir con las tablas de los distintos cortes de carne. Las carnes asadas se pueden combinar con distintas guarniciones como ser ensaladas, papas, batatas fritas o puré. También se pueden pedir otros platos, como: milanesas, pastas, croquetas entre otros platos tradicionales del menú argentino. Pero lejos lo mejor que tiene La Dorita para mi es su famoso Choricampi. Inventado por su dueño, es una versión distinta del choripán, en la que se envuelve el chorizo en una fina masa de pan casero horneado. Si bien los ingredientes son los mismos que el del clásico choripán, dispuestos de esta otra manera se convierte en una nueva experiencia de sabor.
Romina I.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
No siempre mis experiencias fueron geniales, pero hay algo que me reconcilia y me hace querer volver. Creo que simplemente tiene que ver con«el día» a veces no es tan bueno, a veces sí. Pero vale la pena arriesgarse. La alegría que irradia esta parrilla ya me ablanda el corazón. Es cuestión de piel, cae bien de entrada. Parecida a otras de la corriente, que toman el espíritu futbolero como inspiración y logran un bodegón porteño y colorido. La comida se hace esperar, porque además, es grande y no falta día que no esté lleno. Pero el pan para distraer el hambre es muy bueno y la espera se hace amena. Al momento de pedir, recomiendo la entraña, el matambrito, uy el matambrito, una cosa espectacular, y el chorizo, si o si, el clásico que si es mariposa mejor, o el que viene con morrón adentro. La provoleta es otro fuerte, para compartir si querés entrarle a todo. De postres ni te cuento porque no tiene sentido guardarse espacio para una ensalada de frutas o un flan. Los precios, nada mal, incluso pidiendo vino.
Agostina D.
Tu valoración: 2 Buenos Aires, Argentina
Una parrilla que se convirtió en los últimos años en un clásico, pero que también se volvió una«máquina de hacer chorizos». Ya dejó de ser el lugar que manejaban los dueños para convertirse en una franquicia, entonces perdió ese toque cálido y simpático que tenía. Fui muchas veces, pero la última fue un martes al mediodía y la experiencia dejó mucho que desear. Pedí tres cortes de carne distintos(nada demasiado extravagante: un bife de chorizo, un ojo de bife y un matambrito de cerdo) y no tenían de ninguno. Al final terminé comiendo una bondiola de cerdo, porque era una de las pocas cosas que sí tenían. El servicio fue pésimo, tardaron más de una hora en traer la comida. Nos trajeron una panera medio vacía, el típico hummus que siempre la acompaña esta vez brilló por su ausencia. El lugar tiene un aspecto tipo cantina, con botellas colgando y cuadritos de fútbol, lo que le da un aspecto simpático. De todas formas es poca cosa para justificar los precios palermitanos que tienen. Sin dudas esta vez me fue peor que en todas mis visitas anteriores y no creo que sea necesariamente un reflejo de lo que es, pero tampoco es un lugar que vaya nunca a deslumbrar. Es para una comida informal, sin demasiado apuro ni muchas pretenciones, en una especie de fast food de la parrilla. A veces es una buena opción, pero está lejos de ser alta cocina. Igualmente es un lugar bastante concurrido, por lo que da a suponer que algo tiene. Aunque todavia no sé bien qué.