La Cocina

El secreto mejor guardado del microcentro, como dijo Gus? Es posible!
Ando bastante por la zona y nunca lo había visto; pero una compañera de trabajo me lo había recomendado como «Las mejores empanadas que vas a probar». Y si no le pegó, por ahí andamos.
¡Son un golazo!
Si no llegás con alguna recomendación, probablemente ni conozcas este lugar. Es un local MINI, al fondo de una galería, en un subsuelo.
Encima, la fachada no te llama mucho la atención.
Olvidate de los prejuicios y probá lo que son estas empanadas: No son gigantes, pero tienen mucho relleno. Mucho, MUCHÍSIMO.
No son baratas, pero su precio lo vale: Con 2 estás satisfecho y con 3, estás lleno: LLENÍSIMO.
Las empanadas son bien jugosas, y tienen pedacitos de papa.
Podés comer ahí o comprar para llevar, y la atención es rapidísima.
También venden locro: Hay que volver a laburar después de eso eh!

Escondido dentro de la galeria Boston en Florida y Diagonal norte, se encuentra el mejor locro que el dinero puede comprar.
Y las empanadas tambien estan excelentes, con especial mencion a las pikachu. (Se llaman asi)
La boston, abajo y al fondo!

las mejores empanadas de microcentro, especial para ir en invierno, o para comprar y llevar a la oficina.

En una época, como vivía a dos cuadras, casi que era accionista de la sucursal de Pueyrredón y arenales. Ayer, por un trámite en la zona del microcentro. No me quedo otra que ir a comer por allí.
La calidad de las empanadas es la misma en las dos sucursales, y todavía no he encontrado una conjunción de masa y relleno mejor en otro lugar de Buenos Aires.
Reconozco que suena muy estado islámico lo que estoy diciendo. Pero conozco bastantes lugares en la ciudad de empanadas. Ninguno me lleno tanto el alma y la panza como la cocina.
Las opciones son carne suave, picante, pollo, pascualina, pikachu (queso con cebollas y salsa picante), queso con jamón (es ricota con cuadraditos de jamón) .
También hay locro y los postres suelen ser suculentos.
No es un lugar de los consideraros baratos. Pero una empanada es como dos comunes en otro lugar. Y realmente es una calidad distintiva. Se cansan de vender.
Es muy recomendable.

Me pasó el dato de La Cocina un amigo que trabaja en el microcentro, que llegó porque a su vez otro amigo descubrió este lugar escondido de San Nicolás. Sí, a este lugar vas a almorzar con la información justa porque sino no lo encontrás.
Tienen dos especialidades. Por un lado las empanadas catamarqueñas, que salen a lo loco y es lo que todos van a buscar. Son de carne, masa rica, jugosas, picantes (el extra viene a elección pero ya son bastante fuertes) y con papa, como indica la receta de las empanadas de esa provincia.
En invierno también hacen locro, otra vez para agarrarse la cabeza. Para los valientes, viene con picante extra para agregarle. El local se llena a la hora del almuerzo, pero si no conseguís una mesa podés llevarte el pedido. Se viene el frío, hay que pasar por La Cocina.

Hay lugares que dependen del boca en boca para difundirse, ya que no tienen ni el cartel ni el local a la calle que haga el trabajo por ellos. Uno de esos lugares es La Cocina, lo que en apariencia es un lugar más para comer en la «galería gastronómica» de la calle Florida, la Boston, pero que en realidad califica como EL SECRETO MEJOR GUARDADO.
Verán, la especialidad de la cocina es una, pero ¡que especialidad! Ellos se dedican a las empanadas catamarqueñas. Punto. Nada más, algún postrecito, alguna otra especialidad de estación, pero nada más. Lo que pasa es que son de las empanadas más exquisitas que se puedan llegar a imaginar. Las «cata» propiamente dichas son las de carne, que vienen en variedad suave y picante (la suave es bastante picantita de por sí). Por si no las conocen, las catarmaqueñas tienen, aparte de condimentos a determinar (son secretos), papa. Y son jugosas. Muy jugosas. «Enchastrar la camisa» jugosas.
Hay además otras variedades, entre las que se destacan las de humita y las pascualinas (que son como una empanada redonda y más grande).
Si sobreviven a comerse un par, siempre se las puede acompañar con un queso y dulce.
Si pasan en invierno (de mayo a agosto, más o menos) sirven el locro más espectacular que se puedan imaginar. Viene acompañado de una galleta de grasa y picante adicional optativo. Para quedar muerto ahí nomás, pero feliz. Recomendación en caso de locro: comerlo en el lugar, que lo sirven en una cazuela de barro y retiene todas sus propiedades. Para llevar viene en un recipiente de aluminio que claramente no es lo mismo.