Después de la experiencia terrorífica que tuve en Umara, una amiga me llevo a este lugar. Es un local bien iluminado, que es peluquería también. Yo fui turno de por medio a que me hagan las manos y a pintarme con semipermanente, mi amiga antes que nada pidio que me atienda Andrea y no otra. Me recibió divina, muy atenta, y empezó con el proceso, a lo que mi amiga me pregunta qué color me voy a hacer y Andrea saca las opciones, muchísima variedad! Faltante de neutros o nude que me hubiera gustado, pero había tanto de donde elegir que no fue un problema. Me hizo las manos, me limpio divinamente y con cuidado las cutículas y después me pintó. A mi parecer, para que quede mejor no te tienen que pintar desde el nacimiento de la uña sino un poco más abajo, dura más y se ve mucho mas prolijo. Me pinto super rápido, me sorprendió, y me fui super conforme! El costo del servicio es de $ 250. La verdad lo recomiendo. Me encantó!