Isanoe es la peluquería/centro de belleza que no te deja a gamba. En la esquina de Colombres y Rivadavia, barrio de Almagro, prácticamente no importa cuándo pases, lo vas a encontrar abierto. Fui dos veces a probar el servicio de peluquería. La primera vez, fui un día de paro de transporte(vivo muy cerca) y estaban abiertos y con personal. Cierto, tardaron bastante en atenderme(casi 3 horas para algo que se podía hacer en hora y media), pero lo entendí porque estaban con la mitad del personal. Por este motivo, esta semana decidí darle una segunda oportunidad. Fui sin turno otra vez, a hacerme un muy buen lavado nutritivo y cortarme el flequillo(probamos de a poquito jajaja). Me aseguraron que no había tiempo de espera, y efectivamente me pasaron a lavado inmediatamente. Y acá empezaron lo pequeños problemas que disminuyeron un poco la experiencia. Primero, quien me lavó el pelo y me aplicó una ampolla, desapareció. Esperé 30 minutos sin saber qué pasaba o si iba a volver, porque ni siquiera la veía por el piso. Una chica al lado mío, en todo ese tiempo, se lavó la cabeza, se puso una ampolla como la mía, la dejó reposar, y se la enjuagaron. Cuando volvió y me enjuagó, me acompañó de nuevo al mostrador y le dio mi tarjeta a la chica de recepción. Claro, no había espera para lavarse, pero para el corte era otra cosa. Como pregunté dos veces si faltaba mucho(llevábamos una hora para lavarme el pelo nomás), me asignaron un peluquero. Para qué. El profesional asignado ni siquiera se tomó el trabajo de cerrarme la capa para que no me llegara de pelos. Sí, lo sé, es sólo un flequillo, pero el servicio terminó de caer ahí para mí. Una lástima. El corte no quedó mal, pero no me preguntó una sola vez qué quería hacer, así que podría haber terminado muy mal. Ahí sí, en 20 minutos, terminó el corte(creo que tardó tanto por las veces que tuvo que levantarme la capa que no había cerrado y, claro, se caía) y me despidió. Quedó bien, por suerte. El precio fue más que adecuado(barato para lo que he visto en otros locales), pero el servicio fue acorde al precio. La atención de las recepcionistas y algunos profesionales era muy amable, pero el resto de los detalles no ayudó para tener una gran experiencia. Volvería? Sí, seguramente para algo pequeño y sencillo. La tomaría como peluquería de cabecera? Lamentablemente, no. Se aceptan tarjetas(la de crédito tiene mínimo de $ 150) y hacen promociones distintos días de la semana.
Laura A.
Tu valoración: 3 Almagro, Buenos Aires, Argentina
Frecuento esta peluquería para hacer uso del servicio de depilación quincenalmente y toque quien te toque, depilan fantástico: rápido, higiénico y prolijo. Wanda, Vanesa, Claudia, Graciela, etc, todas las chicas son excelentes profesionales en el rubro de la depilación. También me he hecho belleza de manos y pies, con el mismo buen resultado. Los precios están muy bien, acordes al servicio, ni caro ni barato; acorde. Probé 3 veces el servicio de peluquería y no puedo decir lo mismo: una vez me tocó un peluquero que literalmente me «maltrató» la cabeza: me quemó la frente con la planchita y me torineaba del pelo con saña. Me hice el shock de queratina, me aseguraron que era sin formol, y no fue así. El olor que emanaba el producto era fuertísimo, típico olor del producto con formol. Aceptan tarjetas, monto mínimo de $ 100. Algo bueno que tienen es que abren SIEMPRE! De lunes a lunes de 8 a 22 hs, un golazo para sacarte del paso :)
Alejandra A.
Tu valoración: 3 Buenos Aires, Argentina
Isanoe es ese salón de belleza donde quizás no me haría un cambio de look pero que me salva las papas cuando necesito depilarme. En general, me atienden pocos minutos después de llegar; fueron excepciones los días previos a las fiestas de fin de año pero imagino que lo mismo debe suceder en cualquier local de este tipo. Se puede elegir depiladora y, para mi sorpresa, depilan a hombres y mujeres. Cuenta con gabinetes individuales en el subsuelo con camillas cubiertas por papel que cambian con cada cliente. La cera que utilizan no es descartable, es filtrada, y trabajan el método español; el mismo que usaron nuestras madres tres décadas atrás. El servicio es rápido y eficiente y los precios son medianamente accesibles. Se puede pagar con tarjeta de crédito y débito aunque hay un monto mínimo que varía por temporadas. No he probado los servicios de manicuría, si los de peluqería; los recomendaría para un corte no muy sofisticado. No es el mejor salón de belleza pero cuando los cortes de luz castigaron Almagro, sus empleados sacaron sus sillones a la calle y pidieron electricidad para trabajar. Me pareció un acto solidario con los vecinos y con una comuna que se caracteriza por los comercios medianos y pequeños y la vida familiar.